Sandra Lado - Lun, 28/03/2022 - 11:50
La Criminología es ciencia que tiene una sinergia natural con el Derecho. Si hablamos de Criminología podemos decir que es la ciencia que conoce a fondo el delito, aplica técnicas de prevención de la delincuencia o estudia los trastornos psicológicos o a las víctimas. Un criminólogo trabajará en el asesoramiento técnico de jueces y fiscales, podrá actuar para atender a las víctimas, por lo que la relación entre Derecho y Criminología es estrecha. Se podría pensar que la mayor vinculación de la Criminología es con el Derecho Penal, como reflejo de lo que se ve en las series de televisión o el cine, pero no es así.
Estudiar un doble grado en Derecho y Criminología ofrece muchas ventajas ya que además de ser un abogado experto en leyes y su aplicación, se optimiza el trabajo de la defensa del cliente que contrata los servicios del bufete de abogados.
La doble titulación en Derecho y Criminología garantiza al alumno un perfil profesional más completo, con mejores oportunidades en el mercado laboral y la opción de trabajar en entidades públicas y privadas como experto en Criminología y Derecho. Además, la opción de cursar el doble grado convalida una serie de asignaturas que son comunes en ambas ciencias, gracias a la relación en varias materias entre derecho y criminología.
Con el Grado en Derecho, el futuro egresado, una vez finalizado el Máster de la Abogacía, podrá ejercer la profesión de abogado o procurador en los tribunales. Tendrá acceso a la Administración Pública para trabajar en los servicios jurídicos o en los equipos de letrados de los parlamentos regionales. A nivel estatal, su actividad puede estar encaminada hacia la judicatura, la fiscalía o las secretarías judiciales de la Administración de Justicia. Pero también puede dedicarse al Derecho Penal.
El Derecho Penal y la Criminología mantienen una estrecha relación desde sus orígenes, siendo ambas disciplinas eminentemente prácticas y enfocadas al estudio del delito desde el punto de vista individual y social. Si el Derecho Penal persigue el estudio legislativo y el derecho positivo del delito, la Criminología complementa dicho análisis de la personalidad de víctima y delincuente. En definitiva, Criminología y Derecho Penal constituyen disciplinas complementarias y necesarias para el estudio integral de la conducta punible, del delincuente, del control del delito y de la víctima.
Un doble grado en Derecho y Criminología es la mejor opción para defender los derechos y libertades de los ciudadanos con todas las herramientas, garantías y conocimientos necesarios para prevenir la delincuencia.
El Derecho Penal se materializa en el Código Penal como protección de bienes jurídicos y prevención de conductas delictivas futuras. En sus páginas se resguardan valores tan significativos como la libertad, la seguridad o la vida, por lo que se convierte en el garante de los derechos fundamentales tales como la legalidad, la igualdad o la seguridad jurídica que emanan de la Constitución.
La evolución de las conductas criminales
Las conductas criminales han evolucionado a lo largo del tiempo y según las sociedades y sus respectivas culturas. El delito es el conjunto de conductas dañinas para la sociedad y el legislador debe definir la conducta que merece recibir el autor del delito, pero también quien establecerá la política criminal apropiada para delimitar, prevenir o reprimir ese acto delictivo. Aunque no todas las sociedades consideran punitivas las actuaciones personales o sociales. Así, por ejemplo, el adulterio es considerado en algunos países como motivo de pena de muerte y en España fue un delito hasta 1978, con penas de hasta 6 años de cárcel.
Para la Criminología, el delito se afronta como la conducta desviada respecto a la norma que dicta la sociedad. Si el Derecho Penal se considera como la ciencia de lo que “debe ser”, la Criminología es la ciencia del “ser” e identifica el método utilizado para actuar sobre la conducta humana, sobre el concepto normativo legal del delito, sobre cómo prevenir y reducir de una manera eficaz los ataques a la sociedad.
Por tanto, se puede concluir que entre el derecho penal y la criminología existe una interacción por la que se puede afirmar, sin duda, que la Criminología sin Derecho Penal está ciega y el Derecho Penal sin Criminología es una ciencia estéril. Existen muchos ejemplos de esta afirmación: los delitos contra la seguridad vial (arts. 379 y ss. CP) o los delitos contra la seguridad colectiva (arts. 341 y ss. CP) afectan a bienes jurídicos colectivos y existen para preservar principios como la vida o la salud. En este caso, en lugar de esperar a que se produzca una lesión concreta, el ordenamiento opta por castigar las conductas que generen peligro. Este tipo de actuaciones no serían posibles sin los estudios y trabajos desarrollados por la Criminología, que actúan como preventivos de un delito.
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