Remeras de Deustu Arraun Taldea tras ganar la Bandera de Sestao 2019 de la Liga ETE. Fotografía de Ángel Obregón.

       Remeras de Deustu Arraun Taldea tras ganar la Bandera de Sestao 2019 de la Liga ETE. Fotografía de Ángel Obregón.

9 de febrero de 2021. Ángel Obregón Sierra, profesor del Grado en Ingeniería Informática y del Máster de Formación del Profesorado de la Universidad Isabel I, ha publicado un artículo en la revista ‘Materiales para la Historia del Deporte’ tituladoEvolución del número de regatas de traineras (1939-2019)’. El profesor de la Universidad Isabel I explica que las regatas de traineras son competiciones deportivas que se celebran en el norte de España entre embarcaciones compuestas por trece remeros y un patrón. Desde mediados del siglo XIX, las traineras se utilizaban para pescar y únicamente competían en las fiestas de sus localidades con otros pueblos cercanos, para obtener el premio económico y la bandera de la población organizadora.

El trabajo investigador del docente de la Universidad Isabel I pretende analizar la evolución que han seguido el número de regatas de traineras desde la Guerra Civil hasta nuestros días, para demostrar su evolución y comparar estos datos con el número de clubes en cada momento, relacionando el crecimiento de esta práctica deportiva tradicional. Estas instituciones se han fundado en las provincias de Pontevedra, La Coruña, Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa, donde se celebran la mayoría de las competiciones de esta especialidad. También explica que en los últimos 10 años se ha observado un nuevo crecimiento en las regatas de traineras, con la presencia en las competiciones de la categoría femenina y veterana.

En la primera mitad del siglo XX estas competiciones evolucionaron hasta convertirse en un evento deportivo y los pescadores fueron sustituidos por miembros de sociedades deportivas. El número de competiciones fue creciendo gracias al aumento de premios, las ayudas políticas, la mejor estructuración del calendario de regatas, la mejora en el transporte o la fuerte identidad de las comunidades marineras que hicieron crecer su interés por los enfrentamientos tradicionales. El aumento sustancial de la práctica de este deporte se produjo en torno a 1970, cuando varias localidades afianzaron sus competiciones.

El origen de las regatas de traineras

El término trainera procede de la palabra traína, que era una red de fondo utilizada para la pesca de la sardina. Las embarcaciones que utilizaban este arte de pesca terminaron asumiendo este nombre.  Ángel Obregón señala que en la década de 1820 aparecen las primeras fuentes escritas para estas embarcaciones en la localidad vizcaína de Ondárroa y las primeras regatas de las que se tiene constancia datan de 1840, principalmente en el País Vasco y Cantabria. Así, detalla el historiador, ‘en San Sebastián hubo una regata en honor a Isabel II en 1845, donde ganó la lancha de Zumaya ante otras dos tripulaciones. En el puerto de Bayona también hubo regatas en 1846 y en La Coruña en 1851, celebrándose regatas de lanchas, canoas, botes de tráfico y buques’.

A partir de 1865 son frecuentes las regatas de traineras en Bilbao, Santander, San Sebastián y otras localidades más pequeñas como Santoña o Castro Urdiales. Las competiciones gallegas fueron un poco más tardías que en el resto, pero afloran desde finales del siglo XIX. Y en Asturias hay constancia de una regata en 1893 en la ría de Avilés.

Postal que muestra a remeros de Santoña en 1920. Anónima.

    Postal que muestra a los remeros de Santoña en los 1920. Anónima.

El comienzo de siglo trastocó el tipo de celebraciones náuticas en las principales ciudades norteñas, con competiciones curiosas. Así, en el programa de las fiestas de Bilbao durante varios años se indica la celebración de regatas a remo entre embarcaciones de servicio de los buques de las escuadras de guerra, pero no de traineras. A pesar de la ausencia de regatas en las grandes ciudades, en poblaciones como Santoña o Castro Urdiales, siguieron celebrándose regatas prácticamente sin descanso hasta la Guerra Civil.

Tras el conflicto bélico, las regatas volvieron a cobrar importancia, aunque la crisis en torno a 1950 llevó a que se celebrara una competición con sólo tres embarcaciones en la Bandera de La Concha (San Sebastián) en 1957, una de las más importantes. Pero poco a poco, la recuperación de algunos clubes históricos, la celebración de regatas en Cantabria y la fundación en 1966 del Gran Premio del Nervión, revitalizaron este deporte, que ha crecido hasta el día de hoy.

Vencedores en El Abra de Bilbao en 1921. Fuente Albaro Aresti.

      Vencedores en El Abra de Bilbao en 1921. Fuente Albaro Aresti.

Buen ejemplo de ello es que en 2019 se disputaron 22 regatas en la liga Eusko Label Liga de Traineras (ACT), 16 en la Liga Euskotren, 22 en las dos divisiones de la Liga Asociación de Remo del Cantábrico (ARC), 15 en la liga Emakumenzo Traineruen Elkartea (ETE), 34 en diferentes divisiones de la Liga Gallega de Traineras, 13 en la Liga ABE (veteranos) y 6 en la Liga Gallega de Veteranos.

Ángel Obregón ha comprobado en su trabajo de investigación el ascenso tanto en el número de clubes como en el aumento de las regatas disputadas. Además de las razones de carácter social para organizar las regatas, Obregón subraya que ‘el régimen franquista quiso mostrar una situación de tranquilidad y normalidad en el país, con la celebración de fiestas y eventos de toda índole, como las regatas de traineras. En esta época se hizo frecuente la presencia del general Franco en las regatas de traineras de San Sebastián y La Coruña, entregando los premios en su yate, el Azor’. Con el paso de los años estas ayudas institucionales fueron decreciendo, observándose una crisis en torno a 1950 que se mantuvo casi 15 años. A partir de ese momento, el esfuerzo de ayuntamientos y clubes permitió este aumento. ‘Quizá también influyó en este crecimiento la Ley de Asociaciones de 1964, que reconocía a las asociaciones deportivas como de ‘utilidad pública’, además de tener la posibilidad de pedir subvenciones al Estado español y conseguir privilegios económicos’, destaca Obregón.

Este aumento en las competiciones fue progresivo hasta 2009, momento en el que entran en escena las categorías femenina y veterana, que generaron un aumento sustancial en el número de regatas celebradas, especialmente en la provincia de La Coruña.

Trainera antes de darse la salida en la bahía de La Concha (San Sebastián) en 1915. Fuente: https://www.kutxateka.eus/Detail/objects/6946

Trainera antes de darse la salida en la bahía de La Concha (San Sebastián) en 1915. Fuente: www.Kutxateka.eus.