Varios momentos del acto de entrega de los diplomas

El acto, celebrado en el centro que los padres agustinos tienen en la localidad madrileña de Alpedrete, ha sido el brillante colofón a este título propio en el que han participado cargos directivos de los colegios que la congregación de los padres agustinos tiene en toda España.

La carga lectiva del curso ha sido repartida en 200 horas de carácter teórico y otras 50 horas de prácticas. Los objetivos del curso son actualizar las capacidades y la formación de los directivos para profesionalizar su actividad, capacitar a los participantes para desarrollar tareas directivas en centros educativos no universitarios y transmitirles técnicas eficaces para afrontar las tareas habituales del directivo como son dirigir equipos, gestión de recursos humanos y del conocimiento, recursos del centro o solución de conflictos.

En el acto de entrega de los diplomas han intervenido Valeriano Aldonza Campo, consejero de Educación de la provincia de España de los padres agustinos, Juan Antón Rodríguez, evaluador de calidad del ITE-CECE, y el rector Alberto Gómez Barahona. Valeriano Aldonza ha recordado a los alumnos participantes que el futuro de los centros agustinos «está en vuestras manos» y que la labor de dirigir un centro es «complicada»; de ahí que la formación específica sea una «necesidad urgente y constante».

Por su parte, el Rector de la Universidad Isabel I ha agradecido la invitación y en su discurso de clausura, además de explicar que la Universidad ha dejado clara desde su primer año de vida su «vocación de formar a quienes forman», recordaba a los alumnos participantes que para los profesores y directivos de los centros educativos «formarse permanentemente ya no es una opción, sino una actitud personal y colectiva necesaria e ineludible para quienes tienen en sus manos la trascendental tarea de educar a los jóvenes en un mundo en constante cambio, que exige la adquisición de nuevas habilidades y competencias profesionales para resolver con garantía de éxito los nuevos retos». El Rector ha añadido que el docente del siglo XXI «es un guía, un acompañante de los alumnos en el proceso de la educación, y debe ser un ejemplo para ellos».