Víctor Rodríguez en el programa de La 8 Burgos, habla sobre la comunicación no verbal.

   Víctor Rodríguez en el programa de La 8 Burgos, habla sobre la comunicación no verbal.

12 de febrero de 2021 ¿Cómo transmitimos nuestras emociones a través de los gestos? ¿Puede la comunicación no verbal ayudarnos a fingir o mentir a los demás? La comunicación no verbal y su investigación para prevenir posibles conductas violentas o engaños ha sido el tema analizado esta semana por Víctor Rodríguez, decano de la Facultad de Criminología de la Universidad Isabel I en el programa Magazine de la 8 Burgos.

Víctor Rodríguez explicó que los primeros estudios sobre las emociones básicas innatas del ser humano, desde un punto de vista científico datan de 1972. En estos estudios se determinaron cuáles son las emociones más importantes del ser humano, que se asocian con cualquier niño, independientemente del lugar de la tierra en el que haya nacido (alegría, tristeza, enfado y asco). ‘Un niño, por ejemplo, sonríe y ese gesto se asocia con la alegría o llora y puede significar que está enfadado o molesto por algo. Sin embargo, no siempre es así y los gestos pueden llevar a ser malinterpretados. Un niño puede fruncir el ceño y ser una muestra de que es miope y no ve bien’, explica el Decano de la Facultad de Criminología.

Lo más importante en estos casos es saber interpretar el conjunto. ‘Saber interpretar categóricamente que cuando una persona está frunciendo el ceño, la persona se puede poner violenta por lo que será necesario estar precavido para poder actuar en consonancia’, detalla Víctor Rodríguez.

Las mascarillas limitan la comunicación

En los últimos meses, debido al uso de las mascarillas, se ha alterado nuestra percepción de la comunicación no verbal, porque se limita la posible interpretación del rostro de la otra persona con la que nos comunicamos. ‘La comunicación no verbal puede llegar a reducirse hasta un 60% debido a la mascarilla, con lo que se pierde una gran parte de la información necesaria para interpretar un estado emocional’, subraya Víctor Rodríguez. Si la otra persona con la que se mantiene la comunicación frunce la boca o abre las aletas de la nariz, como gestos de disgusto o asco, con la mascarilla es más complicado reconocer estos matices.

No obstante, los estudios de comportamiento no verbal que pueden determinar el engaño de una persona y que son fundamentales para las fuerzas y cuerpos de seguridad en un interrogatorio, por ejemplo, no sólo se ciñen al rostro. ‘Es importante realizar un estudio completo no sólo con lo que expresa el rostro sino todo el cuerpo, para poder interpretar correctamente qué nos dice o no nos dice la otra persona con sus expresiones’, señala Víctor Rodríguez. Para el experto en criminología, a veces se producen discordancias entre lo que expresa la cara y el lenguaje no verbal del cuerpo, y en estos casos, se puede determinar si la otra persona dice la verdad o miente. `Y para ello, es necesario determinar el conjunto, siendo muy rigurosos con el análisis de cada gesto’, detalla.

En ocasiones, es más importante lo que no se dice. Hay un falso mito que señala que cuando alguien mira hacia arriba a la derecha o abajo a la izquierda y desvía la mirada de la persona que tiene enfrente, está mintiendo. Sin embargo, algunos estudios han señalado que no existe una evidencia científica que demuestre este hecho. `A veces, es mejor separarse del interlocutor para seguir contando una historia y se desvía la mirada. Eso no quiere decir necesariamente que se esté mintiendo’, concreta Víctor Rodríguez.

En el Grado en Criminología de la Universidad Isabel I, los alumnos aprenden a distinguir entre los matices de la comunicación no verbal con un método científico. ‘Si el interlocutor frunce el ceño, o tiene una postura rígida, si mueve las comisuras de los labios, si tiene miedo o sorpresa… Las verdaderas emociones duran 0,5% de un segundo en el rostro, por lo que el criminólogo, en el análisis de un minuto de grabación, puede tener un trabajo de más de una hora para poder conocer todos los matices de una expresión. Muchas veces debemos analizar fotograma a fotograma’, destaca Víctor Rodríguez.

Muy útil para la seguridad

Desde el punto de vista de la seguridad, las técnicas de reconocimiento facial se usan en este tipo de análisis. Víctor Rodríguez destaca que no hay que fiarse de una persona que pone cara rara, porque puede ser una pista de un comportamiento violento posterior. ‘Es necesario seguir las pistas que nos permitan anticiparnos a ese comportamiento para evitar males mayores’, señala Rodríguez. Este tipo de técnicas son utilizadas por las fuerzas de seguridad como policías, funcionarios de prisiones, sanitarios… para prevenir situaciones de tensión que pueden generar daños mayores, con riesgo físico. El lenguaje corporal puede llegar a anticipar si una persona es agresiva, tiene miedo o está tensa.

En algunas ocasiones, ante la malinterpretación de estos gestos, se han llegado a desencadenar situaciones graves. ‘En Estados Unidos, por ejemplo, donde una buena parte de la población utiliza armas, se ha llegado a interpretar que una persona saque la cartera como que puede coger un arma y se abre fuego contra ella. Es necesario saber interpretar los gestos y posturas para evitar que esto ocurra’, explica Víctor Rodríguez.

El decano de la Facultad de Criminología ha detallado que es la Psicología Forense la ciencia que analiza este tipo análisis. En concreto, el de los estudios de los psicópatas como ‘expertos en saber esconder sus emociones y mantener una actitud muy fría, controlando sus gestos de manera artificial para poder adecuar sus gestos a sus fines criminales’, concluye Víctor Rodríguez.

Sobre esta materia, se profundizará en próximos programas.