
Mujeres con lazo rosa, símbolo del cáncer de mama.
7 de octubre de 2025. Adrián Moreno Villanueva, docente del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD) de la Universidad Isabel I, ha participado junto a un equipo internacional de investigadores en un estudio pionero que valida el uso del dinamómetro portátil Activ5 en pacientes con cáncer de mama.
El trabajo, publicado en la revista científica Supportive Care in Cancer , titulado Evaluation of handgrip strength in breast cancer patients: validity and reliability of the Activ5 dynamometer, es el primero en confirmar la fiabilidad de este dispositivo en un contexto oncológico.
Un instrumento accesible y fiable
La investigación comparó los resultados obtenidos con Activ5 frente al dinamómetro Jamar, considerado el estándar de referencia. La muestra estuvo compuesta por 22 mujeres supervivientes de cáncer de mama, con una edad media de 54 años. Los análisis estadísticos mostraron correlaciones muy fuertes entre ambos dispositivos, con un coeficiente de concordancia superior al 0,99 en ambas manos.
Según explica Moreno Villanueva, “el Activ5 ha demostrado ser una herramienta válida y fiable, lo que abre la puerta a su uso en contextos clínicos y de investigación. Su portabilidad y bajo coste lo convierten en una alternativa práctica para el seguimiento de la fuerza muscular en pacientes con cáncer”.
Relevancia clínica de la fuerza de agarre
La dinamometría manual es un indicador clave del estado de salud y pronóstico en personas con enfermedades crónicas. En el caso del cáncer de mama, los tratamientos suelen provocar pérdida de masa muscular, fatiga y disminución de la fuerza, factores que comprometen la calidad de vida de las pacientes.
“Medir la fuerza de agarre nos permite detectar de forma sencilla problemas asociados a la sarcopenia o a la fatiga derivada de los tratamientos oncológicos. Además, ofrece información útil para diseñar programas de rehabilitación personalizados”, señala Moreno Villanueva.
Impacto y futuro del estudio
El artículo, en el que también participan los investigadores José Pino Ortega, Rafael Carvajal, Boryi Alexander Becerra Patiño y Aarón Gómez-Parra, subraya la necesidad de introducir herramientas accesibles y portátiles en el ámbito de la oncología.
Aunque la muestra fue reducida, los resultados apuntan a que el Activ5 podría convertirse en un recurso habitual en consultas y programas de seguimiento. Los autores recomiendan replicar el estudio en poblaciones más amplias y con diferentes tipos de cáncer.
En palabras del profesor de la Universidad Isabel I, “la validación de dispositivos como el Activ5 supone un avance en la evaluación funcional de los pacientes oncológicos y refuerza la importancia de incorporar la actividad física y la monitorización de la fuerza como parte de la atención integral en el cáncer de mama”.