
Primera mesa redonda del congreso con los profesores Adela Alija Garabito, Ricardo Gómez Laorga y Virginia Saldaña Ortega.
7 de octubre de 2025. El III Congreso de Seguridad y Defensa ha reunido a expertos del ámbito académico, militar e institucional para debatir sobre la autonomía estratégica europea, los nuevos equilibrios geopolíticos y los desafíos de la seguridad global en un escenario de creciente incertidumbre.
Este foro de reflexión ha abordado el tema “Europa y la reconfiguración del orden mundial”. Durante dos jornadas, los expertos debatieron sobre los retos que afronta el continente europeo en materia de seguridad, defensa y cooperación internacional, en un contexto marcado por la guerra de Ucrania, la competencia entre potencias y la incertidumbre estratégica global.
El rector de la Universidad Isabel I, Alberto Gómez Barahona, inauguró el congreso acompañado del subdelegado de Defensa en Burgos, coronel Francisco de Asís Ramírez, y del decano de la Facultad de Criminología, Reinaldo Batista Cordova, quienes destacaron la relevancia del diálogo entre el mundo académico y las Fuerzas Armadas para afrontar los desafíos de nuestro tiempo. “La riqueza de este encuentro radica en el equilibrio entre los profesionales de la defensa y la seguridad y la visión del mundo académico. Las Fuerzas Armadas representan una institución que va mucho más allá del ámbito militar: son garantes de la estabilidad democrática y ejemplo de formación y servicio”, señaló el rector.

Alberto Gómez Barahona, rector de la Universidad Isabel I.
“Vivimos tiempos difíciles, pero también apasionantes. Europa debe ser protagonista en la defensa de sus valores, de su libertad y de su bienestar. La universidad, desde su vocación de conocimiento, tiene la responsabilidad de contribuir a ese debate”, incidió el rector de la Universidad Isabel I.
El coronel Ramírez insistió en la necesidad de difundir la cultura de defensa entre la ciudadanía, recordando que “la seguridad es un valor que sostiene todos los demás valores democráticos”. Subrayó que el Ministerio de Defensa mantiene su apoyo a estas jornadas, “que permiten acercar la realidad de las Fuerzas Armadas al mundo civil y universitario”.

Coronel Francisco de Asís Ramírez, subdelegado de Defensa en Burgos.
El decano Reinaldo Batista añadió que este congreso “plantea preguntas que no tienen respuestas inmediatas, pero que son necesarias para anticipar los desafíos del futuro”. Recordó que en el encuentro del año anterior se debatía sobre la posible elección de Donald Trump y su impacto en la seguridad europea, y hoy “esa hipótesis es una realidad que obliga a repensar la autonomía estratégica de Europa”.

Reinaldo Batista, decano de la Facultad de Criminología.
Primer bloque: Europa ante los retos geopolíticos del siglo XXI
El primer bloque del congreso, dedicado a analizar el papel de Europa ante los retos geopolíticos del siglo XXI, se abrió con la conferencia inaugural de Mercedes Guinea Llorente, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. Bajo el título “La UE ante su mayor crisis de seguridad: el Libro Blanco de la Defensa. Preparación 2030”, la experta ofreció una exhaustiva radiografía de la situación actual de la seguridad europea y las medidas que la Unión Europea está adoptando para reforzar su autonomía estratégica.
“La fuerza se ha impuesto como el lenguaje dominante en las relaciones internacionales. Ya no podemos seguir pensando que vivimos en una Europa del flower power. Hemos entrado en una era donde la imposición y la disuasión vuelven a marcar las reglas del juego”, explicó Guinea. Recordó que Europa afronta un conflicto híbrido permanente, con “más de 7.000 ciberataques registrados en el último mes solo por parte de Rusia”, lo que, en su opinión, “desestabiliza no solo el modelo económico, sino también el político y el de defensa”.

