Siete presidentes analizados

Los siete presidentes analizados por el estudio de Elena Martín Guerra.

16 de agosto de 2022. ‘Liderazgo ante el COVID-19: análisis comparativo de las emociones predominantes en los discursos de los principales líderes internacionales’ es el título del artículo escrito por Elena Martín Guerra, directora del Máster en Análisis Inteligente de Datos Masivos (Big Data) de la Universidad Isabel I junto a un grupo de investigadores. La revista Oralia, especializada en el análisis del discurso oral en el mundo hispánico recoge en el número de este año el artículo en el que además de la profesora Martín Guerra, participan Patricia Zamora-Martínez, de la Universidad de Valladolid; María Hernández-Herrarte, de la Universidad Miguel de Cervantes; así como José Pedro Marfil y Jorge Santiago Barnés de la Universidad Camilo José Cela.

En el artículo se realiza un análisis comparado de las emociones de siete presidentes y primeros ministros de Alemania, Canadá, Italia, Estados Unidos, España, Francia y Reino Unido, cuando estos políticos han realizado comunicaciones sobre las medidas extraordinarias para la contención del COVID-19. El estudio ha sido posible gracias al software Releyeble, programa que, gracias a la Inteligencia Artificial, extrae los rasgos emocionales faciales dominantes de la persona que se encuentra en el campo de visión de una cámara en fracciones de segundo.

Los registros han recogido la importancia de dominar el lenguaje no verbal en la comunicación política para que el mensaje sea percibido de la forma deseada, de manera que se pueda observar en el discurso consonancia entre el lenguaje verbal y el no verbal. El estudio recoge “cómo los políticos despliegan variedad de emociones durante sus intervenciones como ira, sorpresa, asco o neutralidad, y se identificaron diferentes estilos narrativos o recursos comunes para buscar la concienciación ciudadana ante la pandemia”, explicó Elena Martín.

En el primer semestre de 2020, la pandemia del COVID-19 se cobró 472000 víctimas, lo que obligó a los presidentes y primeros ministros de todo el mundo a buscar una solución para atajar una crisis sanitaria sin precedentes. Y todos ellos se dirigieron a la población para explicar las medidas adoptadas en la gestión sanitaria. Las respuestas fueron muy diversas: Boris Johnson (Reino Unido) permaneció en un segundo plano, afectado por la enfermedad; Donald Trump (Estados Unidos) fue negacionista en las primeras etapas; Pedro Sánchez (España) o Giuseppe Conte (Italia) se expusieron más a los medios de comunicación.

En cada exposición pública, los investigadores de este trabajo han utilizado una técnica de análisis cuantitativo que mide con rigor y fiabilidad la frecuencia de las emociones expresadas por cada líder político en el transcurso de sus discursos. “Los resultados permiten establecer que la expresión facial más repetida en el conjunto de los políticos fue la neutralidad, con un 33% de los registros, seguida de la ira (21%), asco y sorpresa (18% en ambos casos), mientras que las menos observadas fueron el miedo (2%), la tristeza (3%) y la felicidad (5%)”, explican en el artículo.

Comunicación no verbal

En la comunicación política actual, dominar las técnicas de la comunicación no verbal con fines persuasivos es la clave fundamental de los equipos de comunicación de los líderes. Los recursos de comunicación no verbal más utilizados se orientan a la “apariencia física y el dominio gestual, el atuendo, el decorado, la mímica, el empleo de atributos vocales, el uso de la palabra, el manejo de la argumentación y la facultad de dejar entrever a través de la actuación un carácter persuasivo, pero también la facilidad de suscitar emociones en los receptores para intentar influir en sus creencias y actitudes”, destacan los autores del estudio.

En cuanto a su oratoria, los políticos deben ser breves en el tiempo, concisos en los conceptos y claros en las ideas, para lo que forjarán estrategias de comunicación persuasiva para la puesta en escena para asegurarse la escucha y atención del público. Del uso correcto de todos estos elementos depende la credibilidad, eficacia e influencia de su mensaje. Ante una situación de crisis sanitaria como la generada por el COVID-19 es fundamental saber no sólo qué se va a comunicar sino cómo se va a hacer, dada la situación de preocupación, incertidumbre e inquietud entre la población debido a las medidas excepcionales adoptadas como el confinamiento de la población, la restricción de la circulación o el cierre de la actividad.

El principal objetivo de los líderes políticos se orientó hacia una transmisión de tranquilidad, sin generar miedo, logrando que la población acate y asuma las recomendaciones de la máxima autoridad de un país, consiguiendo una actitud colaborativa de la ciudadanía que minimice riesgos.

Conclusiones

En sus conclusiones, el equipo de Elena Martín destacó que todos los líderes políticos tratan de mostrar la gravedad de la situación en sus mensajes a través del tono y el lenguaje utilizado en sus discursos, acompañada de una actitud pedagógica con el objetivo de explicar las medidas tomadas y la importancia de que la sociedad asuma estas decisiones. Todos ellos alertan del riesgo de colapso del sistema sanitario e inciden en la peligrosidad del virus, subrayando la vulnerabilidad de algunos colectivos o su confianza en la labor de los científicos para afrontar la pandemia. Todos ellos apelaron a la responsabilidad ciudadana, recalcando la importancia de pequeños gestos como lavarse las manos, quedarse en casa o evitar el contacto con personas mayores.

En lo referente a la comunicación no verbal, los investigadores destacan la diversidad a la hora de ofrecer sus discursos: “desde la neutralidad exhibida en forma predominante en Angela Merkel y Pedro Sánchez; a la ira en Boris Johnson y Donald Trump; pasando por el asco (entendido como disgusto o rechazo) de Justin Trudeau y la sorpresa de Emmanuel Macron y Giuseppe Conte”, argumentan. Los políticos más polarizados ideológicamente son más incongruentes con el contenido verbal de sus discursos y, por tanto, se definirán como menos creíbles y coherentes ante las medidas de excepcionalidad. Así, Donald Trump y Boris Johnson, que muestran la ira como emoción predominante, y revelar esta emoción “no es una estrategia adecuada a la hora de comunicarse con la población, puesto que en el caso del presidente norteamericano perdió 6 puntos de valoración, mientras que el británico es el que experimenta una menor subida” respecto a los demás líderes analizados. Otros líderes como Trudeau o Conte experimentaron notables incrementos en sus índices de aprobación, que fueron los políticos que expresaron mayor variedad de emociones en su discurso.

En cuanto al entorno en el que los mandatarios ofrecen sus discursos, cabe destacar que todos los políticos comparecen en despachos o espacios institucionales, con la excepción de Justin Trudeau, quien comparece de pie en un espacio exterior a las puertas de la residencia del primer ministro canadiense. Y todos ellos presentan una indumentaria formal, con traje, salvo el primer ministro de Canadá que añade un abrigo.