Diana Gallego de Marcos Profesora de CAFD
Vie, 05/05/2023 - 12:51

Médico que analiza las constantes vitalesAnálisis de las constantes vitales.

Serie: 'In Corpore Sano' (XXXVI)

¿Alguna vez te has preguntado si sería posible contar los latidos de tu corazón? No estamos hablando de estimar tu frecuencia cardíaca, sino de contar cada latido individualmente. Para muchas personas esto puede parecer imposible, pero en realidad es una habilidad que tiene que ver con la interocepción.

La interocepción se refiere a la capacidad de percibir el estado interno del cuerpo, y es fundamental para mantener la homeostasis. Es un proceso multidimensional que puede ser medido, entrenado y del cual somos más o menos conscientes. Su función en el procesamiento de señales internas, como los latidos cardíacos, cambios viscerales, modulaciones de temperatura y fatiga, se refleja en el funcionamiento normal y patológico de los sistemas cognitivos (1).

Mujer con los pulmones simulando fuego

Metáfora de fatiga pulmonar.

Para entender este proceso, imaginemos que estamos corriendo una carrera de larga distancia. El cuerpo comienza a sentir fatiga y sed, pero gracias a la interocepción, el cerebro detecta estas sensaciones internas y activa las respuestas necesarias para regular el cuerpo y satisfacer sus necesidades, como aumentar la frecuencia cardíaca para suministrar más oxígeno a los músculos y liberar hormonas para reducir la sed.

Gráfico sobre la interocepción

La interocepción es un proceso complejo que implica la integración de múltiples señales sensoriales y nerviosas que informan al cerebro sobre el estado interno del cuerpo, permitiendo así la regulación y adaptación de las funciones corporales en función de las necesidades del organismo. Además, las estrategias de autorregulación basadas en la interocepción pueden disminuir la carga alostática y mejorar la salud y el bienestar en una amplia gama de condiciones, como la ansiedad, los trastornos neurodegenerativos, los trastornos alimentarios, el síndrome del intestino irritable, la hipertensión arterial, la depresión, el trastorno de estrés postraumático y el dolor crónico.

Más allá de esta relación con diversas condiciones de salud, la posibilidad de autorregulación y manejo de carga alostática (2) tiene un impacto muy significativo sobre la capacidad de realizar ejercicio físico. Tanto es así, que podemos encontrar estudios recientes que hablan sobre la relación bidireccional entre el ejercicio físico y la percepción del esfuerzo, como sostiene el artículo de Wallman-Jones (3).

Además de la buena gestión y respuesta aguda ante un esfuerzo, existe bibliografía que propone que una alteración de esta capacidad puede asociarse a un mayor riesgo de lesión, ya que no somos capaces de recibir las señales que emite nuestro organismo informándonos de que se están produciendo alteraciones en nuestra homeostasis y de esta manera, sino realizamos las adaptaciones necesarias, puede ocurrir un desequilibrio, como es el caso de una lesión (4).

Pero no acaba aquí los ámbitos de aplicación y estudio, sino que incluso, empiezan a analizarse las diferencias en esta capacidad interoceptiva entre disciplinas deportivas donde el carácter de esfuerzo varía entre esfuerzos de alta intensidad como un sprint a incluso, esfuerzos de larga duración como un maratón (5).

Para finalizar, hay que destacar la importancia de tener en cuenta este aspecto a la hora de formar a nuestros deportistas, proponiendo actividades que pongan un énfasis específico en trabajar esta capacidad no solo para mejorar el rendimiento sino para prevenir lesiones deportivas. Aspecto vital y dónde, los deportistas de alto nivel enfatizan como prioritario. Autoconocimiento y reconocimiento de las sensaciones internas para así adquirir una posición de “poder” para tomar las decisiones necesarias y poder regular el carácter de esfuerzo (6).

Referencias

  1. Chen, W. G., Schloesser, D., Arensdorf, A. M., Simmons, J. M., Cui, C., Valentino, R., Gnadt, J. W., Nielsen, L., Hillaire-Clarke, C. S., Spruance, V., Horowitz, T. S., Vallejo, Y. F., & Langevin, H. M. (2021). The Emerging Science of Interoception: Sensing, Integrating, Interpreting, and Regulating Signals within the Self. Trends in neurosciences, 44(1), 3–16.
  2. Sennesh, E., Theriault, J., Brooks, D., van de Meent, J. W., Barrett, L. F., & Quigley, K. S. (2022). Interoception as modeling, allostasis as control. Biological psychology, 167, 108242.
  3. Wallman-Jones, A., Perakakis, P., Tsakiris, M., & Schmidt, M. (2021). Physical activity and interoceptive processing: Theoretical considerations for future research. International journal of psychophysiology : official journal of the International Organization of Psychophysiology, 166, 38–49.
  4. Bonilla, D. A., Cardozo, L. A., Vélez-Gutiérrez, J. M., Arévalo-Rodríguez, A., Vargas-Molina, S., Stout, J. R., Kreider, R. B., & Petro, J. L. (2022). Exercise Selection and Common Injuries in Fitness Centers: A Systematic Integrative Review and Practical Recommendations. International journal of environmental research and public health, 19(19), 12710.
  5. Hirao, T., Vogt, T., & Masaki, H. (2020). Difference in Interoception between Long-Distance Runners and Sprinters: An Event-related Potential Study. Medicine and science in sports and exercise, 52(6), 1367–1375.
  6. Bonell Monsonís, O., Verhagen, E., Kaux, J. F., & Bolling, C. (2021). 'I always considered I needed injury prevention to become an elite athlete': the road to the Olympics from the athlete and staff perspective. BMJ open sport & exercise medicine, 7(4), e001217.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2697-1992.

Burgos, España

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