Imagen de la portada del libro 25 años de tecnología educativa

Composición con la portada del libro '25 años de Tecnología Educativa' de Martin Weller, editorial Iusses in Distance Education.

22 de enero de 2021Anna Sánchez-Caballé, coordinadora del Máster en Tecnología Educativa y Competencia Digital Docente acaba de publicar una reseña en la revista científica Digital Education Review sobre el libro de Martin Weller '25 años de Tecnología Educativa'. Este profesor de la Universidad de la Open University (Universidad Abierta del Reino Unido, en Milton Keynes, Inglaterra) es uno de los teóricos más importantes de la actualidad sobre Tecnología Educativa.

En su libro ’25 años de Tecnología Educativa’ Weller repasa en 25 capítulos la evolución de la tecnología educativa (ed tech) y los principales hitos desde 1994 hasta 2018. Cada capítulo cubre un año y su herramienta o concepto relacionado desde una perspectiva descriptiva-crítica. Weller enfatiza así el papel social y humano de la tecnología de la educación a través de cada tema.

Anna Sánchez-Caballé explica que ‘en el área de la tecnología educativa, a menudo se piensa que el progreso es rápido. Los expertos provienen de diferentes campos del conocimiento’. El autor sugiere proporcionar una base para los profesionales que ingresan al área, compartir y registrar un historial de implementación de tecnologías en la educación avanzada, presentar la ampliación de diversas tecnologías a lo largo del tiempo, destacar la importancia de abordar la tecnología de la educación desde una perspectiva crítica y proporcionar una narrativa alternativa sobre la historia de la tecnología de la educación.

Historia de la tecnología educativa

El año 1994 marca el inicio en el mundo de la tecnología educativa. Se creó Bulletin Board Systems que empezó a compartir contenidos a través de la red, permitiendo pensar en nuevas posibilidades relacionadas con la educación. Pero este sistema era excesivamente técnico, lo que dificultaba su aplicación.

El motor de búsqueda web se popularizó en 1995. Cada vez tiene interfaces más accesibles. Esta universalización de la web sienta las bases de la mayoría de las tecnologías que se desarrollarán en los años sucesivos.

La Comunicación mediada por computadora (CMC) surge en 1996. Une varios tipos de comunicación en línea y representa el comienzo del compromiso de la educación con las herramientas en línea.

En 1997, nace el constructivismo, con la búsqueda de una forma de impartir clases online en la que el vídeo, todavía no es una opción. Se aprovecharán las potencialidades de la web para aprender, en busca de una opción útil. El constructivismo motiva a que sea el alumno el que se encarga de construir su propio conocimiento, basándose en la experiencia y la relación conceptual.

Los wikis aparecieron en 1998, como la tecnología que mejor representa la filosofía de la ‘web abierta’. Una wiki es una web que cualquier persona puede editar de forma colaborativa. Y provocó un cambio hacia la democratización web.

El aprendizaje electrónico surge en 1999, con la popularización de la web y la integración del prefijo ‘e’ que cobró protagonismo. Las escuelas de todos los niveles empezaron a mostrar interés por esta opción educativa. Anna Sánchez-Caballé explica que en ese momento se consideró que supondría un coste menor que el presencial. El e-learning desarrollo en la siguiente década los pasos para convertirse en una tecnología con estándares y enfoques educativos.

Novedades con el cambio de siglo

La llegada del año 2000 motivó que se desarrollaran los objetos de aprendizaje, con la programación de objetos. En el contexto educativo se propuso que los profesores evitaran la repetición y se consideró innecesario tener un profesor repitiendo el mismo concepto.

En 2001 se descubren los estándares de aprendizaje electrónico, con la creación de plataformas fáciles de usar, la definición de evidencias para el seguimiento… lo que sentó las bases del aprendizaje electrónico.

El sistema de gestión del aprendizaje (LMS) se define en 2002. Los LMS son sistemas robustos que ofrecen a las universidades una solución corporativa para el e-learning, para conseguir un aprendizaje electrónico.

La llegada de los blogs

Los blogs son en 2003, como resultado directo de la web 2.0; cuando la sociedad se da cuenta de que todo el mundo puede publicar en línea. Las redes sociales permiten a los usuarios inscribirse y recibir actualizaciones. Desde el punto de vista educativo, los blogs son herramientas clave en el trabajo y la creación de una identidad digital.