Mercedes Guinea Llorente, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid.
La profesora Guinea recordó que la UE no fue concebida como una alianza militar, y que aún carece de un verdadero marco jurídico para la defensa común, pese a la existencia del artículo 42.7 del Tratado de la Unión Europea. “La UE no se hizo para la guerra, y eso genera hoy un dilema entre bienestar y seguridad”, apuntó, señalando que “la defensa sigue pensándose en clave nacional y soberanista, mientras que la cooperación europea avanza lentamente”.
En su intervención, la profesora Guinea explicó los ejes del Libro Blanco de la Defensa Europea, que marcará la agenda política y militar de la próxima década. Este documento, elaborado por la Comisión Europea y que será debatido por los Estados miembros, propone medidas como la creación de plataformas conjuntas de compras militares, la reforzada cooperación con Ucrania, el impulso a la industria europea de defensa, la movilización de 150.000 millones de euros en préstamos y la designación de un Comisario europeo de Defensa. “Europa ha roto tabúes históricos y ha iniciado un proceso de construcción de su propia política de defensa, aunque los resultados se verán en el largo plazo”, concluyó Guinea. La profesora Guinea destacó igualmente que “la Alianza Atlántica atraviesa un momento crucial, marcada por las tensiones internas, el debate sobre el gasto en defensa y el nuevo equilibrio global derivado de la guerra de Ucrania y el auge de China”.
La experta en relaciones internacionales señaló que “el compromiso de los países europeos con la OTAN debe traducirse en hechos y presupuestos, no solo en declaraciones”, recordando que Estados Unidos mantiene en Europa más de 100.000 efectivos, mientras que el conjunto de los países europeos “no alcanza los 80.000 soldados desplegados en operaciones conjuntas”. En su opinión, el riesgo de una “era postatlántica” es real si Europa no asume más responsabilidades en materia de defensa.
Mesa de debate sobre los nuevos equilibrios globales: de la rivalidad entre potencias al papel de la UE
Tras la conferencia inaugural, el congreso celebró la primera mesa redonda, moderada por el profesor Ricardo Gómez Laorga, de la Universidad Isabel I. En ella participaron las profesoras Adela Alija Garabito y Virginia Saldaña Ortega, ambas de la Universidad Nebrija, quienes analizaron la evolución del sistema internacional y los retos que afronta la Unión Europea ante la fragmentación del orden mundial.
Adela Alija abordó “el revisionismo ruso tras la Guerra Fría”, el auge de los actores no estatales y el incremento de la inestabilidad en Oriente Medio, donde el conflicto palestino-israelí ha vuelto a escalar. “Vivimos un momento de reconfiguración de poder donde la rivalidad entre Estados Unidos y China marca el nuevo equilibrio global, mientras Europa se debate entre mantener su alianza atlántica o fortalecer su independencia estratégica”, explicó. Se ha realizado una involución en la democracia europea con una transición hacia el interés de la geoestrategia mundial hacia el bloque Indo Pacífico del mundo, con un futuro de mayor fragmentación política o hacia la formación de un sistema multipolar con espacios de actores te tengan una política propia frente a esa rivalidad de Estados Unidos y China.
Por su parte, Virginia Saldaña Ortega analizó la respuesta institucional de la Unión Europea ante esta incertidumbre global, destacando la importancia del diálogo intergubernamental y el mantenimiento de los valores democráticos frente a los desafíos del autoritarismo. “Europa no puede limitarse a reaccionar: debe liderar la defensa de un modelo basado en el derecho, la cooperación y los derechos humanos”, destacó. La integración europea no puede quedar paralizada por la unanimidad sino una flexibilidad y reflexión, con una cooperación reforzada, como un elemento integrador, porque la reforma de los tratados de la UE se ve inviable. El desafío actual es asumir que la institucionalización lleva a parálisis y se debe profundizar en el consenso para no fracturarse, porque el alma de la UE es la que está en juego.
Segundo bloque: la OTAN en la encrucijada
El segundo bloque del congreso, celebrado en formato híbrido, centró el debate en el papel actual y futuro de la OTAN. El coronel del Ejército de Tierra, Carlos Latorre Darde, habló de los retos transversales y los considerados como principales para la OTAN, al tiempo que definió los marcos de seguridad de partenariado. La OTAN se abre a extender su experiencia de seguridad no solo en actos defensivos sino en iniciativas de acercamiento a otras instituciones, para buscar acuerdos marco y reducir de esta forma la carga burocrática e institucional. Con estos programas estratégicos: se realizan consultas políticas, cooperación práctica, desarrollo de capacidades, planeamientos operativos y de fuerzas… dirigidos en base a lo acordado en la Declaración de Berlín en 2011. Esta medida permite a la OTAN establecer los acuerdos para que países individuales o organizaciones internacionales pueden participar en cuestiones de seguridad de este organismo internacional. Estas medidas se amplían a la formación y cursos de estos países o intercambio de unidades militares que puedan ser compatibles con las de la OTAN para realizar ejercicios y actividades militares.

