Alberto Barrón Ruiz de la Cuesta, egresado de la Universidad Isabel I

Alberto Barrón Ruiz de la Cuesta, egresado de la Universidad Isabel I. Fotografía publicada por Cantabria Liberal.com

26 de abril de 2021. Los seviros augustales constituyeron una institución de carácter semioficial en el mundo antiguo, que se desarrolló entre los siglos I a.C. y III d.C. en las ciudades de la mitad occidental y de habla latina del Imperio romano. Los miembros que formaban parte de esta institución eran libertos que se habían enriquecido en negocios vinculados a la artesanía y el comercio. El modo de exhibir su nuevo estatus consistía en hacer gala de su promoción social mediante el ejercicio del sevirato augustal.

Este es el tema elegido por Alberto Barrón Ruiz de la Cuesta, egresado de la Universidad Isabel I en el Máster en Formación de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria,  Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, que acaba de publicar esta obra que ahonda en lo que se había considerado como un sacerdocio vinculado al culto imperial, pero que más bien era una herramienta para que los libertos crecieran en la escala social de la época. Los libertos aprovechaban esta oportunidad para ascender socialmente, pese a la discriminación que sufrían en la legislación romana, dado su origen esclavo, que, en principio, era origen de una fuerte estigmatización.

Alberto Barrón Ruiz de la Cuesta analiza el sevirato augustal estudiando su distribución geográfica y sus características regionales y locales. Asimismo, analiza el estatus jurídico de los seviros augustales, su promoción social o las distinciones y jerarquías internas de esta institución. Barrón Ruiz de la Cuesta estudia también la riqueza de sus miembros, los pormenores de su ascenso social, su función religiosa y la movilidad geográfica de sus miembros.

El trabajo histórico realizado revela las funciones cívicas y religiosas de este cargo, posiblemente ligadas a los festivales Augustalia en honor al emperador, y el reconocimiento que llegaron a alcanzar los seviros augustales como élite urbana de segundo nivel.