Antonio Segura Marrero
Mié, 26/04/2017 - 18:55

En la práctica educativa, el docente diseña, elabora y plantea diferentes actividades con el objetivo de que el alumnado construya su conocimiento. Entre ellas destacan las actividades de autoevaluación.

Estas actividades se integran en los contenidos, proporcionando información al alumnado sobre su proceso de aprendizaje y facilitándole conocer qué nivel de asimilación y comprensión tiene en cada momento; esto le permite valorar el conocimiento adquirido y readaptarlo para desarrollar las competencias.

Aumenta su motivación e interés hacia el aprendizaje, contribuyendo a que el alumno sea protagonista activo de su proceso de aprendizaje, tome conciencia de su progreso individual, de las dificultades encontradas y de cómo solventarlas, siendo este más autónomo.

Este recurso proporciona retroalimentación inmediata, aportando información al alumno sobre el desempeño de su actividad, la cual le permitirá conocer los aspectos que debe mejorar; además de reforzar los aciertos, se promueve de esta manera el aprendizaje significativo por parte del alumno.

Teniendo en cuenta el valor didáctico y educativo de las actividades de autoevaluación, la Universidad Isabel I integra este recurso en los materiales de estudio que pone a disposición del alumno; la tipología de actividades que se presentan es variada: actividades de verdadero y falso, elección múltiple, rellenar huecos, desplegables…

En cada unidad didáctica en formativo interactivo (formato web y libro electrónico) se incluyen actividades de autoevaluación que permitirán al alumno conocer el grado de comprensión y adquisición de los contenidos abordados en el material, ofreciendo una retroalimentación del resultado de la actividad. De este modo el alumno puede valorar y evaluar su propia comprensión.

Se presentan de manera dinámica; esto hace posible interactuar con la información, utilizando recursos audiovisuales (vídeos, audios, imágenes, gráficos…),  para reforzar la actividad expuesta y fomentar la curiosidad y el interés.

Las actividades se adaptan a los diferentes ritmos de aprendizaje; el alumno puede completarlas siguiendo su progreso de estudio y eligiendo el momento adecuado para hacerlas. Debido al carácter voluntario y flexible, el alumno puede realizarlas cuantas veces considere oportuno, ya que no existe un número máximo de intentos; la finalidad es que el alumno aprenda y adquiera nuevos conocimientos.

A continuación, os presentamos algunos ejemplos de actividades de autoevaluación, que se encuentran disponibles en nuestras asignaturas:

 

Desde el Área de Innovación Educativa se recomienda la realización de las actividades de autoevaluación que se presentan en las unidades didácticas como recurso que permite reforzar el proceso de aprendizaje.

Entrada publicada el 26/04/2017

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

ISSN 2605-258X

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