La diversidad entre los jóvenes.
14 de septiembre de 2023. La Directora del Grado en Filosofía, Política y Economía de la Universidad Isabel I, Sheila López Pérez, acaba de publicar un capítulo en el libro ¿Quién dijo que no se puede enseñar Filosofía? Apuntes sobre su didáctica que acaba de publicar la Editorial Tirant Lo Blanch.
Bajo el título ‘La recuperación de la cultura y su lógica compleja: una propuesta educativa para convivir en la diversidad’ la docente de la Universidad Isabel I reflexiona sobre qué es un individuo educado hoy en día. “Cavilar sobre la educación implica pensar muchos elementos, articular muchos niveles, cuestionar muchas ideas arraigadas que parecen evidentes”, señala.
Sheila López incide en el concepto de educación para la vida en democracia, destacando que los seres humanos no son democráticos por naturaleza sino que “nacemos con la posibilidad de ser muchas cosas, y depende de los “genes culturales” que se nos inyecten por medio de la educación, se nos habilitará para materializar unas posibilidades u otras”.
La profesora López Pérez manifiesta que para hablar de educación es necesario partir de todo aquello que conforma el ser humano, como la palabra, la posibilidad de diálogo, la capacidad de comprensión y la comunicación. “El uso que le demos a la palabra, a la educación y a la comprensión, es lo que perfilará la posibilidad de la sociedad en que vivimos y de su diversidad”, apostilla.
La educación ofrece la posibilidad individual de constituir un espacio compartido con muchos proyectos, que pueden enfocarse hacia la convivencia, la democracia y la libertad. Ahondando en este concepto, dentro de marco político, la educación trata de buscar la forma de convivir en la pluralidad, con la responsabilidad del buen ciudadano consigo mismo y para con el otro, con su disposición y habilidad para comunicarse.
En sus conclusiones, Sheila López recalca que “el modo en el que tratamos al otro refleja una concepción determinada de la realidad y de sus identidades, y no es lo mismo tratar estas como algo abierto, procesual y en constante cambio, que como algo clausurado, estático y excluyente”, por lo que, en síntesis, la característica del ciudadano educado es su auto-conocimiento como sujeto único e irrepetible y el conocimiento del otro.