José María Salgado Cacho Profesor del Máster en Psicología General Sanitaria
Jue, 07/03/2024 - 11:46

Entrada de José María Salgado. Mujeres con el puño en alto y una sujetando el símbolo de la mujer

Serie: 'El ABC de la Psicología' (XXVI)

Es muy difícil ser mujer, porque en realidad no sabes en qué consiste ni quieres asumir lo que la tradición exige. Mejor no ser nada para poder serlo todo. (Montero, 2013)

Aspectos básicos del feminismo y (muy) breve recorrido histórico

Es necesario comenzar con una definición básica del feminismo como movimiento de liberación de la mujer, el cual nace para conseguir cambios en las relaciones sociales, que busca eliminar las jerarquías y desigualdades de género.

El feminismo propugna un cambio en las relaciones sociales que conduzca a la liberación de la mujer –y también del hombre– a través de eliminar las jerarquías y desigualdades entre los sexos (López, 2021).

Conociendo el origen del feminismo, es difícil entender el mal uso que algunas personas han hecho de este movimiento, desvirtuando las metas reales que persigue.

Equilibrio buscando la igualdad de hombre y mujer con fichas de madera

Buscando la igualdad.

Para entender la evolución de la lucha por la igualdad entre hombre y mujeres, es necesario hacer un poco de memoria. A lo largo de la historia, las mujeres se han enfrentado a obstáculos significativos en una sociedad dirigida y pensada por hombres, viéndose obligadas a adoptar estrategias creativas para ser reconocidas (Fundación Juan Vives Suriá, 2010). El uso de seudónimos masculinos, como en el caso de las hermanas Brontë en la literatura y la periodista María Luz Morales en el periodismo para hacerse un hueco con su trabajo, ejemplifica la lucha por la igualdad de género en el acceso a la esfera pública. En la ciencia, mujeres como Marie Curie, también utilizaron seudónimos para ser tomadas en serio, a pesar de la importancia de sus investigaciones. Las dificultades fueron afrontadas tomando como motor la autoconfianza en lo que se estaba haciendo, enfatizando también la necesidad de ser constantes en esta tarea (Calame, 2005). Quizás una de esas frases motivadoras más conocidas sea "La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo", palabras que resonaron en Marie Curie cuando no existía un techo de cristal para las mujeres, sino un insalvable muro de piedra.

Pero a pesar del éxito final que obtuvo, citando a Montero (2013), la propia Madame Curie, concluía “No es preciso llevar una existencia tan antinatural como la mía. Le he entregado una cantidad de tiempo a la ciencia, porque quería, porque amaba la investigación… Lo que deseo para las mujeres y las jóvenes es una sencilla vida de familia y un trabajo que les interese”, frase que invita a la reflexión, para lo que se puede hacer, lo que se puede conseguir y el precio que se puede pagar. Lógicamente, esta reflexión no tendría sexo, aplicándose de igual manera a mujeres y hombres.

No toda la lucha de la mujer, incluso la liderada por mujeres, ha sido fácil ni homogénea. Hitos tan importantes como el movimiento por el Sufragio Universal en el siglo XIX, con iconos de la lucha por los derechos políticos de las mujeres como Clara Campoamor y Victoria Kent, mostraron grandes diferencias en sus discursos. En este sentido, mientras Campoamor defendía el derecho al voto y la libertad de las mujeres como algo inmediato, Kent opinaba que esa debería ser la meta, pero que en el momento en el que se encontraban, las mujeres no estaban aún preparadas, por lo que era probable que ejercieran equivocadamente ese derecho a voto. Pensaba que una vez instaurada la libertad de derechos y sólo después de haber sido ejercido durante años por las mujeres (acceso a todo tipo de trabajos, acceso a la enseñanza universitaria…) era cuando la mujer debería ser libre de votar. Y si estas personalidades de la época pudieron tener visiones tan diferentes en algunos aspectos, no es de extrañar la diferencia de discursos que nos encontramos en la actualidad.

Pero a pesar de todas las dificultades, y gracias a esta lucha incansable de otras muchas mujeres a lo largo de la historia, en la actualidad a las mujeres no se les reconoce como un icono de delicadeza o fragilidad, sino que son igualmente característicos la valores como la dedicación, la fuerza, la inteligencia y la responsabilidad.

