
Artículo de la profesora María del Mar Muñoz González publicado en la revista Desperta Ferro.
6 de noviembre de 2025. La profesora María del Mar Muñoz González, de la Universidad Isabel I, analiza en la revista Desperta Ferro la compleja historia de las misiones y misioneros en California, un proceso que combinó evangelización, control territorial y transformación cultural durante los siglos XVII y XVIII. Su artículo, titulado “La conquista espiritual: Misiones y misioneros en California”, explora cómo estas instituciones marcaron la frontera norte del virreinato novohispano y dejaron un legado arquitectónico, social y cultural que perdura hasta hoy.
Según la historiadora María del Mar Muñoz, la expansión misional coincidió con un contexto histórico convulso, marcado por la expulsión de los jesuitas y las reformas borbónicas. Las misiones no solo buscaban cristianizar a los pueblos originarios, sino también consolidar la presencia española frente a potencias extranjeras como Francia, Inglaterra o Rusia. Desde un punto de vista jurídico, las misiones contaban con autorización papal, mientras que en términos prácticos eran espacios administrativos, productivos y residenciales, con iglesias, campos de cultivo, corrales y talleres.
El artículo destaca la diversidad de las comunidades originarias de California: desde los pericúes, guaicurano y cochimíes en la península, hasta los grupos de la Alta California, como kumeyaay, mojaves, cahuillas, luiseños, chumash, miwoks o pomos, entre otros. Estas comunidades estaban fragmentadas cultural y lingüísticamente. Fueron transformadas por los misioneros a través de la enseñanza del cristianismo, la agricultura, la ganadería y el aprendizaje de oficios artesanales.
Relevo de franciscanos y dominicos
Muñoz González explica que el relevo de los jesuitas por los franciscanos y dominicos marcó un nuevo impulso misional. Mientras los franciscanos avanzaban hacia la Alta California bajo la dirección de fray Junípero Serra y del gobernador Gaspar de Portolá, los dominicos se ocuparon del sur, consolidando la totalidad de la península bajo el control espiritual de estas órdenes. Las misiones funcionaban como centros de evangelización, educación, producción agropecuaria y control social, estructurando la vida de los neófitos con horarios de trabajo, oración y educación religiosa.
El artículo no elude los conflictos y resistencias que surgieron entre misioneros y pobladores indígenas: huidas, rebeliones y tensiones derivadas de la explotación, la sedentarización forzada y la pérdida de autonomía. Además, subraya el impacto demográfico: entre 1777 y 1820, la población aumentó solo mediante la conversión, mientras que los indígenas originales sufrieron un descenso drástico, estimado en 135.000 personas por enfermedades y cambios en prácticas reproductivas.

Cuadro de la Misión de San Gabriel en California que ilustra el artículo.
Sin embargo, la profesora también pone en valor la huella arquitectónica y cultural de las misiones franciscanas, cuyos modelos de construcción, técnicas agropecuarias, lengua y organización social, influyeron de manera perdurable en California y en la identidad estadounidense. Desde el desarrollo del mission style hasta la planificación de comunidades autosuficientes, estas misiones dejaron un legado indeleble que aún hoy se refleja en la región.
En palabras de la profesora Muñoz González: “Los franciscanos se convirtieron en agentes esenciales de cambio social y aculturación. Su labor fue clave para la ocupación, reorganización y control de California, dejando una impronta rica, compleja e indeleble”.
La labor de los misioneros españoles en América Latina se reconoce hoy en día como un fenómeno que trasciende su dimensión religiosa para convertirse en un puente cultural, social y educativo entre continentes. Su papel postatlántico ha contribuido a la evangelización (objetivo inicial de los españoles desde la orden de Isabel I que definió a todos sus súbditos como católicos). No obstante, los misioneros contribuyeron, en general, al fortalecimiento de comunidades, al desarrollo de proyectos sociales y a la preservación de la identidad local.