Judit Muñoz Hidalgo - Mar, 09/09/2025 - 11:43

La importancia de las redes sociales y su influencia.
Serie: 'El ABC de la Psicología' (XXXI)
En la actualidad, las redes sociales conforman un entorno más de relación en nuestras vidas y pocos dudan de los múltiples efectos que pueden tener sobre la autoestima, especialmente entre los más jóvenes. Pero ¿qué papel ejercen en todo esto las nuevas figuras conocidas como Influencers?
La autoestima general y la autoestima corporal
Rosenberg (1979) definió la autoestima como la valoración de lo que la persona cree que merece o no. En otras palabras, la autoestima es la valoración que hacemos de la idea que tenemos de nosotros mismos, es decir, de nuestro autoconcepto.
En este sentido, hay que tener en cuenta que las personas nos desarrollamos, no de forma independiente, sino inmersos en un entramado cultural y social, recibiendo influencias de agentes socializadores (como la familia, la escuela o los medios de comunicación). Estos agentes van imponiendo un determinado estilo de vida, valores, cualidades, etc. que forman la base sobre la cual nos evaluamos. De esta forma, la autoestima sería el resultado de la distancia percibida entre el yo real autopercibido y el yo ideal, construido en base a reglas culturales y sociales (Rosenberg, 1979).

Personas caminando de espaldas por una calle.
La autoestima está muy relacionada con la imagen corporal que tenemos de nosotros mismos.
En este caso, los estándares de belleza establecen un físico ideal y las personas interiorizamos el cuerpo ideal en nuestra sociedad y lo comparamos con la imagen corporal propia. De nuevo comparamos el yo real y el ideal y si hay una gran discrepancia, nuestra autoestima corporal será baja y se dará la insatisfacción corporal (Acosta y Gómez, 2003).
Adolescencia y comparación en las redes sociales
La adolescencia por su parte es una etapa clave en el desarrollo y se caracteriza por una gran vulnerabilidad y por una fluctuación en los niveles de autoestima (Garaigordobil et al., 2008). A esto hay que sumarle que el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes es cada vez es más prematuro. En nuestro país, la más utilizada por los adolescentes es Instagram (García-Jímenez et al., 2020).
Los estudios evidencian que el uso de las redes sociales, como cualquier otra interacción social, lleva a la persona a realizar procesos de comparación social. Sin embargo, estos cuentan con la peculiaridad de que la información que nos llega de los otros está muy alejada de la realidad y considerablemente distorsionada para mostrar versiones mejoradas de la vida cotidiana (Forest y Wood, 2012). Es decir, no solo subimos lo más atractivo o deseable si no que este contenido está además bien seleccionado. Nos hacemos 10 fotos en el gimnasio antes de seleccionar la “mejor”.
Instagram cuenta además con algunas particularidades (Villareal, 2019) como el cambio de nombre de los tradicionales “amigos” en la mayor parte de las redes, a “seguidores”, lo cual los despersonaliza convirtiéndolos en un potente reforzador. Por su lado, en Tiktok, para que dos usuarios sean “amigos” deben seguirse mutuamente, en caso contrario, volvemos a hablar de “seguidores” con lo que el efecto podría ser similar. Además, en estas redes, se da el efecto de superioridad de la imagen ya que los contenidos audiovisuales provocan un mayor impacto en el espectador que los contenidos de texto (Ferri et al., 2024). Y finalmente, aparece la figura de los Influencers: nuevas “celebridades” cuyo perfil se transforma en una herramienta de divulgación y que están asociadas a temáticas como la moda, el deporte o la alimentación, entre otros. Estos Influencers transmiten una mayor cercanía que las celebridades tradicionales y se les atribuye un menor interés económico lo que genera una mayor confianza e impacto en el usuario (Farhane, 2024).
En muchas ocasiones estos Influencers promueven estándares e ideales de belleza ligados a la delgadez y muestran estilos y formas de vida muy alejadas de la realidad cotidiana de la mayor parte de las personas.
En este sentido, siguiendo la Teoría de la Comparación Social de Festinger, según la cual buscamos compararnos con iguales para recibir información de cómo somos, podemos ver que, en el “mundo real” la variedad de estilos de vida y de cuerpos lleva a obtener resultados variados al realizar estas comparaciones. Sin embargo, al compararnos con los Influencers, aunque se perciban como similares, está ocurriendo una comparación social ascendente ya que la realidad que muestran está distorsionada, exagerada o bien es la realidad de una celebridad a la que no podemos considerar similar. Con esto aumenta la insatisfacción y disminuye la autoestima, tanto general como corporal (Parillo y Troncoso, 2019).
Estos Influencers suelen tener además una actividad en la red social elevada, lo que hace que esta comparación ocurra de forma casi constante.

