5 de octubre de 2020. Bajo el lema “Jóvenes docentes, el futuro de la profesión” se celebra hoy el Día Mundial del Docente. La pandemia de la COVID-19 ha señalado este año y ha planteado mayores desafíos en los sistemas educativos. El coronavirus ha reabierto el debate sobre la adaptación del sistema educativo a las demandas sociales, para incluir las tecnologías en el sistema de educación.
El sistema educativo, en muchos casos vocacional, ha decidido actualizarse y renovar sus conocimientos. Es el motor que potencia el progreso de la sociedad y la construcción de valores de las futuras generaciones. Los docentes tienen la labor fundamental de convertir el talento de cada uno de sus alumnos en un ciudadano activo para la sociedad. La directora del Grado en Educación Infantil de la Universidad Isabel I, Vanesa Martínez Valderrey, contextualiza esta jornada y subraya que “Los docentes son el pilar sobre el que se sustenta el crecimiento social y por lo tanto el motor del pensamiento crítico y la reflexión”.
Pero un docente, debido a la pandemia por el COVID-19, también es la persona encargada de contribuir al desarrollo de competencias, habilidades y destrezas de los alumnos. En muchas partes del mundo, debido a la situación actual, los docentes han sido quienes han abordado el trabajo de las instituciones y han decidido apoyar a los grupos de población vulnerables, reabrir escuelas y mitigar las brechas de aprendizaje en el plan de estudios.
Por ello, el tema elegido este año, en el Día Mundial del Docente, aborda el papel de las nuevas generaciones de profesores y dar forma al futuro de la educación y la profesión docente. En esta jornada se brinda la oportunidad anual de hacer un balance de los logros conseguidos y los retos que tienen los docentes en materia de educación para los próximos meses.
Derechos no reconocidos
A pesar del papel clave que tienen los docentes en la sociedad, en muchos países del mundo sus derechos no son reconocidos como deberían, y en ocasiones, hasta son vulnerados. Las recomendaciones de la ONU en este Día Mundial del Docente ponen sobre la mesa sus responsabilidades y derechos, así como las normas para su formación y los aspectos relacionados con el desempeño de su profesión. Pero también es el día para reflexionar sobre su contratación, su empleo, o sus condiciones de enseñanza y aprendizaje.
Es un momento para valorar la relevancia de estos profesionales en la sociedad y los desafíos a los que deben hacer frente. Mercedes Villasana, como directora del Máster en Formación del Profesorado manifiesta que “la educación de calidad es el cimiento imprescindible para una sociedad próspera y cohesionada. Para ello, es ineludible tanto la formación del profesorado, como el reconocimiento y valoración de su trabajo por parte del resto de la comunidad”.
Si volvemos la mirada hacia los datos, el Instituto de Estadística de la UNESCO indica que será necesario contratar a 69 millones de docentes para garantizar la universalización de la enseñanza primaria y secundaria hasta el año 2030. Esta institución recuerda que los derechos de los docentes, en muchos países, “han sufrido recortes en la última década ya que se mantiene la interinidad, la precariedad en el empleo o las aulas abarrotadas en muchos centros”.
Agenda 2030 en Educación
Entre los objetivos de la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible la educación juega un papel fundamental en la proyección de futuro, donde lo importante es la calidad en la enseñanza. El papel del docente es del liderazgo en el aula y su objetivo hacia el 2030 es convertir las nuevas generaciones en una sociedad más sostenible. “Hoy en día, la profesión de docente está infravalorada en muchos países del mundo lo que les lleva a ganar un sueldo, que, en muchos casos, no está acorde con sus responsabilidades sociales”, refleja el informe de la ONU.
La pandemia generada por el COVID-19 ha provocado una ocasión única para demostrar el liderazgo, la creatividad y la capacidad innovadora de los docentes para encontrar soluciones al problema educativo y nuevos entornos de aprendizaje, que garanticen la continuidad de la educación en cualquier parte del mundo.
El acceso a las TIC
Internet ha permitido esos cambios. Los docentes han garantizado el aprendizaje de los alumnos gracias a su capacidad de crear lecciones en línea, usar Zoom, Google Meet o Microsoft Teams para llegar a ellos, formar comunidades para intercambiar prácticas, utilizar las redes sociales como Facebook o Twitter para el apoyo pedagógico… todo ello ha mostrado la capacidad y flexibilidad de adaptación que han demostrado los docentes en estos meses.
Pero los datos de la pandemia también han revelado que, según el Informe de Naciones Unidas, entre un 43% y un 50% de los estudiantes a nivel mundial no tiene ordenadores o internet en sus hogares, por lo que el acceso a las TIC básicas resulta complicado. Y en el caso de los profesores, en ocasiones, no disponen de las herramientas TIC la conexión o incluso la formación, que deben realizar por su cuenta, sin el apoyo adecuado de las políticas educativas.
Aumentar las políticas educativas y el fomento de la formación en nuevas tecnologías de los docentes, así como invertir en tecnología por parte de las instituciones, permitirá conseguir la universalización de la educación.