Víctor Rodriguez durante la grabación del programa de la Sexta, Equipo de Investigación

Víctor Rodríguez durante la grabación del programa de la Sexta, Equipo de Investigación sobre  el asesinato de Miriam Vallejo.

24 de enero de 2022. Víctor Rodríguez González, profesor del Máster en Psicología Forense y los Grados en Criminología y Ciencias de la Seguridad de la Universidad Isabel I, participó el pasado viernes 21 de enero en el programa Equipo de Investigación de La Sexta. El programa se dedicó al asesinato de Miriam Vallejo cuando se cumplen 3 años del asesinato de la joven a 950 metros de su casa, en un descampado de la localidad de Meco, mientras paseaba a su perro.

El profesor de la Universidad Isabel I es experto en análisis de ADN. En los laboratorios de la Universidad Isabel I recreó el estudio del ADN realizado por los laboratorios criminológicos del caso, quienes descubrieron rastros de ADN en la etiqueta de la chaqueta que llevaba Miriam Vallejo cuando fue asesinada. Esta ADN corresponde a Sergio, uno de sus compañeros de piso que además era novio de Celia, su amiga y tercera inquilina del piso que compartía con la fallecida. Sergio fue detenido y puesto en libertad con cargos.

Víctor Rodríguez explicó que las pruebas de ADN de la chaqueta de Miriam no son concluyentes. Víctor detalló cómo los investigadores realizaron un rastreo de las pruebas de ADN en la chaqueta; con hisopos frotaron la etiqueta y “en ella encontraron una mezcla de ADN donde una de las muestras pertenecía a Miriam y la otra a Sergio”.

Víctor Rodríguez en el programa

Imagen de Víctor Rodríguez en la emisión del reportaje.

A pesar de encontrar el ADN del compañero de piso de Miriam en la chaqueta, la policía le deja en libertad. El profesor Rodríguez González explica que “no se puede determinar como llegó esa muestra de ADN a la etiqueta de la prenda de la víctima. Se alega por el abogado del detenido que, como son convivientes en el mismo piso, pudo haber una transferencia de ADN por la convivencia”. En este sentido, Víctor Rodríguez añade que esta transferencia se pudo producir por algún roce o al introducir la ropa en la lavadora.

El experto criminólogo se apoyó en varios estudios recientes para aseverar que, si se alega que el ADN se transfiere de la lavadora, debería encontrarse material genético en otras partes de la prenda, no solamente en la etiqueta. Víctor Rodríguez también indica que otros estudios señalan que se puede determinar la transferencia de ADN por otras causas, poniendo ejemplos como haber tendido la ropa y destenderla o estando prendas juntas en el armario, o porque el detenido le pudo colocar la prenda sobre los hombros. En este sentido, el profesor de la Universidad Isabel I señala que no se puede adjudicar al 100% el ADN en el lugar del delito, razón por la que quedó en libertad.

Víctor Rodríguez en el programa

Imagen de Víctor Rodríguez en el reportaje, profesor de la Facultad de Criminología de la Universidad Isabel I.

Habla el padre por primera vez

En el programa sobre el crimen de Meco, habló por primera vez el padre de la joven asesinada, Juan Vallejo. El padre destacó que días antes de su muerte, Miriam estaba triste. Su padre le preguntó qué le ocurría y ella le respondió que “ellos vivían su vida y ella, la suya, pero no me quiso contar nada”, destaca el programa. En el reportaje se lanza la hipótesis de que Sergio pudo ser presuntamente sorprendido por Miriam con otra persona en el piso y se sospecha que ella tenía intención de contarle todo a su amiga Celia.

La joven fue agredida por la espalda en un descampado y le asestaron más de 60 puñaladas, por lo que la policía considera que un crimen así sólo se produce por venganza. Se descartó el robo al encontrarse la cartera y el móvil a lado de la víctima.

Grabación del equipo de investigación

Fotografía durante la grabación del programa en el laboratorio de Criminología de la Universidad.

Cabe señalar que una pareja que paseaba por las inmediaciones encontró a Miriam con vida unos segundos después de la agresión que acabó con su vida, pero nada pudieron hacer por salvarle la vida. Estos testigos también señalaron no haber visto a nadie más en los alrededores, salvo unas luces de móvil a lo lejos. Tampoco pudieron escuchar nada de la joven que agonizaba.

El crimen sigue sin esclarecerse.