Buitres leonados

Buitres leonados.

25 de agosto de 2025. En el programa La Mecánica del Caracol de Radio Euskadi, presentado por Eva Caballero, el biólogo Álvaro Bayón, colaborador habitual y docente en el Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, abordó un estudio reciente que advierte sobre una amenaza silenciosa pero de gran alcance: la desaparición progresiva de los grandes carroñeros en todo el planeta.

“Los carroñeros son el equipo de limpieza de la naturaleza”, explicó Bayón. “Eliminan cadáveres, aceleran su descomposición y reciclan nutrientes como el carbono y el nitrógeno, cerrando ciclos fundamentales en los ecosistemas”. Según un estudio de la Universidad de Stanford, publicado en la revista PNAS, un 36% de las especies de carroñeros —tanto terrestres como marinos y de agua dulce— están amenazadas o en claro declive, entre ellas buitres, tiburones o caimanes.

El informe apunta a que esta desaparición no es solo una tragedia ecológica, sino también un problema sanitario para los humanos. “Sin estos animales, los cadáveres en la naturaleza aumentan y atraen a mesocarroñeros como ratas o mangostas, que no están preparados para lidiar con patógenos y pueden actuar como vectores de enfermedades”, advirtió el profesor. Entre las enfermedades que podrían expandirse se encuentran la brucelosis, el ántrax, el carbunco o incluso la rabia.

La eficiencia del buitre... y su amenaza

El experto destacó que “los buitres son los carroñeros más eficientes del planeta”. Son capaces de localizar cadáveres a gran distancia, consumir hasta un 70% de un cuerpo en pocas horas y evitar con ello la proliferación de hongos y bacterias. Sin embargo, también están entre los más amenazados, sobre todo en Asia, por el uso de fármacos en el ganado que les resultan letales, como el diclofenaco.

En España, el profesor Bayón mencionó casos de carroñeros en peligro de extinción como el del alimoche, afectado por electrocuciones, venenos para acabar con los zorros y colisiones con aerogeneradores.

Además, llamó la atención sobre un fenómeno menos evidente: el ecoturismo mal regulado. “La presencia humana puede actuar como barrera de miedo, provocando que estas aves abandonen zonas clave de alimentación”, indicó. Recordó el estudio del naturalista Adrián Orihuela Torres, publicado por la Universidad de Alicante, que demostró una reducción de hasta el 20% en la actividad de los buitres en áreas con rutas de senderismo, mientras se multiplicaban las ratas y gatos ferales.

Impacto humano y soluciones

Álvaro Bayón subrayó que muchos de estos problemas tienen un origen común: la alteración humana de los ecosistemas. “El cierre de muladares, el abuso de la caza o la presión turística están provocando desequilibrios que repercuten en todos los niveles”, señaló.

El estudio de Stanford, que analizó 1.376 especies de carroñeros en todo el mundo, también advierte que los mesocarroñeros están proliferando, alimentados por la gestión ineficiente de residuos humanos. Esto aumenta el riesgo de zoonosis —enfermedades que saltan de los animales al ser humano—, muchas de las cuales ya han tenido impacto global.

En este contexto, el mensaje de Bayón fue claro: “Nunca habrá superpoblación de estos animales porque se regulan naturalmente. Pero si los eliminamos artificialmente, romperemos ese equilibrio con consecuencias graves para la biodiversidad y para nuestra salud”.