hiperrealismo

Vista de una obra de arte y escultura contemporánea en la galería de arte en el área de Beyoglu de Estambul.

28 de abril de 2022. La revista Agora. Papeles de Filosofía, de la Universidad de Santiago de Compostela, acaba de publicar en su último número un artículo de Sheila López Pérez, profesora de la Universidad Isabel I, titulado ‘el hiperrealismo en la cultura como imposibilidad de cambio en la política: la incapacidad para imaginar futuros alternativos analizada a través de Danto, Fisher y la Escuela de Frankfurt’. El artículo plantea la hipótesis de la aparición del hiperrealismo en la cultura lo que, a juicio de la profesora López Pérez, suprime la labor propia de la cultura que otorga al ser humano la capacidad para imaginar realidades alternativas.

Sheila López apoya su hipótesis de trabajo a lo largo del artículo sustentando su teoría en los planteamientos propuestos por Arthur Danto y Mark Fisher, así como los de Adorno y Marcuse, “que denunciaron la cerrazón de nuestra instancia crítica y la incapacidad de nuestra instancia política”, explica la docente. Para la profesora de la Universidad Isabel I, su trabajo parte del concepto de cultura a partir de la Escuela de Frankfurt, distinguiendo entre cultura profunda, provocadora, compleja y cultura hiperrealista (desubstanciada y simplificadora), para adentrarse en el llamado “final del arte” planteado por Danto, que supone el nacimiento del hiperrealismo.

La experta en filosofía de la Universidad Isabel I ahonda en la cultura hiperrealista a través de Fisher, a través de su obra, destacando su frase “No hay alternativa”, para profundizar en la ausencia de novedad en el ámbito artístico y el ámbito político. La profesora López realiza una critica cultural a través de Marcuse, con la posibilidad de generar un nuevo sujeto revolucionario que revolucionará la propia cultura, para concluir que el hiperrealismo representa la falta de alternativas a la virtualidad.

“Las técnicas de reproducción de imágenes son la herramienta anhelada por la mirada positivista, pues capturan el mundo como si éste fuera una multitud de datos derivados y continuados. Si la realidad es una amalgama de hechos cerrados, encadenados y cognoscibles, entonces su reproducción en imágenes hiperrealistas no falsea la realidad. Solo ayuda a clasificarla”, explica. La virtualidad se caracteriza por ser un espacio determinado y restringido.

Para Sheila López, el mundo virtual hoy en día es una especie de ciudad digital cuyas calles están restringidas por unos dueños que las monopolizan y determinan lo que se puede y no se puede hacer en ellas, lo que se puede y no se puede comprar, lo que se puede y no se puede decir, explica Sheila López, siguiendo la idea de tecnofeudalismo de Cédric Durand.