Itsaso Colás Blanco - Mar, 14/06/2022 - 12:59
Conocerse y quererse a uno mismo.
Serie: 'Neurociencia Educativa' (XXXII)
De toda la información que se gestiona cotidianamente, aquella referida a nosotros mismos –relacionada con el self o autorreferencial – se procesa de forma distinta a la información no autorreferencial. En particular, la información autorreferencial recibe más atención, produce una mayor respuesta emocional, y es más probable que sea recordada posteriormente (Rogers et al., 1977; Bargh, 1982). A continuación, se va a profundizar en qué es el self y cómo se produce el sesgo de autorreferencia en el procesamiento atencional.
El self se refiere a las creencias, conocimientos y esquemas subjetivos que se tienen sobre uno mismo, y parafraseando a William James (1890) resulta uno de los temas centrales y a la vez más complejos de la psicología. Este conjunto de representaciones se construye selectivamente a partir de vivencias personales (por ejemplo: «la mayoría de las personas me resultan agradables», «es fácil hacerme caer en una broma el día de los inocentes»), y refleja las propias preocupaciones vitales y aspiraciones a largo plazo (por ejemplo: «deseo ser útil para los demás»). En consecuencia, el contenido del self es multifacético y puede variar en función de la situación o el propio estado mental. A su vez, el self influye de forma sistemática y generalizada en el procesamiento de la información, regulando nuestro comportamiento y nuestra visión del mundo (Markus y Nurius, 1986).
Imagen de una mujer y su reflejo en espejo
A nivel atencional, el sesgo de autorreferencia se produce en dos niveles del procesamiento de la información. Por un lado, la información autorreferencial es más saliente, es decir, destaca más respecto al resto de estímulos, lo que facilita su selección por parte de los mecanismos atencionales de bajo nivel o automáticos. Este efecto puede darse incluso con el procesamiento del propio nombre, y una de sus manifestaciones más comunes se produce, por ejemplo, cuando se está manteniendo una conversación en una reunión familiar y la atención es capturada por otra conversación en la que se menciona nuestro nombre propio. Pero la información autorreferencial puede beneficiarse también de la facilitación atencional de alto nivel o voluntaria. Este tipo de facilitación es la que recibe la información relativa a las propias metas, y permite seleccionar la información relevante para el comportamiento. Una situación cotidiana en la que se observa el sesgo autorreferencial en la atención voluntaria se produce, por ejemplo, al planear comprar un coche de una marca y modelo concretos, es entonces cuando se comienza a percibir que hay muchas más personas conduciendo ese mismo coche.
A nivel cerebral, se ha propuesto la existencia de una red neural especializada en el procesamiento atencional de la información autorreferencial (Humphreys y Sui, 2016). Concretamente, la red de atención autorreferencial incluiría la interacción de nodos especializados en el procesamiento de la información relativa a uno mismo– como el área ventromedial del córtex prefrontal y el surco temporal superior posterior – y los nodos de la red del control de la atención, que incluyen el córtex intraparietal y el área dorsolateral del córtex prefrontal. La interacción entre los diferentes nodos haría posible el tratamiento diferencial de la información a nivel atencional, en función de si ésta es o no autorreferencial.
En conclusión, el sesgo de autorreferencia en la atención parece reflejarse tanto a nivel neural, con la existencia de redes especializadas, como en el comportamiento, con una mayor atención automática y voluntaria hacia este tipo de información. Dicho sesgo podría tener su origen en el alto valor social y adaptativo que posee la información relativa a nosotros mismos a la hora de relacionarnos con nuestro entorno.
Referencias bibliográficas
Bargh, J. A. (1982). Attention and automaticity in the processing of self-relevant information. Journal of Personality and Social Psychology, 43(3), 425-436.
Humphreys, G. W. y Sui, J. (2016). Attentional control and the self: The Self-Attention Network (SAN). Cognitive neuroscience, 7(1-4), 5-17.
James, W. (1890). The principles of psychology (Vol. 1). Holt.
Markus, H. y Nurius, P. (1986). Possible selves. American Psychologist, 41(9), 954–969.
Rogers, T. B., Kuiper, N. A. y Kirker, W. S. (1977). Self-reference and the encoding of personal information. Journal of Personality and Social Psychology, 35(9), 677-688.
Editor: Universidad Isabel I.
ISSN 2697-0481
Burgos, España.
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