Juan Carlos Serrano Soria Profesor de la Universidad Isabel I
Vie, 29/01/2016 - 14:49

Valores educativos

La fecha del 30 de enero está señalada en muchos centros escolares como el Día Escolar de la No Violencia y de la Paz, y en torno a ese día se celebran actos y actividades específicas, pero ¿por qué ese día? Pues, hemos de reconocer esta iniciativa al profesor español Llorenç Vidal Vidal, que en 1964 estableció este día como «una semilla de no-violencia y paz depositada en la mente de los educandos y, a través de estos, en la sociedad». La elección de la fecha está relacionada con el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, líder del movimiento independentista de la India y pionero de la filosofía de la no violencia. Una curiosidad más: esta misma conmemoración se celebra, en los países con calendarios escolares del hemisferio sur, el 30 de marzo o en los días próximos.

Sin embargo, a veces puede llevar a confusión que la ONU, por la resolución 55/282 de su Asamblea General, haya establecido en 2001, el Día Internacional de la Paz, el 21 de septiembre. Otra posible confusión es que la propia Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución A/RES/61/271 del 15 de junio del 2007, declarase que el Día Internacional de la No Violencia se celebrase el 2 de octubre, aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi.

La Educación para la Paz o la Educación en Valores no son materias y asignaturas específicas al uso de Lengua, Ciencias Sociales o Matemáticas, por lo que no encontraremos sus contenidos descritos en el currículo. En la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), las referencias a la Educación en Valores no han desaparecido, sino que podríamos decir que se han salteado a lo largo de todo el documento de un modo transversal, al estilo de cómo pretende que sea tenida en cuenta.

De este modo, encontramos referencias a la Educación en Valores en el Preámbulo de la ley cuando dice que «uno de los principios en los que se inspira el Sistema Educativo Español, es la transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación» (apartado XIV).

Igualmente encontramos una referencia explícita cuando enumera los Principios en los que se inspira el sistema educativo español: «La educación para la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos, así como para la no violencia en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social, y en especial en el del acoso escolar» (modificación de la LOMCE al artículo 1 de la LOE).

Al hablar de los fines de la educación, la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) no modifica en nada la Ley Orgánica de Educación (LOE), por lo que estos permanecen inalterables. Entresacando aquellos que hacen referencia a la educación en valores, encontramos en el artículo 2 de la Ley Orgánica de Educación (LOE) los siguientes:

Bolasb) La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discriminación de las personas con discapacidad.

c) La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos.

d) La educación en la responsabilidad individual y en el mérito y esfuerzo personal.

e) La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la cooperación y solidaridad entre los pueblos, así como la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y el medio ambiente, en particular al valor de los espacios forestales y el desarrollo sostenible.

g) La formación en el respeto y el reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de España y de la interculturalidad como un elemento enriquecedor de la sociedad.

k) La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento.

Con respecto a las competencias, la ley «considera esencial la preparación para la ciudadanía activa y la adquisición de las competencias sociales y cívicas»; aquí es donde encontramos la referencia a la educación en valores, pero al igual que en los casos anteriores, no se concreta, sino que se contempla de un modo transversal.

Evidentemente las dos materias específicas que abordan directamente la Educación en Valores son la asignatura de Religión y la de Valores Sociales y Cívicos, recogidas en el bloque de asignaturas específicas y presentes en todos los cursos.

Son muchas las actividades que los centros educativos realizan para recordar y celebrar el día de la paz; manualidades, tutorías específicas, concursos de dibujo, figuras en el patio, festivales de música, decoración del aula y pasillos, etc. Sin embargo, quiero destacar una especialmente significativa por su valor simbólico y aplicación práctica: el programa de mediadores escolares, presentes en muchos centros, donde los propios alumnos se convierten en mediadores en los conflictos entre compañeros. Señalo dos ejemplos: el programa Mediara de la Junta de Andalucía y el material de formación para mediadores elaborado en la Comunidad de Madrid.

Son muchos los recursos disponibles en Internet para preparar esta jornada; expongo algunos de ellos con la intención de que puedan servir de utilidad:

 

Educar en valores

En nuestra labor como docentes, la Educación para la Paz y la Educación en Valores no pueden reducirse únicamente a la celebración de un día; es una tarea continua que se desarrolla cada día, durante todo el curso y mientras los alumnos están con nosotros… La transversalidad viene dada porque no podemos disociar el crecer como personas y la adquisición de conocimientos. La Educación en Valores, donde por supuesto se incluye la Paz, es uno de los ingredientes que hacen fraguar los cimientos de las personas, a los que podríamos añadir el respeto, el esfuerzo, la solidaridad, la responsabilidad. Si prescindimos de alguno de ellos, podríamos tener una persona con conocimientos de matemáticas, lengua, sociales, naturales… pero quizá aislada, sin sensibilidad o insociable.

La Educación para la Paz y en Valores debería ser, desde mi punto de vista, la única asignatura que deberían aprobar obligatoriamente todos los alumnos antes de abandonar el centro educativo u obtener cualquier titulación. Concluyo trayendo a colación la expresión de François Rabelais: «La ciencia sin conciencia no es más que ruina del alma». 

 

Entrada publicada el 29/01/2016

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN: 2659-5222

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