Coronel del Ejército de Tierra, Carlos Latorre Darde, durante su ponencia online desde Bruselas.
El coronel Latorre señaló que la OTAN tiene una actividad exterior con otras entidades internacionales, como la Unión Europea o la ONU. Desde España, se ve a la OTAN y la UE como complementarias, ya que ambas promueven la defensa con vocación de seguridad y son proveedores de seguridad para sus estados miembros. Las dificultades a la hora de trabajar conjuntamente pueden estar en compartir la información (clasificada o no) en materia de seguridad; o el peso que tiene EE. UU. en Europa y su petición de ampliar los presupuestos en materia de defensa.
Mesa de debate sobre el papel de la OTAN ante la fragmentación del sistema internacional
En la mesa redonda posterior a la conferencia, también en formato online y moderada por la profesora de la Universidad Isabel I, Nuria Puentes Ruiz, participaron Andrés de Castro García (UNED) y José Luis Pontijas Calderón (UC3M), quienes analizaron el papel de la OTAN ante la fragmentación del sistema internacional y la pérdida de confianza entre sus miembros.
De Castro indicó que "no estamos siendo conscientes del cambio internacional actual" y planteó la necesidad de reforzar la cohesión política y la solidaridad entre los aliados. En su experiencia como profesor, considera que España ha perdido la capacidad de tener unas élites universitarias formadas para liderar el país porque “dan dado por hecho que Madrid no tiene ninguna relevancia en el plano internacional”. Considera necesario el rediseño de la labor universitaria, y la labor de las fuerzas armadas para debatir sobre el mundo de hoy, no el del pasado, por le cambio de estructuras, siendo conscientes del cambio y el impacto que tiene.
El profesor Pontijas por su parte, interpretó la deriva de los derechos hacia una cooperación instrumental y transaccional hacia un mundo multipolar desprovisto de reglas comunes (la imposición del 5%, la forzada europeización de colaboración a Ucrania…) todo subordinado a su industria militar y el reparto de cargas. A su juicio, este problema genera una crisis identitaria que debilita a la OTAN para actuar como una entidad de seguridad y podría amenazarla en su gestión efectiva.

Los profesores Nuria Puentes y José Luis Pontijas en la mesa de debate online.
El gasto en defensa, indica el profesor José Luis Pontijas, ha desplazado el interés sobre la cohesión. La instrumentalización transaccional impuesta por Trump, que utiliza un enfoque bilateral, con negociaciones con ambos polos (UE y Rusia) pone a Ucrania en el centro del debate y esto puede debilitar el papel de la OTAN que tiene el conflicto en sus fronteras. Para el profesor Pontijas, la OTAN tiene dos opciones: se puede dirigir hacia un estado de hibernación o ante la necesidad de reinventarse, en el caso de que Estados Unidos retire su paraguas de apoyo. Y concluye su exposición con la pregunta de si ¿estamos en condición de realizar esa emancipación de manera rápida sin el apoyo de Estados Unidos? Igualmente añadió que España y los países del sur de Europa, con los conflictos en el Sahel que son exponenciales, debería tener igualmente apoyo de los países del norte para reforzar su nivel de seguridad.
Sigue la primera jornada del III Congreso Internacional de Seguridad y Defensa en este enlace.
Tercer bloque: España y la seguridad en la nueva reconfiguración geopolítica
El tercer bloque, dedicado al papel de España frente a los nuevos retos globales, contó con la participación del coronel de Infantería del Estado Mayor José Luis Calvo Albero, con una ponencia centrada en los profundos cambios que atraviesa el orden mundial y sus consecuencias para Europa y España. “Vivimos una crisis sistémica, no solo geopolítica, sino también tecnológica, demográfica y social”, advirtió.

