Alumno que escribe un libro, Carlos Manuel Álvarez Santos.

Carlos Manuel Álvarez Santos con un ejemplar de Leyendas de Penvram.

Entrevistamos a Carlos Manuel Álvarez Santos, alumno del Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas que ha publicado varios libros fantásticos que se recrean en la época medieval. Conocemos el origen de su capacidad creativa como escritor, sus próximos proyectos y sus inquietudes profesionales como docente. 

1.- ¿De dónde viene tu vocación de escritor?

Cuando era pequeño, uno de mis tíos, ávido lector y una de las personas más cultas e inteligentes que conozco, me relató a viva voz, a capela, el primer gran cuento de El señor de los Anillos, La Comunidad del Anillo. Aquello me marcó profundamente y creo sinceramente que fue el principio de todo, la semilla de mi vocación de escritor. Más adelante, en el colegio, me deleitaba escribiendo relatos cortos de diversos tipos, aunque la mayoría tenían cierto tinte violento y no pasaban la criba escolar. Supuestamente, como éramos niños de primaria no podíamos escribir cierto tipo de relatos y durante un tiempo aparqué la actividad escritora. Ya en el instituto, me decidí a escribir mi primera novela. Era una historia algo sórdida, centrada en un narcotraficante y no pasó del primer capítulo ya que apenas contaba con una estructura sólida y en aquella época exageraba el uso de ciertas expresiones al escribir y el relato perdía fluidez párrafo a párrafo. Aun así, no me desanimé y al poco comencé una nueva historia, esta vez de vampiros. Sí, lo sé, las historias normales y pacíficas no van conmigo. El caso es que esta historia si tenía un buen trasfondo, personajes bien construidos y una trama a seguir, pero una vez más perdió fuelle. Escribí tres capítulos únicamente.

No fue hasta primero de carrera, ya en la universidad, que retomé estas actividades. Una persona muy cercana a mí no podía dormir una noche y me decidí a contarle un cuento. Así empezó una cadena de relatos vía WhatsApp que comencé a recopilar a los pocos meses. Titulé estos cuentos ‘Las aventuras de Charles y Pilón’, y los incluyo como cuentos infantiles en Leyendas de Penvram. Finalmente, decidí dar un paso adelanta y comencé a escribir la historia de Penvram. A partir de ahí, trabajé en el guion de mi primera novela, ‘El caballero de Valle Boscoso’, que vería la luz tres años después. Mi vocación es sólida. Escribir es una de las mejores experiencias de mi vida y no concibo abandonar ahora el mundo que he creado, Penvram es algo así como un jardín. Debo cuidarlo y regarlo para que siga creciendo, siempre con mimo e interés.

2.- Y la inspiración para tus novelas ¿Procede de tu entorno, de Mieres?

Nunca me planteé seriamente escribir una novela de estas proporciones hasta el episodio de los cuentos comentado anteriormente. Tampoco tenía motivos. De hecho, los intentos previos a Leyendas de Penvram, ni siquiera habían llegado a finalizarse o a alcanzar una extensión digna de continuar con esas historias. Cuando decidí ingeniar Penvram, me asaltaron muchas dudas. La primera de todas, ¿en qué me inspiro yo para crear un mundo fantástico de la nada? Trabajé en las diferentes culturas, la posibilidad de introducir religiones distintas, investigué acerca de heráldica, construcción, derecho medieval, teología, pero, sobre todo, me apoyé en mi carrera, Historia, que me ayudó muchísimo. Quizás sea uno de los motivos por los que la novela se ambienta en un mundo medieval, con reminiscencias de la Edad Moderna, por ser esta mi principal parcela de investigación.

Mi hogar fue clave a la hora de crear el inicio de la historia. Me pareció que era ideal empezar desde un sitio donde me sintiese cómodo y ahí fue cuando imaginé como sería Valle Boscoso. A mí me gusta el lugar en el que vivo. Mieres no es muy grande, pero es villa capital de concejo y tiene historia que se remonta, según tengo entendido, a época romana. Ahora no tiene la misma vitalidad que hace treinta años, por ejemplo, pero sigue siendo mi hogar. Imaginarlo sin edificios actuales, el ruido de los coches, la autopista sobre el río, el puente que conduce a la estación de Renfe, pues fue una experiencia muy bonita. Ver Mieres de la forma que hubiese sido en época medieval, aunque de un modo algo fantástico, por supuesto.

3.- ¿Por qué te ha interesado la recreación de los escenarios en la época medieval?

Si bien mi campo de estudio principal y mis investigaciones en Historia se centran en la Edad Moderna, siempre me gustó muchísimo la historia medieval por diversos motivos. En especial, porque en la Península Ibérica se dio una situación singular, con una diversidad que no se encontraba en ese momento en ningún punto de Europa. Por otro lado, al retratar una sociedad medieval, mis conocimientos de historia me ayudaron muchísimo y me facilitaron las cosas a la hora de plasmar correctamente la vida medieval. No obstante, siempre otorgo cierto tinte fantástico, sobre todo, a la hora de describir las armaduras de distintos caballeros o soldados. Por ejemplo, aunque en época medieval era común vestir en combate una larga cota de malla con tan solo un yelmo cónico y algunas protecciones secundarias. Yo, en muchas ocasiones, describo armaduras mucho más elaboradas. Después de todo, en los detalles está el placer de contar una historia.

4.- Ya tienes tu primera novela publicada. ‘Leyendas de Penvram. El caballero del Valle Boscoso’, ¿será el comienzo de una saga?