Los Recursos Educativos Abiertos (REA) aparecen en 2004. Se consideran materiales de enseñanza-aprendizaje que se pueden encontrar en cualquier medio y son de dominio público, sin derecho de autor, que permiten el acceso, uso adaptación y redistribución sin costo.

El vídeo en la educación irrumpe en 2005, año en el que se funda YouTube y crecen varios servicios para compartir vídeos. Cualquier persona puede compartir el contenido multimedia fácilmente y comienza el proceso de democratización de contenidos a través de HTML. Los vídeos son útiles para la creación de breves exposiciones de contenido clave.

Los mundos virtuales como Second Life existían antes de 2007, pero este año su popularidad aumenta. Es el momento en el que escuelas y universidades deciden crear islas para impartir cursos formativos en tales entornos, pero los campus virtuales no tuvieron tanto éxito entre los estudiantes como se esperaba.

El año de las carteras electrónicas es 2008. Con los portafolios electrónicos en educación se crean los archivos en los que los estudiantes pueden almacenar y exhibir sus aprendizajes a lo largo de la vida. E-portfolio es un producto tecnológico que despierta mucho interés en el mundo académico, aunque no logró establecerse como una opción estándar de evaluación.

La aparición de las redes sociales

Twitter y las redes sociales aparecen en 2009, y aunque aparecieron desde los primeros momentos trolls y bots, se ha establecido una democratización revolucionaria, creando un espacio en el que todos pueden opinar y no son valorados por sus títulos sino por su contenido.

El conectivismo surge en 2010, como la primera teoría de aprendizaje nacida de Internet, creada por George Siemens y Stephen Downes, que entendieron los procesos de enseñanza-aprendizaje como algo que ocurre dentro de varios entornos que no necesariamente están controlados por el individuo. Esta teoría comenzó como base de los MOOC, aunque luego sus caminos divergieron.

Los Entornos del Aprendizaje Personal (PLE) ofrecen en 2011 un conjunto de herramientas que permiten unir varias plataformas, aunque, según Weller, no siempre son cuidadosas con los datos.

El fenómeno MOOC

El fenómeno MOOC incluye ya en 2012 varias tecnologías o conceptos como el vídeo, la web 2.0, el conectivismo lo que hace de estos cursos un nuevo nicho de mercado.

Los libros de texto abiertos llegan en 2013, abaratando el coste de los libros siguiendo la línea de OER. Para la autora de la reseña, este tipo de iniciativas se alejan un poco de las nuevas metodologías en las que el alumno es un elemento activo en el proceso de aprendizaje.

En 2014, la analítica de aprendizaje se concentra en el análisis de los miles de datos que se generan con el uso de la tecnología y la repercusión que tiene en varios niveles. En el ámbito educativo y más concretamente, en la educación a distancia, la analítica del aprendizaje permite analizar algunos comportamientos y reajustar los procesos de aprendizaje.

Las insignias digitales (que surgen para reconocer competencias y conocimientos adquiridos) se inventan en 2015; captan la atención del colectivo educativo, aunque implican cierto trabajo y aceptación.

La inteligencia artificial

La inteligencia artificial resurge en 2016 y en torno a este concepto se ha debatido relacionando la tecnología con la ética. El teórico Weller señala en el libro que quizá el mayor aporte que ha hecho la inteligencia artificial al sistema educativo es que la sociedad se de cuenta de lo valiosas que son las personas que lo forman.

Blockchain en 2017 se considera por el autor como una de las tecnologías más asombrosas en educación, porque permite la creación de un registro de logros y reconocimientos, que se transfieren de un ordenador a otro, de manera cifrada, lo que dificulta la falsificación o el pirateo.

El último capítulo del libro se refiere a 2018, momento en el que se produce un giro distópico en la tecnología educativa. Weller señala que lo importante, tras realizar un recorrido por los diferentes hitos tecnológicos, es centrarse en objetivos pequeños y concretos. Los descubrimientos tecnológicos no siempre se pueden aplicar de una manera directa o rápida, por lo que se puede considerar a la tecnología educativa como un campo en constante evolución.