teoría y práctica

Teoría y práctica deben ir de la mano.

11 de noviembre de 2022. Bajo el título ‘La labor de la teoría para Horkheimer y Adorno: un espacio resguardado del mundo con la capacidad de transformarlo’ la profesora Sheila López Pérez, coordinadora en la Universidad Isabel I, colabora en el libro Filosofía, método y otros prismas: historia y actualidad de los problemas filosóficos, que acaba de publicar la editorial Dykinson en la colección Conocimiento Contemporáneo.

Sheila López considera que la teoría es clave a la hora de cambiar la realidad. Sigue los pasos de Horkheimer y Adorno, de la Escuela de Frankfurt, que recuerdan que sin la teoría, la práctica puede desembocar en barbarie. En su exposición, la profesora López señala que la teoría permite definir qué y por qué se debe plantear un lugar mejor, matizando la importancia de la teoría en un tiempo, el actual, en el que se desarrolla un pragmatismo descontrolado.

La profesora de filosofía de la Universidad Isabel I destaca que las teorías críticas de la historia se han limitado a señalar lo negativo, sin proponer alternativas afirmativas. “La praxis sin teoría, decían los de Frankfurt, es siempre una praxis ciega, mientras que la teoría sin praxis solo puede ser impotente. Por ende, cualquier teoría que busque ser útil a la sociedad debe componer un movimiento dialéctico, un movimiento inconcluyente entre la teoría y la práctica”, explica, a lo que añade que una teoría que se esté revisando y repensando continuamente a sí misma, permite que la sociedad pueda extraer mejor los recursos de los que dispone en cada momento de su historia.

La teoría crítica ha tenido siempre una doble tarea: designar lo que debe ser cambiado y conservar determinados momentos culturales. Por tanto, se podría definir esta teoría como una autocrítica de la praxis o una autoconciencia que busca proyectar nuevos horizontes que no se deduzcan de lo que hay, sino que impliquen un cambio cualitativo.

En la actualidad, si se quiere emprender algún cambio en el espíritu de la sociedad, deben ser los individuos, eligiendo hacerse cargo de sí mismos, sus pensamientos y sus actos, los que lo emprendan. La tarea del pensamiento crítico en la actualidad se resume en rescatar la separación entre lo que es y lo que debería ser. El trabajo de la profesora López Pérez se encamina a “localizar cómo una realidad podría mutar hacia algo mejor, a testar su legitimidad en cada contexto y tiempo específicos y a abrir paso a la elaboración crítica de mejoras y progresos”. Y para todo ello, el trabajo teórico es fundamental.