José Torres Remírez - Vie, 30/12/2022 - 10:00
Carteles de cine
Serie: 'El derecho responde' (CLXIX)
“¿Cómo llamarías a mil abogados atados juntos en el fondo del mar? Un buen comienzo”
Esta frase de la película “Philadelphia” (1993) muestra una opinión recurrente sobre la labor de los abogados, y de la justicia en general, en el séptimo arte. Sin embargo, no es algo exclusivo del cine, en España esta idea es compartida por muchos. En los barómetros sobre la imagen de los abogados y de la justicia en la sociedad española, la confianza que trasmiten los abogados, en una escala de 0 a 10, se posiciona levemente superior a 5.
Sin embargo, esa percepción se tiene por la sociedad avanzada en la que vivimos y en la creencia, como dice Rousseau, de que “el hombre es bueno por naturaleza”, y que los abogados pertenecen a esa cultura que genera la maldad en el mundo.
“Incidente en Ox-Bow” (1943) tiene una idea más hobbesiana: el hombre es malo per se, y sólo una estructura como es el estado de derecho nos impide matarnos los unos a los otro.
¿Todo este debate genera la película?
“Incidente en Ox-Bow” no se encuentra entre las 250 mejores películas según los usuarios de IMDB o entre las 100 mejores películas de la historia por parte de FilmAffinity. Y la prestigiosa lista “Sight & Sound” no la ha considerado lo suficientemente buena como para estar entre las 100 mejores películas del cine. Su director, W. A. Wellman es un gran olvidado, y en ningún listado sale entre los 50 mejores directores.
Y, a pesar de todo ello, este largometraje, de poco menos de 80 minutos, consigue reflexionar sobre la importancia del estado de derecho.
La justicia ante todo debe ser aséptica y neutral. Por ello los tiempos de la ley son más lentos de lo que el común de los mortales creemos que deben ser.
La premisa de la película es muy sencilla ¿puede un pueblo ajusticiar a un asesino sin ponerlo a disposición de la justicia?¿Se está legitimado a hacer eso?¿Y si el asesino defiende su inocencia?¿De quién es la responsabilidad?¿Puede un individuo anteponerse a la turba para defender al asesino? Y lo más importante ¿es asesinato o justicia lo que se va a realizar?
Turbas violentas que buscan hacer justicia han salido en decenas de películas: “Matar a un ruiseñor” (1962), “Cometieron dos errores” (1968), “El árbol del ahorcado” (1959) o “The Purge: La noche de las bestias” (2013). Pero en ninguna de ellas se trata el tema desde dentro. Aquí sí. Un ejercicio vital para entender esta película es ser uno más de la turba. Sólo así se puede comprender la crudeza de lo contado, porque sólo entonces será de lo vivido.
Y si necesitan más motivos para ver esta película, quedémonos con la respuesta que dio el gran John Ford sobre qué era el cine:
“¿Usted ha visto caminar a Henry Fonda? Pues eso es el cine”
Tras esta película, veremos de manera distinta el papel del abogado en la sociedad. Ni se considerará que la justicia va lenta. Y ya no volveremos a preguntar ¿Para qué sirve un abogado?
Puedes seguir la primera publicación de este artículo, La Importancia del derecho plasmada en el cine (I).
Bibliografía
Sanz Bayón, P. (2018) “El desafecto de la sociedad hacia el mundo del derecho: breve comentario sobre la situación en España” En Direito, Sociedades e Meio Ambiente Carvalho Leal, V. y Álvarez Robles, T. coords.), pp. 151-168.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2603-9087
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