¿Qué ha cambiado? Mujer y su papel en el desarrollo de la sociedad

Bola del mundo con caras de mujeres

Las mujeres en el mundo. Fuente. Pixabay.

El rol de la mujer ha evolucionado más allá de lo familiar, adquiriendo un papel esencial en la transmisión de valores socioculturales, tomando estas reflexiones desde la sociedad occidental. En otras partes del mundo, la lucha feminista tiene otras prioridades urgentes que, por suerte, ya están conquistadas en nuestra sociedad. La incorporación al mercado laboral y la feminización de la fuerza de trabajo han generado cambios en la percepción de roles tradicionales. La orientación hacia lo profesional como parte esencial del desarrollo de la persona, la dedicación al trabajo y a los proyectos familiares o sentimentales al ritmo y planificación laboral (Leana, 1998) son elementos que se van modificando con nuestra nueva sociedad, influyendo en hombres y mujeres, pero mediados por el cambio social que se potenció desde esta lucha.

A pesar de los avances obtenidos, las mujeres contemporáneas se enfrentan a nuevos desafíos, entre los que hay que contemplar una continuación por una lucha que a veces no está clara, está mediatizada o se utiliza con fines diferentes a la búsqueda de la igualdad real. Recordar la historia, el origen del feminismo y las metas reales que persigue, debería ser un elemento catalizador para los mensajes, a veces distorsionados, que llegan desde diferentes medios. Feminismo es la búsqueda de la igualdad, todo lo demás, es una desvirtuación de sus objetivos.

Claro ejemplo de esto es cuando se ha puesto énfasis en la victimización de la mujer para continuar con la lucha hacia la libertad. La victimización lleva implícita la infantilización y una renuncia, aunque no deliberada, de la igualdad. El feminismo reivindica la igualdad desde un trato igualitario. Reivindicar el carácter frágil de las mujeres, es aceptar la debilidad (Sánchez, 2015).

Es interesante plantearse, al menos, que la igualdad debe buscarse desde la conservación de los elementos más positivos de las mujeres, con los elementos más positivos de los hombres, con la intención de crear un “estereotipo de igualdad de sexos” compuestos por ambos componentes. Esta afirmación no es contraria a la premisa de que libertad es elegir y poder hacer, según los propios valores y convicciones.

Está en nuestras manos recrear una sociedad en la que, no solo se describa la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, sino que se viva dicha igualdad.

Lo que aquí se expone, no es nada más que una insuficiente muestra de lo que ha supuesto la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, es simplemente una pincelada de lo que se ha hecho, lo que se está consiguiendo y lo que queda por hacer. Pero hay un camino abierto y que se dirige a una sociedad más igualitaria. Y, para terminar, una frase de Clara Campoamor que afirma con contundencia “La libertad se aprende ejerciéndola” y gracias al esfuerzo y las puertas que dejaron abiertas grandes mujeres de nuestra historia, estamos en el momento de poder ejercerla.

Artículo redactado con la colaboración de Coral Jiménez Crespo. Psicóloga de la Fundación Hogar Abierto.

Referencias:

Calame, K. (2005). Obsessive Genius: The Inner World of Marie Curie. Journal of Clinical Investigation, 115(5), 1109–1109. doi:10.1172/jci25145.

Fundación Juan Vives Suriá. (2010). Lentes de Género. Lecturas Para Desarmar El Patriarcado. Fundación Editorial El perro y la rana.

Leana, C.R. (1998). [Review of The Time Bind: When Work Becomes Home and Home Becomes Work; Finding Time: How Corporations, Individuals, and Families Can Benefit from New Work Practices, by A. R. Hochschild & L. Perlow]. The Academy of Management Review, 23(3), 627–629. 

López, A. (2021). Análisis Del Feminismo e Igualdad En Twitter. Estudios de Caso de Los Movimientos # NiUnaMenos y # MeToo. Universidad a distancia de Madrid.

Montero, R. (2013). La ridícula idea de no volver a verte (1. ed). Seix Barral. ISBN 84-322-1548-1.

Sánchez, P. (2015). Historia Social e Historia Cultural de Las Mujeres. Apuntes Para Un Debate. Revista de Historiografia, 22(1), 13–23.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1832

Burgos, España

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