Evolución humana

Evolución Humana.

11 de noviembre de 2022. El profesor Francesc Gascó, docente del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, más conocido en redes sociales como Pakozoico, explica en un vídeo de la Fundación Palarq la historia de la secuenciación del ADN actual y antiguo. En su exposición detalla los trabajos llevados a cabo por el investigador Svante Pääbo, que este año ha recibido el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por su descubrimiento sobre el genoma de homínidos extintos y la importancia de este hallazgo en la evolución humana.

El profesor Gascó recuerda que fue un 7 de mayo de 2010 cuando se publicó el borrador del Genoma Neandertal en la prestigiosa revista Science. Esta publicación supuso una revolución científica y abrió las puertas al nacimiento de una nueva disciplina: la paleogenómica, conocida como el estudio del ADN antiguo. Este artículo recogía el estudio de 4.000 millones de pares de bases de ADN. En él se argumentaba sobre la teoría de una posible hibridación entre neandertales y humanos modernos, ya que algunos componentes del genoma neandertal permanecían en la secuencia de humanos modernos.

Los orígenes del estudio del ADN se remontan a 1984, cuando el investigador Russ Higuchi, de la Universidad de Berkeley (Estados Unidos) informó de rastros de ADN detectados en un espécimen de Quagga (subespecie extinta de cebra) que conservaban en el museo de la Universidad. Los científicos habían podido extraer ADN del animal 150 años después de su muerte.

El bioquímico Svante Pääbo comenzó a estudiar el ADN en poblaciones prehistóricas, centrándose en la utilización de métodos de genética para estudiar a los primeros humanos. En 2006 anunció un plan para reconstruir el genoma completo del hombre de Neandertal, ya que la ciencia permitía que este ADN fuera replicable en especímenes momificadas hace miles de años. Las metodologías de entonces para replicar el ADN, a través de clonación bacteriana, eran muy lentas. Con el desarrollo de las técnicas de la polimerasa o PCR, se dio un gran paso para la secuenciación del ADN tanto actual como antiguo.

ADN

Cadenas de ADN.

El interés generado por estas nuevas técnicas permitió el estudio del ADN en restos humanos, a través de las momias. Con estos restos se pudo estudiar si en sus tejidos blandos se podían seguir el rastro de su ADN. Estos estudios se aplicaron a momias como Otzi (la momia de un hombre que falleció en el valle de Otz, en los Alpes en torno al 3255 a.C. encontrada por dos montañeros en septiembre de 1991, originario de la Edad de Bronce). También se estudiaron las momias de Llullaillaco, en los Andes argentinos, tres niños encontrados momificados en los años 50 del siglo pasado, que fueron sacrificados por los incas en torno al volcán que recibe el mismo nombre y se encuentra a 6739 metros de altitud. En estos casos, que tuvieron procesos de momificación natural. El estudio se amplió a algunas conservadas artificialmente en Egipto. Los restos momificados son un recurso limitado y la mayoría de los estudios se realizan sobre huesos y dientes, que tienen fuentes más abundantes en el registro de fósiles.

Hoy en día, la investigación está liderada por el científico Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, en Alemania. La finalización del proyecto de secuenciación del genoma se publicó un borrador el 12 de febrero de 2009, coincidiendo con la fecha del aniversario del nacimiento de Charles Darwin. En este estudio se analizaron huesos de tres fémures de hembras encontradas en la cueva de Vandija (Croacia) con una datación de 38.000 años, que se completó con otros huesos encontrados en la Cueva de El Sidrón (España), Rusia y Alemania. Este estudio analizó 3.200 millones de pares de bases para determinar el genoma de Homo neanderthalensis tiene una secuencia igual de grande que el homo sapiens y los pares de bases de las dos especies son iguales en un 99.7%.

También en 2010 se analizó el análisis del ADN mitocondrial del homínido de Denisova, encontrado en Siberia, y se pudo comprobar que esta especie era una variación de los neandertales que tuvo un antepasado común con esta especie hace 650.000 años y con los humanos modernos hace unos 800.000 años. Este estudio también fue liderado por Svante Pääbo.