Víctor Rodríguez en el programa de la 8 Burgos, habla sobre la comunicación corporal

Víctor Rodríguez en el programa de la 8 Burgos, habla sobre la comunicación corporal

19 de febrero de 2021. En el programa Magazine de la 8 Burgos de la semana pasada, Víctor Rodríguez, decano de la Facultad de Criminología de la Universidad Isabel I, explicó la importancia de las expresiones faciales en la comunicación, la llamada comunicación no verbal, que llega a ser hasta el 65% de la contextualización de un mensaje. A través de los gestos una persona puede llegar a manifestar con su rostro algunas de las principales emociones en la comunicación (asco, ira, alegría o miedo). En este sentido, la mascarilla limita considerablemente la interpretación del mensaje que nos transmite la otra persona con la que hablamos y en ocasiones, es también un elemento que utilizan los criminales para que no se les reconozca.

Esta semana Víctor Rodríguez ha analizado el lenguaje corporal y la importancia de conocer la consonancia que los gestos pueden llegar a tener con el mensaje que transmitimos oralmente. En algunas ocasiones, el lenguaje de nuestro cuerpo puede actuar como foco que apoya o despista sobre lo que se dice. El gesto de cruzar los brazos frente a otra persona puede considerarse como un gesto de rechazo o aversión, pero también puede significar que es una postura con la que la otra persona está más cómoda o incluso puede ser una muestra de que le duele el estómago. Otro gesto que puede generar confusión puede ser poner la mano delante de la boca ya que puede ser un ejemplo de que se esconde algo, pero también se puede interpretar como una muestra de que la otra persona quiere toser.

Desde el punto de vista de la criminología, Víctor Rodríguez ha destacado que algunas conductas son estudiadas en la Facultad de Criminología como parte de la formación porque algunas posturas y gestos pueden mostrar la vulnerabilidad de la otra persona. En el caso de los funcionarios de prisiones o las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, conocer la actitud peligrosa de aquellos que deben frenar o custodiar, puede ayudarles a estar preparados ante un posible conflicto. ‘Hay actitudes que pueden mostrar miedo o estrés o incluso enfrentamiento que pueden acabar en una agresión. Por tanto, conocer esas muestras posturales, que se realizan de manera inconsciente, pueden servir a la autoridad para anticiparse al posible conflicto y actuar en consecuencia’, explica el decano de la Facultad de Criminología.

 No obstante, no hay manual estricto y el consumo de sustancias prohibidas puede llegar a alterar el comportamiento habitual de una persona. Sin embargo, si se puede definir que cuando una persona mueve mucho las manos en un contexto como puede ser una manifestación, ante un grupo de policías esta actitud puede llevar a una agresión. Otra actitud con la que también es necesario estar alerta es cuando la persona que está en una situación de tensión, como esa misma manifestación, se lleva las manos a la espalda, como un gesto que puede suponer un reto, mostrando una actitud de a ver quién es más valiente. En este caso, `los agentes de las fuerzas de seguridad pueden prever que es persona puede volverse agresivo y debe saber cómo atajarlo para evitar que se envalentone` matiza Víctor Rodríguez.

 Las técnicas de control de estas situaciones de tensión a través de tonos de voz más severos o graves, dar un paso hacia delante cuando los agentes se enfrentan a un disturbio son algunas técnicas que sirven para corregir situaciones de violencia y evitar que vayan a más.

La corporalidad analiza los movimientos y  la coherencia del discurso  así como la actitud. Los criminólogos estudian si una persona detenida, por ejemplo, ofrece incoherencias en su declaración. Cuando una persona ha cometido un delito y se siente como culpable o arrepentido del mismo,  normalmente su declaración se realizará con un tono arrepentido. En cambio, si miente, esa persona mostrará una actitud nerviosa porque su mente sabe que ha cometido el delito, aunque proclame su inocencia. En estos casos, el nerviosismo, el movimiento de las manos, los cambios de postura en la silla pueden ser ejemplos de que la persona no está siendo sincera en su declaración. Víctor Rodríguez destacó que hay muchos factores que se deben tener en cuenta en cada interrogatorio porque el detenido puede decir medias verdades, o mentir directamente. Además, en el caso de los psicópatas, al no mostrar ninguna emoción, este tipo de comportamientos son más difíciles de detectar.

Aunque los gestos faciales de la comunicación no verbal son internacionales, no ocurre lo mismo con los corporales. Un símbolo que en España puede resultar inocente, como por ejemplo el símbolo del ok o perfecto, en otros países puede ser muy ofensivo. Este gesto en Venezuela, Turquía, Rusia, Paraguay o Brasil significa madar al otro a 'paseo'; en Japón, ‘dinero’ y en Francia o Bélgica es un gesto que se usa para indicar ‘cero’. Por tanto, un simple gesto puede llegar a generar malentendidos, según el país en el que se haga.

Como conclusión, se puede decir que es necesario analizar un gesto en su contexto y solo así se podrá llegar a saber si lo que nos dice la otra persona es verdad o mentira. En la Facultad de Criminología se aprende cómo los prejuicios y las ideas preconcebidas que no tienen nada que ver con la realidad, desde el punto de vista de la seguridad, en la información y formación en un contexto de tensión determinado.