Jose Ángel Guerrero - Vie, 01/04/2022 - 12:00
Carrera ciclista.
Serie: 'In Corpore Sano' (XXV)
Allá por los años 80, concretamente en 1986, el ingeniero alemán Ulrich Schobere desarrolló un sistema por el cual, los ciclistas, podrían medir su potencia en watios, durante sus entrenamientos en la bicicleta de carretera. Fue llamado Schoberer Rad Messtechnik (SRM), traducido al castellano, tecnología de medición de bicicleta.
Desde entonces, el uso del potenciómetro se ha convertido, para entrenadores y ciclistas (profesiones y amateurs), en la herramienta indispensable para la mejora en el rendimiento en el ciclismo. Pero ¿por qué esta herramienta está siendo tan utilizada hoy en día?, ¿Qué aporta la potencia, como variable, al control del entrenamiento?
Nuevos (izquierda) y antiguos (derecha) modelos de potenciómetro.
El vatio como unidad de medida de rendimiento en el ciclismo
El potenciómetro nos ofrece un dato a través de la relación fuerza-cadencia que aplicamos a nuestros pedales. Este dato se expresa en vatios reflejados en nuestro ciclo computador / GPS que llevamos en nuestro manillar. Conocer la fuerza aplicada por el ciclista en los pedales, es la variable que predice con mayor precisión el rendimiento, por lo tanto, actualmente es la más utilizada, tanto para la programación del entrenamiento, como para la evaluación del rendimiento deportivo.
En este sentido, disponer de datos relacionados con la potencia aplicada durante un recorrido (potencia media), o la máxima aplicación de la fuerza durante un esfuerzo (potencia máxima), suponen una gran ventaja a la hora de valorar la carga externa en dicho ejercicio, ya que, de lo contrario, deberíamos valorarla a través de la velocidad de desplazamiento, que, si bien en la carrera a pie podría ser un indicador válido, en el ciclismo, supone un dato muy variable y poco preciso, debido a que depende, en gran medida, de la pendiente de la carretera, las condiciones del firme, la dirección y fuerza del viento…
La importancia de evaluar la carga interna
Además de la carga externa (fuerza aplicada por el ciclista), también podemos obtener datos sobre la carga interna (efectos de dicha carga externa sobre el sistema fisiológico y psicológico del deportista).
La frecuencia cardíaca (FC) es la principal y más utilizada variable de carga interna, a través de la cual, podemos conocer los latidos por minuto, así como nuestra FC máxima, media y gasto de calorías en el entrenamiento. El corazón, reacciona ante los incrementos de carga externa a través del aumento de la FC. De ahí que, registrar dicha variable, nos permitirá conocer el impacto del ejercicio sobre el sistema cardiovascular y realizar una planificación basada en dichos datos.
La RPE (escala del esfuerzo percibido), es un indicador subjetivo del esfuerzo que hemos percibido durante el ejercicio, es decir, la intensidad psicológica que nosotros tenemos de dicho esfuerzo. Esta escala se expresa a través de unos parámetros del 0 al 10, donde 0 es muy muy ligero y 10 muy muy duro. El esfuerzo percibido es una variable dependiente, no únicamente de la intensidad del ejercicio, sino también del estado nutricional, hidratación, descanso motivación… por lo tanto, resulta una herramienta fundamental para gestionar el entrenamiento.
Ciclista en una carrera.
Destacando la relación de las variables
Antes de la llegada del potenciómetro, la frecuencia cardiaca, era la gran protagonista para la planificación de los entrenamientos, no obstante, parece que, en estos últimos años, los vatios están teniendo mayor protagonismo (incluso en muchos casos, está siendo la única variable analizada).
Sin embargo, la integración y relación de las cargas internas y externas supondrán el desarrollo de una evaluación más adecuada. Por ejemplo, si un deportista realiza el mismo recorrido aplicando más watios, podríamos pensar que ha mejorado su rendimiento, sin embargo, si registramos la FC y resulta que, en ese segundo intento, también ha incrementado sus pulsaciones, podríamos sospechar que quizás no ha mejorado nada, simplemente se ha esforzado más.
Relacionar y entender las variables que nos proporcionan las diferentes herramientas que tenemos en el ciclismo, nos hará más eficientes en nuestros entrenamientos o salidas ciclistas, basándonos en la multitud de datos que reflejan dichas herramientas, ya sean de cargas internas y/o externas.
Registro de diferentes variables de carga externa e interna. (Allen, Coggan, McGregor, 2021)
Conclusión
Debemos concluir que, según nuestros intereses, debemos utilizar unas herramientas u otras. Por ejemplo, para entrenar de forma aislada el sistema neuromuscular, el potenciómetro nos estaría dando una mayor fiabilidad (debido a que en esfuerzos cortos, el sistema cardiovascular tarda un tiempo en subir las pulsaciones). Sin embargo, no es así, si este tipo de trabajo se prolonga en el tiempo o trabajamos zonas aeróbicas y anaeróbicas, donde la frecuencia cardiaca y RPE irá cobrando más protagonismo.
En definitiva, la combinación de los tres parámetros es esencial para el rendimiento haciendo que el potenciómetro sea una herramienta eficaz en la adaptación de las cargas de entrenamiento y por ende, en el rendimiento del ciclista.
Este artículo ha sido escrito por José Ángel Guerrero, alumno de CAFD que está elaborando su TFG sobre esta materia y Daniel Torregrosa (docente).
Referencias bibliográficas
Allen, H., Coggan, A., & McGregor, S. (2021). Entrenar y correr con potenciómetro. Paidotribo
Impellizzeri, F. M., Marcora, S. M., & Coutts, A. J. (2019). Internal and external training load: 15 years on. International Journal of Sports Physiology and Performance, 14(2), 270–273. https://doi.org/10.1123/IJSPP.2018-0935
Robinson, M. E., Plasschaert, J., & Kisaalita, N. R. (2011). Effects of high intensity training by heart rate or power in recreational cyclists. Journal of Sports Science & Medicine, 10(3), 498–501.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2697-1992.
Burgos, España
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Ibañez replied on
Me parece un estudio muy
Fernando replied on
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