Ignacio Bartolomé Sánchez Profesor del Grado en CAFD
Vie, 09/06/2023 - 08:34

Deporte y comida

Deporte y alimentación.

Serie: 'In corpore sano' (XXXVII)

En la actualidad, la práctica de ejercicios de musculación, de rutinas para mejorar la condición física, el fitness o la estética corporal están cada vez más en auge en nuestra sociedad. Cada vez son más los jóvenes que quieren iniciarse en estas disciplinas y es que la estética y cuidado corporal están ganando cada vez más importancia dentro de las motivaciones de la gente joven.

Si eres visitante habitual de los gimnasios y salas de musculación, y consumes habitualmente suplementos nutricionales a base de aislado de proteínas, geles, barritas u otros suplementos, posiblemente hayas padecido de flatulencias o malas digestiones. Si te ha ocurrido, la pregunta que debemos hacernos es ¿Por qué ocurre esto?, ¿Por qué me sienta mal?, pero, sobre todo, ¿Qué puedo hacer para solucionarlo? Intentaremos dar respuesta a algunas de estas preguntas en este artículo.

Se le han atribuido numerosos efectos beneficiosos al entrenamiento de fuerza, y generalmente se asocia a la gente “fitness” a personas con un buen físico y un buen estado de salud, sin embargo, esta moneda tiene una doble cara que no siempre sale a relucir. Entre los usuarios de gimnasios y salas de musculación es muy alto el consumo de dietas y suplementos de aislados de proteínas para aumentar la masa muscular. Por desgracia, estas pautas no siempre están diseñadas y aplicadas por profesionales del entrenamiento, la salud o la nutrición y es muy frecuente entre los practicantes, sufrir las desagradables consecuencias de un mal consumo, como los gases, las flatulencias, las malas digestiones o la distensión abdominal, entre otros.

La realidad es que, en todos estos procesos, la flora intestinal, y sus correctas poblaciones microbianas, juegan un papel fundamental que generalmente son desconocidos para la gran mayoría de practicantes, pero también para muchas personas responsables de la elaboración de dietas, menús, asesorías o planes de preparación.

Alteraciones de la flora intestinal

Cuando las poblaciones microbianas sufren alteraciones tanto en sus números de bacterias, como en las proporciones entre familias de estas, comienzan a aparecer síntomas digestivos, que pueden ir desde los mencionados efectos a corto plazo, hasta situaciones crónicas que pueden desencadenar enfermedades digestivas y/o metabólicas graves. Y es que en la actualidad, ya existe suficiente cuerpo de evidencias  científicas relacionando estas situaciones de desequilibrio microbiano con síndromes relacionados con la salud del aparato digestivo: disbiosis intestinales, mala permeabilidad intestinal, estatus inflamatorios de bajo grado o un amplio abanico de patologías derivadas de una mala salud intestinal que, generalmente, pueden tener su origen en una mala alimentación o consumo incorrecto de antibióticos, medicamentos, alcohol o algunos suplementos nutricionales. Algunas de las familias que más se ven afectadas son los Firmicutes, las Actinobacterias o las Proteobacterias, así como algunas especies específicas como Akkermansia muciniphila o los Agathobacter rectalis.

¿Qué hacer ante esta situación?

Si te encuentras en esta situación, deberías preguntarte qué hacer para solucionar o evitar estos problemas. En primer lugar, debe resaltarse que en cuadros de patologías digestivas debes acudir a un digestivo o profesional sanitario y todas las intervenciones digestivas deben estar pautadas y supervisadas por estos profesionales. No obstante, te dejamos algunos consejos que puedes implementar en tu dieta para mejorar tu salud microbiana:

  • Eliminar el suplemento: Si estás consumiendo un suplemento de aislado de proteínas, prueba a eliminarlo durante varios días de tu dieta, si los síntomas desaparecen posiblemente es que o eres intolerante a algún componente del mismo o tiene algún compuesto en su formulación que no es bien digerido por tu aparato digestivo.
  • Reintroducción progresiva: Si has identificado que el suplemento es que te origina los problemas, prueba a reintroducirlo de manera progresiva tras unos días de eliminación; tras un periodo de descarga, la reintroducción en cantidades pequeñas 3-5g separadas durante el día puede evitar estos problemas, si aun así el problema persiste, deberías buscar otra formulación en el mercado
  • Evita dietas drásticas durante periodos prolongados: Es muy común que algunas dietas sean más restrictivas (como las dietas cetogénicas con los cereales) con algunos grupos de alimentos. Es conocido que alteraciones graves en la dieta con una duración superior a 7 días pueden alterar considerablemente las poblaciones de algunas familias de bacterias. Para evitar esto es importante hacer periodos de transición de 7-15 días entre una dieta y otra, así como hacer pequeñas reintroducciones periódicas cada 3-4 días de los alimentos eliminados en la dieta; esto no supondrá un efecto muy negativo en tu dieta y ayudará a evitar que las familias de bacterias se desequilibren
  • Cuida tu flora intestinal: Algunos alimentos contienen nutrientes que constituyen un gran estímulo para el crecimiento y mantenimiento de algunas familias de bacterias. Estos alimentos son los denominados alimentos prebióticos, y entre los más conocidos encontramos: el plátano, la cebolla, el ajo, la patata, la alcachofa la cebada y la avena, entre otros. El consumo de estos alimentos prebióticos debe hacerse con carácter diario, consumiendo 2-3 raciones diferentes cada día, repartidos a lo largo del día.
  • Ayuda urgente: Si no sufres ninguna patología digestiva y te encuentras en medio de un episodio de problemas digestivos, el consumo de algún probiótico comercial, como los kéfires de venta en supermercado o los probióticos de farmacia sin receta médica pueden ayudar a paliar estos síntomas, si es así, deberías considerar los otros consejos de aquí en adelante.

Muy bien, pero, ¿Y qué gano con esto? aplicando estos consejos no solo ayudarás a equilibrar tu flora intestinal, además estarás fomentando una mayor salud digestiva, una menor probabilidad de sufrir estas enfermedades y, además, fomentarás una mejor digestión y absorción de los tan preciados nutrientes para el aumento de la masa muscular, como las proteínas, el Zinc, el ácido pantoténico o la piridoxina, entre otros.

Desde la Universidad Internacional Isabel I os animamos a cuidar vuestra flora intestinal y a mejorar vuestro estado de salud, nos despedimos de vosotros y esperamos que el artículo os haya resultado interesante.

Un saludo a todos.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2697-1992.

Burgos, España

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