Tres ciclistas en los campos de la rioja entre viñedos

Gil Díez-Usandizaga, Ignacio (2009). Un fotógrafo de Logroño. Imágenes de José Luis Gil-Díez (1933-1948). Logroño: IER, pp. 74-76.

4 de febrero de 2021. Bajo el título ‘El velocipedismo/ciclismo en La Rioja en el siglo XIX: sobre el origen e historia de las sociedades Veloz Club Riojano de Logroño y Club Velocipedista Harense’, David Mota Zurdo, coordinador del Grado en Historia y Geografía de la Universidad Isabel I, acaba de publicar en la revista ‘Materiales para la Historia del Deporte’ un estudio sobre los orígenes de la afición ciclista en la comunidad riojana. La revista científica citada aglutina trabajos relacionados con los orígenes y evolución de las actividades físicas, así como de estudios de ciencias sociales y humanidades vinculados con el deporte en general, para favorecer su difusión en la comunidad científica.

David Mota Zurdo, vinculado a la localidad riojana de Haro, elaboró esta investigación en 2020, coincidiendo con la importancia concedida por las autoridades municipales y regionales de La Rioja al ciclismo con la exposición ‘A pedales por la historia’ organizada por la Casa de las Ciencias de Logroño. En su análisis, el profesor de la Universidad Isabel I arroja luz a una historia inexplorada, rescatando documentos inéditos del Archivo Municipal de Haro y el Archivo Histórico Provincial de La Rioja. En sus investigaciones ha revelado que el Club Velocipedista Harense surgió en 1890, momento en el que esta entidad organizó carreras para las fiestas de la Virgen de la Vega (8 de septiembre) en el desaparecido velódromo del cerro de San Agustín (en las inmediaciones de lo que hoy en día es la avenida de La Rioja de Haro), que solía congregar a un gran número de aficionados. Allí, Arturo Marcelino, alcalde de la localidad, promovió la organización de corridas de novillos, carreras de velocípedos y orfeones para “la mayor afluencia de forasteros”, recoge el artículo.

Carrera en Haro en 1908

Gil Díez-Usandizaga, Ignacio (2009). Un fotógrafo de Logroño. Imágenes de José Luis Gil-Díez (1933-1948). Logroño: IER, pp. 74-76.

Se podría definir el Club Velocipedista Harense como la segunda entidad velocipédica fundada en La Rioja después del Veloz Club Riojano de Logroño (de 1888). Desde sus orígenes, el club vivió en dificultades económicas, como se recoge en ‘la petición a la Diputación de Logroño de una aportación económica para la adquisición de premios destinados a los ganadores de una carrera’. Aquella solicitud fue denegada porque en aquel momento los velocípedos se consideraban un vehículo y no un “artefacto deportivo”, explica David Mota Zurdo.

El Club Velocipedista Harense tuvo una vida corta, no superó la década de existencia y desapareció antes de finalizar el siglo XIX. El investigador de la Universidad Isabel I explica en su publicación que durante esta época Haro experimentó un efímero crecimiento económico: la crisis de la filoxera en los viñedos franceses favoreció el nacimiento de numerosas bodegas y un auge de la comercialización del vino riojano. En aquel momento, entre otros avances para la localidad, se construyó una estación de tren y se abrió una sucursal del Banco de España.

No fue hasta 1964 cuando surgiría el sucesor de ese primer club ciclista en Haro, de la mano de ‘Pacopín’, que presidió el Club Ciclista Harense. Esta entidad deportiva ha organizado, entre otros, la Clásica Viña Tondonia, el Memorial Álvaro Fernández y la marcha cicloturista Desafío Herrera.

Carrera en Haro, 2, en 1908

 Fernández, Andoni (2004). Los espacios de sociabilidad en Logroño a comienzos del siglo XX. Una aproximación a la historia del ocio. Logroño: IER, p. 131.