Patricia Comesaña - Vie, 14/10/2016 - 16:18
¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión «las paredes oyen»? Pero ¿sabemos realmente de dónde viene esta expresión tan cotidiana que expresa un aviso, una advertencia de prudencia y cautela a la hora de hablar, comentar o expresar ideas o quejas en un lugar determinado?
Pues su origen está en el siglo XVI, en Francia, durante las persecuciones y luchas religiosas contra los hugonotes que desembocaron en la Noche de San Bartolomé. Temerosa y desconfiada, parece ser que la reina Catalina de Médicis obligó a construir conductos acústicos secretos a lo largo de los muros de su palacio con el fin de espiar a sus rivales y personas de las que desconfiaba, para poder actuar ante posibles amenazas y conspiraciones.
Desde entonces, la expresión «las paredes oyen» se volvió cotidiana tras descubrirse este ardid de la reina Catalina de Médicis.
Fuente de consulta: muyhistoria.es
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