
Nuria Payola celebra el bronce en Chegdu (China). Fuente: Federación Nacional.
23 de septiembre de 2025. A sus 23 años, Nuria Payola ha subido al podio en los World Games de Chengdu (China) con la selección española de salvamento y socorrismo, logrando una histórica medalla de bronce en el relevo 4x50 metros estilos. Compaginar entrenamientos, competiciones internacionales y un grado universitario no es tarea sencilla, pero esta deportista valenciana ha encontrado el equilibrio gracias a la Universidad Isabel I, donde estudia el Grado en Educación Primaria.
Su historia es la de una pasión doble: la natación y la enseñanza. Con una rutina diaria que combina piscina, gimnasio, trabajo como entrenadora y estudio, Nuria es el ejemplo perfecto de que con organización y apoyo institucional se pueden alcanzar las metas más altas.
¿Cómo viviste el momento de subir al podio y recibir el bronce en China junto a tus compañeras?
Muy emocionante. La opción estaba ahí, pero nunca te esperas tanto. Llevo muchos años compitiendo con mis compañeras, como Andrea, con quien entreno desde hace 10 años. Ganar una medalla en un relevo es algo muy especial, porque es un logro de equipo. Fueron unos World Games con muchísimo nivel desde el primer día.
El relevo 4x50 metros estilos es una prueba muy exigente. ¿Cuál fue la clave para vencer a potencias como Alemania o Italia?
Nuestro equipo es muy completo. En este relevo necesitas dominar todas las partes: nado, aletas, técnica... y nosotras tenemos varias nadadoras capaces de cubrir distintas posiciones. La clave fue tener un equipo equilibrado y bien planificado.

Prueba de relevos 4x4. Fuente: Federación Nacional.
El proceso de clasificación para los World Games es largo y exigente. ¿Qué ha sido lo más difícil?
Clasificarse no es sencillo. El periodo de clasificación comenzó en agosto de 2023 y finalizó en enero de 2025. Hay competiciones internacionales en distintos países y cuantas más hagas, más opciones tienes. En pruebas individuales solo entran las ocho mejores del mundo, y en relevos hay que sumar posiciones de tres pruebas distintas. Es un proceso muy estratégico.
¿Notas diferencias entre competir en Europa y hacerlo en China?
Sí. En China todo es enorme y muy perfeccionista. En Europa nos conocemos más entre rivales, pero a nivel mundial hay más impacto y todo es más impresionante.
¿Cómo es tu rutina de entrenamiento?
Me levanto temprano para entrenar natación y gimnasio. Al mediodía trabajo aspectos específicos de salvamento, y por la tarde entreno a niños en el club de Aldaya. Por eso me cambié a la universidad online como la Universidad Isabel I que me da mucha flexibilidad.
¿Cómo ha influido la Universidad Isabel I en tu formación y carrera deportiva?
Muchísimo. Siempre que he necesitado adaptaciones por entrenamientos o competiciones, los profesores han sido cercanos y comprensivos. Además, estoy en el programa UNARD para deportistas de la Universidad, lo que facilita mucho compaginarlo todo.

Podio de los equipos ganadores. Fuente: Federación Nacional.
¿Por qué elegiste estudiar Educación Primaria, especialidad en Educación Física?
Me encanta la enseñanza y trabajar con niños. Lo uno con mi pasión por el deporte. Mi objetivo cuando deje de competir es ser entrenadora y profesora, porque son profesiones que se complementan muy bien.
Tras el bronce, ¿Cuál es tu próximo objetivo?
El Mundial de Sudáfrica el próximo año. Antes tengo campeonatos en diciembre y mayo que servirán para la clasificación. Ese es el gran reto a corto y medio plazo.
¿Qué mensaje darías a jóvenes que sueñan con competir y estudiar a la vez?
Que sí se puede. La clave es la organización y la pasión. Si tienes un sueño, lucha por él, porque eso es lo que lo mueve todo.

Selfie de las ganadoras. Fuente: Federación Nacional.
Nuria representa a una generación de deportistas que rompen mitos: se puede alcanzar el más alto nivel deportivo sin renunciar a la formación académica. Su ejemplo demuestra que con planificación, disciplina y el apoyo adecuado, los sueños más ambiciosos se pueden convertir en realidad. Desde Valencia a China y con la mirada puesta en Sudáfrica, su historia inspira a jóvenes que buscan compaginar dos mundos que, bien gestionados, pueden ir de la mano.