Ana Bárcena Santamaría Departamento de Comunicación
Vie, 28/07/2017 - 11:59

Entrevista a María Luengo

Soñadora puede que sea la palabra que mejor la defina. Nacida en Astorga, se crió jugando en la granja familiar, pero eso no la impedía soñar con las finanzas y con trabajar alguna vez en la Gran Manzana. Por “cosas de la vida”, como ella misma dice, su destino cambió, y ahora la calidad empresarial centra su carrera profesional. Amiga de sus amigos, afirma que su afición es siempre verles. Risueña, divertida y habladora (sobretodo habladora), María Luengo, Coordinadora de Calidad de la Universidad Isabel I, no deja nunca una encuesta de satisfacción de responder, será empatía.  En esta entrevista, ella misma te cuenta su historia.

 

Eres coordinadora de calidad de la Universidad Isabel I pero tu carrera profesional empezó por otro lado…

Yo empecé estudiando empresariales, me gustaba mucho el mundo de la empresa y, de hecho, mi idea antes de comenzar empresariales era trabajar en las torres gemelas algún día en Nueva York. No sé porqué, pero ese era mi sueño cuando era pequeña. Pero justo comencé la universidad en 2001, con el trauma que supone lo que ocurrió en septiembre de ese año. Comencé a estudiar, me gustó mucho el ámbito empresarial, continué con un máster en finanzas y estuve trabajando en Caja España. Pero cosas de la vida, las fusiones de cajas, mi reciente llegada al mercado laboral, el no tener mucha experiencia… Hicieron que las primeras personas que fueron despedidas fuésemos las personas que acabábamos de empezar y teníamos un contrato reciente. Muchos compañeros con más años de experiencia, acabaron en sucursales pequeñas. Yo estaba en la central de técnico de seguros de vida de Caja España, pero estuve poquito,  solo 9 meses. Y esa es toda mi trayectoria como financiera, porque luego por cosas del destino, me fui metiendo en gestión de proyectos de I+D, haciendo estudios de calidad, de temas de subvenciones, que tenían que ver con las finanzas, pero sólo una pequeña parte, nada que ver con lo que yo me había planteado de niña.

¿Qué supone coordinar el área de calidad de una universidad?

Supone lidiar con muchos frentes y estar en medio de todo (se ríe). Supone concienciar a la dirección, que en ese aspecto la verdad que he tenido su apoyo desde el minuto cero, de hecho salió de ellos que me encargara del tema de calidad, puesto que previamente me había dedicado a la parte de gestión de proyectos; también supone formar a todo el personal para que se conciencien de que las pequeñas acciones son las que dejan evidencias de su trabajo del día a día, porque, realmente, calidad en el trabajo ya había antes de que se diseñaran todos los sistemas de calidad y se certificaran. Antes ya se trabajaba con calidad, realmente la parte fácil fue diseñar el sistema, porque fuimos hablando con cada uno de los miembros de la organización, y preguntándoles cuál era su trabajo, en qué consistía, cómo lo protocolizaríamos, y de esta forma ha quedado un diseño natural, que ha surgido del día a día del trabajo, del trabajo bien hecho.

Recientemente la universidad ha recibido una certificación de calidad importante (AUDIT). ¿Es complicado obtenerlas? ¿Qué significan para la universidad este tipo de certificaciones?

La verdad que cualquier logro va a conllevar un esfuerzo previo. Pero el trabajo de la organización del día a día, si se hace pautado siguiendo unos criterios, al final conseguirlo sale de forma natural. Porque, simplemente, lo que hacen las auditorias de certificación es hablar con cada uno de los empleados para saber qué conocen del sistema de la universidad, cómo es su trabajo y cómo lo realiza, que se vea que es acorde con los estándares de calidad, y realmente fue bastante… No diría sencillo porque es quitar mérito a toda la organización, porque había que mejorar cómo hacíamos las cosas en pequeños aspectos para cuadrar o encajar perfectamente en lo que dictaban las directrices de AUDIT, en este caso, y en el resto de normas que tenemos.

Además de la calidad, sabemos que el equipo de fútbol es el otro elemento que te une a la universidad. Además de esta, ¿Cuáles son tus aficiones? ¿Cómo es María cuando deja de trabajar?

Me gusta quedar con los compañeros de trabajo, con mis amigos de Burgos, y realmente lo del fútbol, ha sido este el primer año que hemos jugado en la liga de empresas de aquí de Burgos. Creamos un equipo de fútbol, nunca habíamos jugado juntos, de hecho yo no tenía mucha experiencia jugando al futbol pero ha sido muy divertido. No ganamos pero… (se ríe) Quedamos últimos. También me gusta pasar el tiempo con mis amigos y mi familia en Astorga, en la granja, echando una mano en lo que se puede. Los animales me encantan, y también una de mis aficiones es escaparme a Valladolid siempre que puedo, a ver a mis antiguos compañeros de trabajo.

Muchos profesionales tienden a analizar su entorno desde su prospectiva profesional, ¿A ti también te ocurre?

Sí, aunque más que analizarlo, cuando voy a algún sitio y veo una encuesta de satisfacción, lo que siempre procuro es contestarla. Contestarla porque como trabajo en calidad, sé que las encuestas de satisfacción sirven y se toman en cuenta a niveles que la gente que no ha visto la calidad de cerca no acaba de saber lo importantes que son para una organización con un sistema de calidad certificado. Entonces, por solidaridad con mis compañeros de calidad de otras organizaciones, procuro contestar.

Tienes el contrato más antiguo de la universidad, por lo que te resultará fácil contarnos cómo es la Isabel I y cómo ha evolucionado.

La verdad es que yo antes de estar en la Universidad Isabel I, estuve en la entidad promotora dónde se gestó todo el proyecto de esta Universidad. Donde se realizaron todos los trámites de creación de la universidad, de verificación de las primeras titulaciones… Y la verdad que fue un nacimiento que tuvo muchas complicaciones, fue muy duro, fue mucho trabajo… Pero bueno, como todo en esta vida, todos los esfuerzos tienen su fruto y al final salimos adelante. Salió la universidad, se ampliaron las instalaciones…. De las poquitas personas que éramos a los inicios, ahora se ha multiplicado por mucho el personal tanto de PDI (Personal Docente Investigador) como de PAS (Personal de Administración y Servicios). La Isabel I yo creo que es una universidad flexible, dinámica, muy ambiciosa, con ganas de ir siempre a más, con ganas de mejorar, y vamos a seguir haciéndolo.

¿Cómo ves el futuro de esta institución?

El futuro lo veo con muchos proyectos que tenemos en mente, y que iremos sacando poco a poco adelante. En cuanto a Calidad, estamos valorando y empezando a integrar ya, porque nuestro sistema de calidad es un sistema de calidad integrado que con un solo sistema se da respuesta a todas las normas que tenemos y que vamos a seguir añadiendo, una nueva norma que tiene que ver con la calidad de los recursos educativos y de los contenidos digitales. 

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