Influencer mostrando un producto en su actividad profesional en redes sociales.
El papel de la psicología
Después de saber todo esto, ¿qué papel tiene la psicología?
Por un lado, aún queda un gran trabajo de investigación para conocer en mayor medida el impacto real y a largo plazo que todas estas cuestiones pueden tener en el bienestar de los usuarios de redes sociales.
Por ejemplo, desde la psicología social se ha investigado sobre los factores que median en el proceso de influencia, tanto factores relacionados con el agente de influencia (por ejemplo, la credibilidad otorgada o el atractivo), con el objeto de influencia (por ejemplo, sus creencias y su grado de implicación) y con el mensaje (por ejemplo, si apela a lo emocional o si es consistente) (Moya, 1999; Briñol et al., 2016). Estas investigaciones contribuyen a conocer de qué manera ejercen su influencia estas nuevas figuras, pero aún queda mucho por investigar, dadas las novedades que implican las redes sociales como contexto de interacción.
Por otro lado, se debe realizar una divulgación y educación adecuada, dada la capacidad de influencia de estas figuras a los usuarios adolescentes, en relación a cuestiones como la presión estética, la hipersexualización de la figura femenina desde edades tan tempranas, etc. (Farhane, 2024).
Actualmente, se está pasando, de forma muy acertada, de la tendencia bodypositive (según la cual todos los cuerpos son bonitos y todos debemos aprender a “amar y aceptar” nuestro cuerpo), a una visión más flexible de la cuestión, desde la que se asume que las personas somos mucho más que un cuerpo, que puede haber cuerpos más deseables o atractivos que el nuestro según el estándar marcado culturalmente y que se puede vivir con bienestar y satisfacción sin estar completamente conformes con el cuerpo que tenemos (Praje, 2024).
Referencias bibliográficas:
Acosta, M.V. y Gómez, G. (2003). Insatisfacción corporal y seguimiento de dieta. Una comparación transcultural entre adolescentes de España y México. International Journal of Clinical and Health Psychology, 3(1), 9-21.
Briñol, P., Horcajo, J., Valle, C. y De Miguel, J. M. (2016). Cambio de actitudes a través de la comunicación. Psicología social, 491-516.
Farhane, N. (2024). Ser o no ser influencer: consecuencias psicosociales en la adolescencia desde una perspectiva feminista en (Dykinson) Igualdad de género en entornos digitales. Desafíos educativos. (31-52)
Ferri, N., de Grandis, C., Elgier, A. M., Mulgura, T. y Ceberio, M. (2024). Uso de la red social Instagram y la construcción de la identidad en adolescentes argentinas. Revista Iberoamericana ConCiencia, 9(1), 153-173.
Forest, A.L. y Wood, J.V. (2012). When social networking is not working: Individuals with low self-esteem recognize but do not reap the benefits of self-disclosure on Facebook. Psychological Science, 23, 295-302.
Garaigordobil, M., Pérez, J.I. y Mozaz, M. (2008). Self-concept, self-esteem and psychopathological symptoms. Psicothema, 20, 114-123.
García-Jímenez, A., López-de Ayala, M.C. y Montes-Vozmediano, M. (2020). Características y percepciones sobre el uso de las plataformas de redes sociales y dispositivos tecnológicos por parte de los adolescentes. Revista de estudios de comunicación, 25(48), 269-286.
Moya, M. (1999). Persuasión y cambio de actitudes. Psicología social, 153-170.
Parillo, P. y Troncoso, G. (2019). Influencia de la red social Instagram en la percepción de la imagen corporal en adolescentes. Universidad Católica de San Pablo.
Praje, D. (2024). Tu cuerpo es para vivir. Montena.
Rosenberg, M. (1979). Conceiving the self. Basics.
Villareal, M. S. (2019). Entre el ser y el (re)presentar; Sobre la construcción de identidades y el uso de Instagram en los adolescentes. Tesis de Licenciatura. Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.
Editor: Universidad Isabel I
ISSN 2792-1832
Burgos, España