Alumna en el césped conectándose online para estudiar

Alumna con una manta en el césped conectándose online para estudiar.

5 de agosto de 2025. La directora del Grado en Filosofía, Política y Economía en la Universidad Isabel I, Sheila López Pérez ha publicado recientemente un artículo en el blog académico Studia XXI, titulado “La universidad online: una oportunidad para un nuevo humanismo”, en el que reivindica el valor transformador de la educación digital desde una perspectiva ética, crítica y profundamente humanista.

En un contexto de creciente digitalización, la profesora López Pérez propone una visión alternativa y reflexiva sobre la universidad online, alejada de su interpretación puramente instrumental o técnica. En sus palabras, “hablar de universidad no es tanto hablar de su formato como hablar de su sentido”, y es precisamente desde esa mirada donde encuentra en la educación digital un espacio de enorme potencial para cultivar la autonomía, la comprensión y la ciudadanía activa.

Formación integral y compromiso social

En su artículo, la profesora Sheila López cuestiona los discursos que presentan a la universidad online como una simple fábrica de títulos o una modalidad de segunda categoría. Frente a ello, propone entender la educación digital como una herramienta al servicio de la justicia educativa, capaz de ofrecer una formación individualizada, inclusiva y comprometida con el bien común.

Sheila López nombra en su reflexión a autores como Victoria Camps, Enrique Dussel o Martha Nussbaum para defender que el aprendizaje en entornos digitales no debe replicar el aula presencial, sino construir una experiencia distinta, centrada en las condiciones de vida de cada estudiante y orientada hacia la transformación personal y colectiva.

Educación online como acto de confianza y ciudadanía

Uno de los ejes centrales del texto es la defensa de la autonomía como una dimensión moral, no técnica. Para la autora, la universidad online no puede ni debe ser un espacio de soledad, sino un entorno de diálogo, acompañamiento y responsabilidad compartida. La autonomía, afirma, se fortalece en el marco de relaciones humanas y de pensamiento crítico que pueden construirse perfectamente en el ámbito virtual si este se concibe desde un compromiso ético.

El aula virtual puede convertirse en un ágora”, sostiene López, si se orienta a la deliberación, la construcción de sentido y la formación de ciudadanía. En esta línea, subraya que la universidad digital no debe limitarse a capacitar para el mercado laboral, sino a preparar a las personas para vivir con dignidad, responsabilidad y espíritu crítico.

Un nuevo humanismo en tiempos digitales

El artículo concluye con una reflexión de fondo sobre el papel de la universidad en la sociedad actual. En un momento en el que la educación corre el riesgo de verse reducida a procesos y competencias, Sheila López recuerda que “educar es dar razones, enseñar a pensar, a convivir, a construir ciudadanía lúcida y sensible”, citando a la filósofa Adela Cortina.