Sí, esa es la idea desde un principio. Cuando comencé a crear el universo de Penvram no imaginaba la envergadura que podría alcanzar la historia que iba a escribir. Luego, según iba desarrollando el guion de la novela, me di cuenta de que era imposible contar una historia semejante en uno o dos libros. Así pues, me decidí a escribir una trilogía, pero luego deseché esa idea también. En la primera novela, El caballero de Valle Boscoso, se realiza la introducción al universo de Penvram y, por supuesto, se centran las tramas principales y secundarias. Todas continúan en el segundo libro, en pleno desarrollo y titulado La dama de la noche y aunque se pone fin a algunas tramas, también comienzan otras nuevas. Es en este libro cuando el verdadero enemigo de los héroes de esta historia muestra por fin su rostro. Debido a la longitud de este segundo libro, ya he decidido que, finalmente, serán cuatro los libros que compongan la historia que se inicia en Leyendas de Penvram. El caballero de Valle Boscoso.

5.- Durante la pandemia ¿has ocupado tu tiempo escribiendo?

Sí, sobre todo durante los tres meses de cuarentena. Al principio, me imagino que, como todo estudiante, tuve que confeccionarme una especie de horario. Aunque estábamos encerrados en casa, en mi caso, era muy fácil distraerse con cosas como mi Xbox, Netflix, Amazon, HBO, Disney Plus, la lectura, pues tengo una biblioteca inmensa. Aparte de eso, durante esos meses me encontraba en plena realización del Trabajo de Fin de Máster (de mi primer máster), por lo que lo cierto era que no había mucho tiempo que perder.

Escribir se convirtió en una salida más al estrés típico de estar encerrado en casa, y durante la cuarenta, este estrés era doble porque, normalmente, después de una dura semana de estudio o de trabajo, todos pensamos en el viernes, en el fin de semana en general, en salir con las amistades o la pareja y despejarnos, pero por motivos evidentes tal escape era imposible durante la cuarentena. Aparte de mis otras distracciones, escribir fue para mí una ocupación realmente placentera porque te absorbe por completo y no piensas que estás encerrado en casa desde hace tres meses.

6.- El contacto con el lector es siempre muy enriquecedor para un escritor ¿Qué feedback recibes de tus lectores?

Siempre procuro dar mis direcciones de contacto en redes como Facebook, Instagram y Twitter, además de mi propia página web. No solo para facilitar la venta del libro, sino también para lograr esa retroalimentación entre lector y escritor. En general, he recibido críticas muy buenas. Lo cierto es que hasta ahora nadie ha criticado mi novela en plan «Lo odio. No me ha gustado en nada». Sobre todo, he recibido críticas muy buenas en lo referente a la trama, la ambientación medieval que proporciono, las vueltas de guion que da la historia en muchos aspectos… Desde un punto de vista negativo, aunque tampoco es algo malo en mi opinión, me han comentado en ocasiones, el nivel exagerado de detalles que doy en mis capítulos. Claro que, suele ser a propósito, no un añadido vacío sin más de la historia, así que el lector tiene que convivir con esas descripciones. También hay quien me ha acusado de no dar un objetivo fijo al protagonista o protagonistas de la historia y yo solo sé decir entonces que, esta es mi primera novela. Queda mucha tinta en el tintero y como decía Shakespeare, ‘la paciencia es una gran virtud del hombre’. Algo muy cierto, sobre todo, en el ámbito de la creatividad, porque no se puede acelerar el proceso creativo.

7.- ¿Y cuál es el horizonte literario que te planteas? Es decir, ¿Cómo te ves en una década?

Es una pregunta difícil, la verdad. Además de finalizar esta saga, que no ha hecho más que comenzar, tengo ideas para novelas o relatos cortos que se desarrollan en el mismo universo, pero centradas en otros personajes completamente nuevos o alguno conocido, y que, gracias a estas historias pensadas especialmente para ellos, puedan desarrollar su arco argumental de un modo más completo. En diez años, sin duda, lo ideal sería haber publicado, al menos, los cuatro libros de Leyendas de Penvram y trabajar en esa serie de relatos y novelas cortas.

8.- Como alumno de la Universidad Isabel I estás cursando el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas. ¿Qué destacas de tu formación en la Universidad?

Cursé el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria con muchas expectativas, atraído, sobre todo, por los métodos de enseñanza de la Isabel I y por el empleo de una enseñanza online al cien por cien. Sin duda, realizar un máster online en tiempos del COVID-19 fue una buena elección y en la Universidad Isabel I siempre se puede contar los docentes para resolver tus dudas, ya sea a través del campus virtual, el correo electrónico o videollamadas, aunque personalmente, nunca necesité el último método. La parte que más me gustó de mi formación fueron, sin duda, las prácticas externas. Ahí es donde, verdaderamente, se aprende y tuve la gran suerte realizarlas en un magnífico centro de enseñanza.

9.- ¿Recomendarías tu máster a otros alumnos? ¿Por qué?

Yo lo recomendaría sin ninguna duda. Es un sistema de enseñanza muy cómodo para el alumnado, en el que puedes realizar todas tus tareas desde la comodidad del hogar. Si acaso, una de las pegas es que todos los recursos a tu disposición y casi todo lo que se emplea para la realización de prácticas o por ejemplo el Trabajo de Fin de Máster, se debe buscar en repositorios online. En este aspecto yo tuve la fortuna de contar con una biblioteca bastante amplia, lo que, unido a los recursos proporcionados por la universidad, fue de gran ayuda.