Participantes en el podcast Reos de la res titulado "Mirandas a la estética".
11 de julio de 2025. La estética no es solo una cuestión de belleza ni un tema exclusivamente reservado al mundo del arte. Es, en realidad, una herramienta potente de interpretación y transformación social. Así lo explica la doctora Sheila López Pérez, directora del Grado en Filosofía, Política y Economía y defensora universitaria de la Universidad Isabel I, en el último capítulo de la tercera temporada del podcast Reos de la res, titulado “Miradas a la estética”, ya disponible en Spotify.
Acompañada por la investigadora Paula Sánchez Mayor y guiadas por el presentador Ignacio Clavero y Aurora Irene García Carreras, la profesora Sheila López propone una mirada filosófica y crítica a la estética contemporánea, entendida no solo como teoría del arte, sino como una disciplina que articula formas de ver el mundo, de sentirlo y de responder a él. Según la profesora López, la estética se ha ido modulando a lo largo del tiempo, adaptándose a las tensiones y gustos propios de cada época, pero manteniendo siempre su capacidad de influir en el pensamiento colectivo.
La ambigüedad de la estética
En su intervención, la filósofa sostiene que el valor de la estética radica precisamente en su ambigüedad: “es como una “casilla vacía” que permite reunir discursos diversos, entrelazando filosofía, historia, política y ética”. Lejos de ser una cuestión superficial, explica que el tratamiento de lo estético ha acompañado a los grandes debates del pensamiento, convirtiéndose en un espacio desde el cual comprender no solo el arte, sino también la construcción de la subjetividad y los mecanismos del poder.
Sheila López Pérez y el resto de los participantes durante el podcast.
La estética, afirma, no es neutral. Puede ser utilizada para encubrir injusticias, reforzar estructuras de poder o blanquear instituciones, pero también puede ser una herramienta de emancipación, que permita imaginar futuros distintos y ampliar nuestra capacidad de pensar y sentir más allá de lo que se nos presenta ante nuestros ojos. En este sentido, recuerda las advertencias de la Escuela de Frankfurt sobre el vínculo entre arte, ética y política: “lo estético no es ajeno a lo ideológico, sino un vehículo mediante el cual se puede manipular, seducir o transformar a la sociedad”.
¿Se puede separar al artista de su obra?
Frente a la clásica pregunta sobre si ¿es posible separar al artista de su obra?, Sheila López defiende que el objeto artístico siempre está impregnado del pensamiento y el contexto del sujeto que lo produce. No obstante, señala que también es legítima una lectura ahistórica o actualizada de las obras. Así, defiende una estética abierta, interpretativa y plural, que permita la convivencia de distintas formas de aproximarse al arte y a lo bello.
Cabecera del podcast.
Uno de los ejes de su reflexión en el podcast ha girado en torno a cómo el arte que consumimos habla de nuestra propia individualidad. Desde sus investigaciones en filosofía moral, Sheila López ha explorado cómo nuestras elecciones estéticas —la música que escuchamos, las series que vemos, el modo en que nos vestimos o decoramos nuestros espacios— revelan dimensiones profundas de nuestro yo, muchas veces más allá de la conciencia. Lo que nos gusta o nos emociona, afirma, no solo responde a patrones culturales o sociales, sino que forma parte de un proceso en el que se negocian deseos, contradicciones y formas de pertenencia, y eso es lo realmente interesante de cada individuo.