Luis Cárdenas del Rey Profesor Asociado
Mar, 13/03/2018 - 23:19

En una entrada anterior se señalaba que, si bien un saldo exterior positivo podía estimular el crecimiento económico, no cabía esperar una gran aportación dado el tradicional carácter contraciclíco de la contribución exterior al crecimiento. Lo cierto es que en el presente ciclo expansivo (iniciado a finales de 2013) se han registrado un buen comportamiento de las exportaciones netas de bienes y servicios, con contribuciones positivas fruto de un saldo positivo de alrededor del 3% sobre el PIB (Gráfico 1).

Contribuciones al crecimiento de la demanda interna y externa

Gráfico 1: Contribuciones al crecimiento de la demanda interna y externa. | Fuente: Elaboración propia a partir de la Contabilidad Nacional Trimestral (INE).

Este cambio puede deberse tanto a factores estructurales (una mejor posición competitiva, sustitución de importaciones, mayor eficiencia productiva, etc…) o factores coyunturales. Dentro de estos últimos destaca la caída de los precios del petróleo desde 2014 (Gráfico 2), que ha permitido una importante reducción del saldo comercial energético (la diferencia entre las exportaciones e importaciones de bienes energéticos).

Saldo energético y precios del petróleo (2012t1=100)

Gráfico 2: Saldo energético y precios del petróleo (2012t1=100). |Fuente: Elaboración propia a partir de la Contabilidad Nacional Trimestral (INE) y la Base de datos de Series de Indicadores de Coyuntura Económica (BDSICE).

Como se puede observar desde el mes de marzo de 2012, en el que los precios de importación del petróleo crudo alcanzan su valor máximo (659,3 €/tonelada), se ha producido una continuada caída de los mismos. Alcanzando en enero de 2016 los 197,7€/tonelada, lo que supone una caída al 30% de su valor inicial. A partir de ese momento inicia un ascenso que alcanza en diciembre de 2017 los 389,9€/tonelada, el 59% del precio que había en marzo de 2012.

Aunque el mercado de petróleo es conocido por sus múltiples fluctuaciones, especialmente en los mercados financieros asociados al mismo, esta ha sido sin duda una de las más pronunciadas.

Pero al coincidir, además, con la recuperación de la economía española, la importación de petróleo crudo se encontraba en niveles bastante bajos. De acuerdo a los datos de CORES, en 2012 se importaron 58,8 millones de toneladas mientras que en el año 2017 se han importado 65,8 millones de toneladas. Este incremento del 12% de las importaciones es consecuencia, probablemente, tanto de la mayor demanda derivada del propio crecimiento económico como del propio efecto de la caída de los precios que estimula también la demanda de crudo. Incrementándose, en definitiva, la dependencia de insumos energéticos de nuestra economía.

Es indudable, por ello, que tanto los precios como la cantidad del petróleo importado juegan un papel fundamental en la evolución del saldo comercial energético. Pero, ¿en qué medida afectan al saldo exterior en su conjunto?

Para ver el efecto que la caída de los precios del crudo importado ha tenido sobre las exportaciones netas, podemos hacer una simple simulación. Si tomamos el precio medio que hubo a lo largo del año 2012 y suponemos que se hubiera mantenido en los 5 años siguientes, podemos multiplicar este dato por las toneladas importadas año a año durante ese mismo período. La diferencia entre el valor real de las importaciones de crudo y el valor simulado para los precios del 2012 nos dará el “ahorro” del que se ha beneficiado la economía española.

La suma de los cinco años nos arroja un ahorro de 67 mil millones de euros, es decir, unos 13.300 millones de euro cada año. Pero lo cierto es que esta suma no se distribuye de forma homogénea en todos los años, sino que se concentra en el año 2016 (22.000 millones de euros), año en que los precios son los más bajos y las cantidades bastante elevadas.

Además, el valor agregado no nos informa de su efecto sobre las exportaciones netas de bienes y servicios. Para ello es necesario restar este ahorro al saldo exterior observado y así obtendríamos el saldo que se hubiera producido sin la caída de los precios del petróleo. De esta forma podemos ver el efecto que ha tenido año a año ha tenido dicha caída (Gráfico 3).

Efecto de la caída de los precios del petróleo sobre las exportaciones netas (% del PIB).

Gráfico 3: Efecto de la caída de los precios del petróleo sobre las exportaciones netas (% del PIB). |Fuente: Elaboración propia a partir de la Base de datos de Series de Indicadores de Coyuntura Económica (BDSICE) y CORES.

Obviamente esta simulación es meramente ilustrativa porque ante precios distintos los agentes habrían tomado otras decisiones de importación y consumo. Pero también es cierto que aquí sólo estamos considerando el efecto de la caída en los precios del crudo, y no estamos incluyendo el efecto de otros bienes energéticos, especialmente el gas, que sin duda también han tenido un papel importante. Por lo que, aunque siendo una simulación muy básica, es bastante factible.

En cualquier caso, el Gráfico 3 muestra que gran parte del saldo exterior positivo registrado en los tres últimos años ha sido consecuencia de la reducción en los precios de importación del crudo. Por lo que podemos afirmar que ha sido un importante viento de cola para el crecimiento de la economía española.

Por último, aunque el efecto sea claramente expansivo también, por su propia naturaleza, es transitorio. Como hemos visto, desde el año 2016 los precios han vuelto a subir y, dado el actual nivel de crudo importado, este aumento puede tener un efecto muy perjudicial para el saldo exterior y para el propio crecimiento de la economía en los próximos años. Por lo cual convendría reducir la dependencia energética exterior de nuestro país

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