mario.suarez Alumno del Grado en CAFD en la Universidad Isabel I
Lun, 09/01/2017 - 16:31

Algunos historiadores del deporte chileno atribuyen al encanto del bar de la estación invernal de Portillo el inicio de la primera competición de la denominada actualmente Copa del Mundo de Esquí Alpino. Un evento que, para todos los amantes de este singular deporte blanco, representa año tras año el escaparate inigualable de este deporte en cuanto a evolución técnica y deportiva.

Los que hemos pisado las pistas nevadas de Portillo en alguna ocasión somos testigos de la naturaleza imponente de este continente sur y su poder de seducción; la misma que conquistó a la FIS (Federación Internacional de Esquí Alpino) para ofrecer allí la primera Copa del Mundo de Esquí Alpino.

De este modo y después de una lucha tremenda para la reconstrucción de la estación invernal, destrozada un año antes por un tifón y sus devastadoras consecuencias traducidas en aludes de nieve infernales, nacía en 1966 el circuito de la Copa del Mundo de Esquí Alpino a los pies de la laguna del Inca, situada en el corazón de Portillo.

La logística para solventar posibles dificultades pasó por reclutar a la Armada chilena para controlar los aludes y preparar las pistas y la instalación de singulares «andariveles» o remontes mecánicos que permitieran garantizar su integridad en caso de avalanchas. Algunos de ellos son visibles hoy día, como el que está disponible en la famosa pista Roca Jack, donde se disputaron las pruebas (imagen superior).


Equipo español en Portillo 1966. Fuente: http://www.turiski.es/50-anos-del-mundial-esqui-portillo/

En el resultado de las pruebas, destacaron los franceses con una notable actuación en la que obtuvieron 16 medallas y vieron nacer al gran Jean-Claude Killy.

Nuestros esquiadores

Los seleccionados del equipo español fueron (de izquierda a derecha) Aurelio García, Antoni Campañá, Francesc Prat, Carles Adserà, Jordi Rodríguez y Lluís Viu.

Otros grandes del esquí español ya habían empezado a competir en 1958 en Austria: Rigart, Navarro y Sánchez entre otros, que dieron paso a este equipo de Portillo 1966 y posteriormente a la saga de «los Fernández Ochoa», donde un grandísimo Francisco Fernández Ochoa (nuestro «Paquito») nos dio alegrías (un oro y un bronce en la Copa del Mundo) y sustos en sendos accidentes en la competición en 1966 y 1970, hasta que se alzó con el único oro olímpico español en unos Juegos de Invierno. El escenario fue la japonesa localidad de Saporo, en 1972, donde se celebraron por primera vez unos Juegos fuera de Europa y América del Norte.

La lista de los nombres propios del esquí alpino español es larga, especialmente el femenino en los últimos años: Conchita Puig, Blanca Fernández Ochoa, Ainhoa Ibarra, María José Rienda, Carolina Ruiz, algunas de ellas con varios pódiums en pruebas de la Copa del Mundo de Esquí Alpino, y que han cubierto de emoción las páginas blancas de nuestra historia. No quisiéramos dejarnos ninguno en el tintero, por lo que enviamos, para todos los que han defendido un dorsal nacional en pruebas de la copa del mundo, nuestro reconocimiento por el esfuerzo y tesón que han demostrado para correr a ese nivel sobre unos esquíes.

Hahnenkamm Race

Desde 1967, se celebra en Kitzbühel (Austria) la carrera más singular de las que componen el llamado «Circo Blanco» de la Copa del Mundo de Esquí Alpino. Se trata de una carrera que cuenta con más de 75 años de antigüedad y que puntúa en la Copa del Mundo desde la primera edición de Portillo 1966.

En la Hahnenkamm se disputa un eslalon, un supergigante y un descenso de locura por la pista Streif; una locura solo disponible para un puñado de «esquiadores» capaces de obviar el miedo y las fuerzas de la naturaleza, alcanzando 140 km/h y volando en el aire más de 80 metros al encarar algunas pendientes de más de un 85% de desnivel.

Algunos nombres propios de esta carrera para extraterrestres son pentacampeones en su modalidad, como Hermann Maier en supergigante o Didier Cuche en descenso. Todo ello en una pista de vértigo que ostenta un récord de velocidad en descenso de 142,3 km/h.

No te pierdas este vídeo de Didier Cuche en 2011. ¡Sentirás miedo solo viéndolo!

Próxima edición de Hahnenkamm Race 2017, 21 de enero a las 11.30 h.

Mario Suárez
Técnico deportivo superior de esquí alpino
Alumno del Grado en CAFD

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