Sheila López, defensora universitaria de la Universidad Isabel I

Sheila López Pérez, la Defensora Universitaria de la Universidad Isabel I.

11 de noviembre de 2024Sheila López Pérez, defensora universitaria de la Universidad Isabel I, explica en esta entrevista la importancia de su rol para proteger los derechos de los estudiantes y personal de la universidad. Su labor no solo consiste en garantizar la confidencialidad, sino también en actuar como mediadora entre los estudiantes y la institución para asegurar que cada caso reciba una respuesta adecuada y justa.

¿Cuál es la principal función del defensor universitario?

La función principal es "comprobar si algún alumno, personal docente (PDI) o personal de administración y servicios (PAS) se ha encontrado en situación de indefensión dentro de la institución". La defensoría universitaria actúa cuando las instancias regulares no han dado una respuesta adecuada y que mi rol se enfoca en revisar si los protocolos y procesos institucionales han sido seguidos correctamente. La defensoría interviene cuando estos protocolos no se respetan, perjudicando a un tercero.

¿Cuáles son las principales funciones y responsabilidades que asume el defensor universitario?

Atiendo los casos que me llegan, analizo si se ha cometido algún acto que caiga fuera de las pautas institucionalizadas y, en caso de que se haya perjudicado a alguien, intento revertirlo. Es vital que los procesos se mantengan justos para todos.

¿Qué tipo de asuntos no entran en la defensoría universitaria?

La defensoría no interviene en asuntos extra-institucionales, aunque algunos temas extracadémicos relacionados con la convivencia, la inclusión o la diversidad sí forman parte de sus competencias. Nos ocupamos de que todos se sientan incluidos y respaldados dentro de la universidad; los temas de convivencia, inclusión y diversidad son fundamentales en nuestra labor; y también entran dentro del manual de buenas prácticas de la institución.

¿Por qué es importante contar con un defensor universitario?

La universidad, como cualquier otra institución social, puede fallar en algunos procesos y dejar “en ángulos muertos” a personas y casos que necesitan respuesta. Normalmente, todos los departamentos tienen su actuación regulada y se siguen una serie de procedimientos. Pero pueden ocurrir errores. El defensor universitario actúa en esos casos en que las instancias regulares no logran atender el problema, proporcionando una vía alternativa para resolver situaciones complicadas. Esta figura se inspira en el Defensor del Pueblo, pero está adaptada al entorno universitario.

¿Qué perfil profesional y personal es el ideal para el defensor universitario?

El perfil adecuado es “más una cuestión personal que profesional”. Aunque el defensor puede provenir de diversas disciplinas —geografía, química, CAFD o derecho—, el perfil personal debe contener mucho sentido común, ser moderado, cauteloso y empático. De esta manera se puede tener una actitud mediadora y una gran capacidad para escuchar.

¿Cuáles son los canales de comunicación que tienen los alumnos o la comunidad universitaria para contactar con el defensor universitario?

El canal principal es el correo electrónico, que viene estipulado en la web de la universidad. Es el medio mediante el cual los alumnos pueden hacerme llegar sus quejas o dudas directamente y de forma confidencial.

¿Con qué recursos cuenta el defensor universitario para realizar su labor?

En la Universidad Isabel I, la defensoría es un órgano unipersonal, es decir, no cuenta con adjuntos ni personal de apoyo específico, como ocurre en algunas universidades. Se trabaja de forma independiente para gestionar y resolver cada caso que llega a la oficina.

Sheila López,

Sheila López Pérez.

¿Qué tipo de casos o quejas suelen recibir?

Los casos son variados en mis tres años como defensora universitaria. Durante la pandemia, las quejas se multiplicaron, alcanzando entre 150 y 200 al año, muchas relacionadas con protocolos sanitarios. Recientemente, la cifra se ha reducido, con unas 68 quejas anuales, relacionadas principalmente con desconocimiento de los procedimientos y desacuerdos con calificaciones.

En esos casos, lo que hacemos es asesorar al estudiante sobre los pasos que puede dar y orientarlo. También estamos disponibles para toda la comunidad universitaria, aunque hasta ahora solo he recibido correos de estudiantes.

¿Cómo perciben los estudiantes la figura del defensor universitario?

Me ven como una mediadora entre ellos y la institución. Según la resolución del caso, la percepción de los estudiantes varía: a veces me ven casi como su abogada, pero si la resolución no es a su favor, me perciben más como la abogada de la universidad.

Algunos retos de futuro

Con el crecimiento del alumnado, tanto en universidades públicas como privadas, los casos en la defensoría también aumentan. Sheila destaca que en una universidad online, como es la Isabel I, los estudiantes pueden sentirse despersonalizados y perdidos. “La figura del defensor es muy importante para ellos porque se sienten, digamos, muy despersonalizados en un entorno virtual. La defensoría se convierte en el puente para personalizar y dar respuesta a sus inquietudes”, matiza.

En suma, la figura del defensor universitario en la Universidad Isabel I, representada por Sheila López, es esencial para la defensa de los derechos de la comunidad educativa. Inspirada en el Defensor del Pueblo, su labor garantiza que cada miembro de la universidad tenga un recurso al que acudir cuando los mecanismos institucionales no responden. Sheila López se ocupa de revisar cada caso de manera independiente, actuando como puente entre los estudiantes y la universidad para asegurar un entorno inclusivo y justo.