Enrique Flórez Gil Profesor de CAFD
Vie, 03/11/2023 - 11:14

Niño con pesas

Niño con pesas.

Serie: 'In Corpore Sano' (XL)

Durante muchos años, se ha mantenido una controversia del entrenamiento de fuerza en niños, ya que, durante mucho tiempo, médicos, fisiólogos e incluso profesionales de las ciencias del deporte han desaconsejado por completo el entrenamiento de fuerza en están población. Mucha gente sigue pensando que un niño no puede realizar entrenamientos de fuerza, y estas personas, comentan normalmente las mismas cuestiones: ¿seguro que mi hijo no se lesionará por hacer eso? o ¿si mi hijo hace ejercicio de fuerza, seguro que seguirá creciendo?

¿Locura?

Para comenzar a tratar este tema, hay que observar los avances que se han producido en la sociedad, tanto a nivel social como a nivel científico, y por ello, hoy en día podemos decir que hay un aumento significativo en el grupo de población de niños y adolescentes que realizan entrenamientos de fuerza. Dentro de los estudios que hablan acerca de los niños y el entrenamiento de fuerza, algunos comentan el riesgo lesional de esta población con este tipo de entrenamientos, y ciertamente, es muy baja por no decir ínfima.

Según Faigenbaum & Meyer, quienes, analizaron 27 estudios al respecto del entrenamiento de fuerza en niños, vieron que, de más de 750 participantes, solo aparecieron 3 lesiones. Además, estos comentan textualmente:

“La evidencia sugiere que la mayor parte de las lesiones producidas por el entrenamiento de fuerza en niños y adolescentes son resultado de accidentes, técnica incorrecta o falta de supervisión adecuada”.

Junto a esto, otro dato demoledor que comentan estos autores es la incidencia lesional que se produce en esta población, ya que aproximadamente se producen 0.0035 lesiones por cada 100 horas de entrenamiento de fuerza en niños.  Si lo comparamos con deportes más convencionales como fútbol (6.2 lesiones / 100 horas) o baloncesto (1.1 lesiones por cada 100 horas) vemos que no es tan desaconsejable realizar entrenamiento de fuerza. Siguiendo con esto, la siguiente pregunta acerca del crecimiento, también es un mito.

Esto es, más bien al contrario, ya que la niñez es un periodo clave en el crecimiento mineral ósea y la realización de actividades moderadas y vigorosas, entre las que se incluyen entrenamientos de fuerza suponen un estimulo fundamental para el crecimiento (2). Además, otros estudios comentan que no se evidencia daño en cartílagos de crecimiento, por lo que el niño seguirá su crecimiento, aunque realice entrenamiento de fuerza.

Acierto

Dentro de los aciertos o las ventajas que conlleva la realización de entrenamientos de fuerza en niños, tenemos que diferenciar entre dos perspectivas, una perspectiva más orientada al rendimiento deportivo y otra perspectiva muy diferente, orientada a la promoción de la salud.

Si observamos los cambios positivos que se producen en el niño con un buen entrenamiento de fuerza, encontramos una mejora en la fuerza muscular, una mejora de su producción de potencia, una mayor velocidad tanto en carrera como en cambios de dirección, además de un rendimiento mucho mayor a nivel motor.

Si nos enfocamos más en el entrenamiento de fuerza orientado a la salud, observamos como los niños obtendrán mejoras en la composición corporal, una reducción del porcentaje graso, una mejora en la función cardiaca, además de una mejor salud musculoesquelética y una reducción del riesgo lesional. Esto sin tener en cuenta que hoy en día en nuestra sociedad tenemos un grave problema con la obesidad infantil, una problemática que, observada desde el punto de vista de la salud y el entrenamiento de fuerza, vemos que un niño con sobrepeso u obesidad se verá beneficiado de la realización de entrenamientos basados en la fuerza, por ejemplo, con la mejora de la sensibilidad a la insulina (sobre todo en adolescentes con este problema).

A pesar de todo lo que se ha comentado, hay que tener en cuenta que siempre hay que consultar a un profesional a la hora de prescribir ejercicios de fuerza tanto en niños como en otras poblaciones. Porque realizar un buen trabajo de fuerza desde la niñez, puede llevar a que tengamos una población más sana y con una mayor concienciación sobre el trabajo de fuerza.

Fuentes:

  1. Faigenbaum, A. D., & Myer, G. D. (2010). Resistance training among young athletes: safety, efficacy and injury prevention effects. British journal of sports medicine, 44(1), 56–63.
  2. Comité Nacional de Medicina del Deporte Infantojuvenil (2018). Entrenamiento de la fuerza en niños y adolescentes: beneficios, riesgos y recomendaciones [Strength training in children and adolescents: benefits, risks and recommendations]. Archivos argentinos de pediatria, 116(6), S82–S91.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2697-1992.

Burgos, España

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