Cueva Fantasma. Fotografía Susana Santamaría.

Cueva Fantasma. Fotografía: Susana Santamaría. Fundación Atapuerca.

25 de julio de 2025. La campaña de excavación de 2025 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca ha finalizado con un balance excepcional. A los relevantes descubrimientos que seguirán ampliando el conocimiento sobre la evolución humana, se suma un hecho significativo para el futuro del proyecto: la consolidación de una nueva generación de codirectores científicos.

Del 22 de junio al 25 de julio, más de 150 participantes —arqueólogos, paleontólogos, geólogos, antropólogos, restauradores, técnicos de laboratorio y estudiantes— han intervenido en los distintos yacimientos bajo la coordinación del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) y la Fundación Atapuerca.

Participantes en la excavación de los yacimientos de Atapuerca en 2025. Foto: Marcos Terradillos.

Los trabajos se han desarrollado en enclaves clave como Gran Dolina, Sima del Elefante, Galería, Mirador, Galería de las Estatuas, Portalón de Cueva Mayor, Penal, Aymerich y, de forma destacada, en Cueva Fantasma, uno de los espacios con mayor proyección dentro del sistema.

Cueva Fantasma: una ventana privilegiada al Paleolítico medio

En Cueva Fantasma, los trabajos han estado dirigidos por Ana Isabel Ortega, Josep Vallverdú y Marcos Terradillos, este último profesor y director del Grado en Historia, Geografía e Historia del Arte y del Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, institución que forma parte desde 2024 del patronato científico de la Fundación Atapuerca.

Restos hallados en la excavación 2025 de la Cueva Fantasma

Restos hallados en la excavación 2025 de la Cueva Fantasma. Foto: Marcos Terradillos.

La excavación en Cueva Fantasma se ha concentrado en dos sectores principales:

  • En el sector de entrada (nivel CF24), con una antigüedad de entre 70.000 y 100.000 años, se ha documentado la presencia de neandertales a través de un interesante conjunto de útiles líticos —raederas, puntas y restos de talla elaborados con la técnica Levallois— así como huesos de caballo con marcas humanas, especialmente fracturas para la extracción de médula ósea. Esta zona confirma una actividad esporádica pero significativa de los neandertales.
  • En la Sala Fantasma, la zona más amplia e interna del yacimiento, se ha intervenido en los subniveles SF30A y SF30B. En una antigua charca se ha encontrado una acumulación de restos de caballo sin marcas humanas, mientras que en el cubil de hienas se han hallado numerosos restos consumidos de caballos, ciervos, un gran bóvido y carnívoros como hienas y leones. Esta zona tiene una antigüedad aproximada de unos 50.000 

Mandíbula de hiena gigante. Foto: María D. Guillén/ IPPHES-CERCA.

Coprolitos

Acumulación de restos de coprolitos hallados en Cueva Fantasma. Foto: María D. Guillén/ IPPHES-CERCA.

Además, el sondeo en el tramo inferior del yacimiento ha permitido profundizar en los niveles CF19 y CF18, donde se ha documentado la presencia de coprolitos de hiena gigante (Pachycrocuta) y restos de grandes herbívoros, como una cornamenta de ciervo (Dama dama). Estos niveles se remontan al Pleistoceno inferior, con una antigüedad cercana al millón de años.

Avances en otros yacimientos y nueva dirección científica

En otros enclaves, como Gran Dolina, se han recuperado nuevos restos de Homo antecessor en el nivel TD6, mientras que en el nivel TD3 se han documentado valiosos restos faunísticos. En Sima del Elefante, se han excavado niveles muy antiguos que aportan información esencial sobre los primeros pobladores de Europa.

Restos encontrados en el nivel TD6 de Gran Dolina, pertenecientes al Homo antecessor. Foto: Marcos Terradillos.

La campaña ha servido también para formar a jóvenes investigadores, integrándolos en un entorno científico de alto nivel. El modelo colaborativo de Atapuerca, que combina investigación, formación y divulgación, ha contado con el respaldo de numerosas instituciones académicas nacionales e internacionales, entre ellas la Universidad Isabel I.

Además, este año ha supuesto un hito generacional con la incorporación de un nuevo equipo de codirectores que asume el liderazgo del proyecto. Esta transición ha sido cuidadosamente diseñada para garantizar la continuidad del modelo de excelencia que caracteriza a Atapuerca: ciencia interdisciplinar, formación rigurosa, transferencia de conocimiento y un fuerte compromiso divulgativo.

Un proyecto con proyección global

Como cada año, la campaña ha incluido actividades de puertas abiertas, visitas institucionales y una amplia cobertura mediática, reforzando el vínculo entre los yacimientos y la sociedad. Atapuerca continúa siendo uno de los referentes mundiales en paleoantropología, tanto por la calidad de sus hallazgos como por su capacidad de formar nuevas generaciones de investigadores.

Con la mirada puesta en el futuro, la campaña de 2025 marca el inicio de una nueva etapa: una generación que creció al calor de los grandes descubrimientos de Atapuerca asume ahora la responsabilidad de liderar la investigación en evolución humana con la misma pasión, rigor y vocación científica que han definido este proyecto desde sus inicios.