
Baloncesto 3x3 femenino.
6 de agosto de 2025. Un reciente estudio publicado en la revista Journal of Strength and Conditioning Research ha puesto de manifiesto cómo el diseño de los partidos reducidos (SSG, por sus siglas en inglés) puede influir significativamente en las cargas físicas y fisiológicas de las jugadoras de baloncesto. Entre los investigadores se encuentra Enrique Flórez Gil, profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD) de la Universidad Isabel I, quien ha colaborado estrechamente con expertos de la Universidad de León y la Universidad Central de Queensland (Australia).
El trabajo, titulado "The Impact of Court Orientation and Bout-Ending Mechanism on the External and Internal Loads of Female Basketball Players During Small-Sided Games", analiza cómo distintos formatos de juego modifican las exigencias a las que se enfrentan las deportistas. Concretamente, se evaluó a doce jugadoras en cuatro variantes de partidos 3x3, combinando orientaciones de cancha (media cancha vs. media cancha alargada) y formas de finalizar los juegos reducidos (por tiempo fijo o al alcanzar una puntuación determinada).
El estudio concluye que los partidos jugados en cancha extendida —es decir, con mayor espacio longitudinal y presencia de dos canastas— generan cargas externas significativamente más altas en comparación con los disputados en media cancha.

Deportistas participantes en el estudio.
Enrique Flórez Gil considera que esta investigación puede ser de gran utilidad a la hora de planificar las sesiones de entrenamiento, además de optimizar el tiempo y los recursos en el entrenamiento. “Con estos resultados, los entrenadores pueden adaptar el diseño de los juegos reducidos para alcanzar objetivos específicos, como incrementar la intensidad física o trabajar aspectos técnicos en condiciones más reales de juego”, explica Flórez Gil.
Esta investigación, pionera en centrarse específicamente en jugadoras de baloncesto, refuerza la importancia de personalizar los métodos de entrenamiento según el sexo, el nivel competitivo y los objetivos específicos del equipo. La colaboración internacional entre universidades también subraya el valor del trabajo en red para avanzar en el conocimiento aplicado al rendimiento deportivo.