Coronel de Infantería del Estado Mayor, José Luis Calvo Alvero.
El coronel señaló que el sistema internacional se encuentra en una etapa de transición hacia un mundo multipolar, con un declive relativo de la hegemonía estadounidense y el auge de potencias como China o el bloque BRICS. En este contexto, la guerra de Ucrania y el conflicto de Gaza se convierten, según explicó, en detonantes que evidencian “el retorno de la guerra entre Estados al continente europeo y la falta de control en Oriente Medio”.
Calvo Albero destacó además que Europa vive un “despertar defensivo”, con un incremento de los presupuestos militares y el refuerzo de la política común de seguridad y defensa, aunque “la OTAN sigue siendo imprescindible ante la falta de una estructura europea sólida”. En el caso español, subrayó la necesidad de reforzar la cultura de defensa y de explicar a la ciudadanía “el esfuerzo que supone mantener nuestra seguridad en un entorno inestable”. España —afirmó— debe prestar atención tanto al Este europeo como al flanco Sur, especialmente en el Sahel, el Golfo de Guinea y el Norte de África, donde confluyen terrorismo, criminalidad y crisis estatales.
Mesa redonda sobre Europa ante los nuevos equilibrios internacionales
El profesor Tomás Gutiérrez Roa, de CEDEU, abordó en la mesa redonda presentada por el profesor Ronan Ciferice, los retos geopolíticos que afrontan España y la Unión Europea. Recordó que la invasión de Ucrania en 2022 “marcó el fin del orden unipolar surgido tras la Guerra Fría” y dio paso a una nueva realidad “multipolar, volátil e inconstante”.
El profesor Gutiérrez explicó que Europa ha iniciado un proceso de “despertar geopolítico” que busca dotarse de autonomía estratégica sin depender totalmente de sus socios, especialmente ante la incertidumbre del apoyo estadounidense. Sin embargo, advirtió de que las decisiones políticas avanzan más despacio que las necesidades reales: “Europa debe prepararse para actuar como un actor global, no como una ficha pasiva en el tablero mundial”.

Mesa de debate con los profesores Tomás Gutiérrez Roa, Ronan Ciferice y Víctor Rodríguez González.
Desde una perspectiva más técnica, Víctor Rodríguez González, director del Grado en Ciencias de la Seguridad de la Universidad Isabel I, analizó la importancia de la seguridad preventiva y la gestión de la desinformación. “El control y la verificación deben normalizarse en cualquier situación de alerta”, indicó. Propuso fortalecer la formación en simulacros tanto teóricos como prácticos y desarrollar una hoja de ruta ante escenarios de inseguridad a 30, 60 y 90 días. También defendió la creación de una organización público-privada que permita prevenir acciones de agresión a la seguridad nacional.
La planificación militar en la OTAN
La conferencia de clausura corrió a cargo del coronel Gabriel Flores, jefe del Estado Mayor de la División San Marcial, quien explicó cómo se articula el planeamiento militar dentro de la OTAN.

Coronel Gabriel Flores, Jefe del Estado Mayor- División San Marcial.
Recordó que la Alianza Atlántica cuenta con una estructura política y otra militar jerarquizada, en la que “las decisiones se adoptan por consenso entre los 32 países miembros”. Subrayó que las amenazas actuales son globales y exigen una respuesta coordinada basada en la cooperación, la disuasión y la defensa preventiva.
La División San Marcial, detalló, mantiene despliegues permanentes en el eje Este de Europa, en fronteras con Rusia, y España asume el liderazgo del Operativo Valencia, con presencia en misiones internacionales en Eslovaquia y otros países aliados.
Clausura y compromiso académico
En las conclusiones del Congreso, el profesor Ricardo Gómez Laorga, reflexionó sobre los riesgos que afrontan las democracias europeas en el nuevo contexto internacional.
Alertó sobre la “crisis del modelo occidental” y la proliferación de conflictos híbridos o externalizados, con el uso creciente de fuerzas extranacionales o privadas (como los casos de Wagner o Africa Corps). También insistió en la necesidad de considerar la desinformación y las deepfakes como amenazas prioritarias en las agendas de seguridad europeas.

La profesora María Hernández, del comité organizador y coordinadora de Investigación de la Universidad Isabel I.
La coordinadora de Investigación de la Universidad Isabel I, María Hernández Moreno, cerró el congreso destacando el compromiso de la institución con la difusión del conocimiento y la reflexión crítica sobre los desafíos globales. Agradeció la colaboración del Ministerio de Defensa y la División San Marcial, del comité científico y los ponentes, al tiempo que subrayó la necesidad de “estos encuentros, que nacen con la vocación de divulgar información objetiva y rigurosa, más allá de las opiniones personales”. En el cierre del Congreso, María Hernández valoró el éxito de esta tercera edición como “una muestra del compromiso de la Universidad con los temas de actualidad en materia de seguridad y defensa” y emplazó a los asistentes a la próxima edición.
Sigue la segunda jornada del III Congreso Internacional de Seguridad y Defensa en este enlace.