Los hidratos de carbono son fundamentales para aminorar los efectos de la porfiria

 

18 de noviembre de 2020. Isabel Palazón Cano, egresada del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad Isabel I, ofreció una conferencia titulada `Educación nutricional en Porfirias´, dentro de una serie de Charlas con Porfiria celebradas desde Colombia. Isabel Palazón fue una de las ponentes en las charlas que se celebraron el pasado sábado desde la Universidad de Antioquía en Medellín (Colombia). La asociación ASOLPOR y la fundación FUNDAPOR coordinaron esta charla online en la que Palazón analizó las herramientas nutricionales y el estilo de vida saludable para las personas con porfiria.

La porfiria es una enfermedad que afecta a la hemoglobina de la sangre, por la que la llamada hemo, no se produce de manera adecuada. La hemoglobina es una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno por el cuerpo. Las personas aquejadas por esta enfermedad no tienen en su cuerpo ciertas enzimas que son necesarias para eliminar algunos residuos del organismo, por lo que acumulan en su cuerpo porfirinas o químicos conexos, lo que les provoca un gran número de síntomas, entre ellos, los problemas de sensibilidad a la luz solar, cólicos o dolor abdominal o problemas del sistema nervioso y muscular como convulsiones, daño neurológico o alteraciones mentales.

Isabel Palazón explicó cómo esta enfermedad, que está considerada como enfermedad rara, tiene un componente genético, pero también está influenciada por el estilo de vida y su gravedad puede verse definida por una serie de detonantes, ante los que se puede actuar. La enfermedad se suele manifestar en la adolescencia y es más habitual en mujeres.

La egresada de la Universidad Isabel I señaló que existen tres fases de la enfermedad de menor a mayor gravedad. En cada una de las fases ofreció una serie de consejos para minimizar los efectos de la enfermedad como triturar la comida o racionarla además de regular hacia una temperatura menor para evitar molestias intestinales.

Los desencadenantes de un brote de la enfermedad pueden ser cambios en las rutinas habituales ya que la gestión del estrés se tolera con dificultad por estos pacientes. Para ello, Isabel Palazón recomienda seguir horarios regulares, respetar las horas de sueño y descanso o practicar el lema de “primero yo”. Hay otros detonantes como los químicos o las drogas pero también pérdidas rápidas de peso, infecciones, embarazos, ciclos menstruales… las causas son múltiples.

Algunas de las recomendaciones alimenticias de Isabel Palazón serían reducir el azúcar, (no la glucosa) en los alimentos y aumentar los hidratos de carbono.