María Boada Profesora del Máster en Dirección de Recursos Humanos
Jue, 21/09/2023 - 09:49

proclastinación

Procrastinación laboral, acción de posponer o retrasar tareas y responsabilidades laborales de manera voluntaria en favor de otras actividades menos importantes o gratificantes.

Serie: 'Gestión de Personas y Talento en la Era Digital' (LIV)

Al hilo de la mi última publicación, donde se explica qué es el Síndrome del Boreout, sus principales causas, y los efectos negativos que pueden padecer las organizaciones que tienen trabajadores con este riesgo psicosocial, he considerado interesante tratar otro riesgo psicosocial emergente como es la procrastinación laboral.

La procrastinación laboral es la acción de posponer o retrasar tareas y responsabilidades laborales de manera voluntaria, a favor de realizar actividades menos importantes o gratificantes. Como vemos, este factor puede tener un impacto negativo en la productividad, la calidad del trabajo, la satisfacción y motivación en el trabajo e incluso, implicaciones en la salud psicosocial de los empleados.

Algunos autores han abordado este tema des del punto de vista de la gestión de los recursos humanos y los riesgos psicosociales. Por ejemplo, Steel (2007), ha investigado cómo la procrastinación puede afectar el rendimiento laboral y la salud mental de los trabajadores. Ferrari (2000) ha indagado las principales causas y consecuencias que tiene procrastinar relacionándolo con el estrés y el agotamiento psicosocial. Por último, Latham (2012), ha analizado temas relacionados con la motivación laboral, la gestión del tiempo y la productividad en el trabajo propiciando estrategias para mejorar la autodisciplina y reducir la procrastinación en el contexto laboral.  

Asimismo, la literatura nos muestra que existen distintas razones por las cuales nuestros empleados pueden procrastinar en su puesto de trabajo. Entre ellas encontramos las siguientes:

  1. Falta de motivación: Cuando una tarea no es lo suficientemente motivante o desafiante, es más probable que las personas la pospongan.
  2. Miedo al fracaso: A veces, el temor al fracaso o incluso al éxito, puede llevar a la procrastinación. Las personas pueden sentir ansiedad por no cumplir con las expectativas o por enfrentar nuevas responsabilidades.
  3. Falta de estructura: La falta de una planificación clara para completar una tarea en el puesto de trabajo puede hacer que sea más fácil aplazarla. La procrastinación es más común cuando no se sabe por dónde empezar.
  4. Distracciones: Hoy en día, a causa de las nuevas tecnologías como son las redes sociales o los correos electrónicos no relacionados con el trabajo, pueden interrumpir el flujo de trabajo y llevar a la procrastinación.
  5. Perfeccionismo: Algunas personas procrastinan porque tienen estándares perfeccionistas y temen que no puedan realizar una tarea de manera perfecta.
  6. Falta de habilidades en la gestión del tiempo: El hecho de no saber gestionar el tiempo de manera efectiva puede llevar a la procrastinación, ya que las personas pueden sentir que no tienen suficiente tiempo para completar una tarea.
  7. Falta de energía o fatiga: Estos síntomas propios de algunos riesgos psicosociales, pueden hacer que sea difícil concentrarse y trabajar de manera eficiente, lo que conlleva a la procrastinación laboral.

Con todo ello, las empresas y en particular, los departamentos de recursos humanos, deben desarrollar estrategias de gestión del personal y promover un entorno de trabajo más saludable y productivo. Con este objetivo, la implicación del departamento de recursos humanos juega un papel importante en abordar la procrastinación laboral y los riesgos psicosociales. Con tal efecto, se pueden implementar políticas y programas que fomenten la gestión del tiempo, la capacitación en habilidades de organización y la promoción del bienestar emocional en el lugar de trabajo. Del mismo modo, se debe fomentar una comunicación abierta y un entorno donde los empleados se sientan cómodos buscando apoyo para reducir cualquier riesgo psicosocial que puedan padecer. Finamente, desde del área de personal, para reducir la procrastinación se pueden promover programas de formación y desarrollo a nivel personal que ayuden a los empleados a mejorar sus habilidades relacionadas con la gestión del tiempo, el establecimiento de objetivos y metas o cursos de resiliencia emocional.

Bibliografía:

Ferrari, J. R. (2000). Procrastination and attention: factor analysis of attention deficit, boredomness, intelligence, self-esteem, and task delay frequencies. Journal of social behavior and personality, 15(5), 185-196.

Latham, G. P. (2012). Work motivation: History, theory, research, and practice. SAGE Publications.

Steel, Piers. (2007). The nature of procrastination: A meta-analytic and theoretical review of quintessential self-regulatory failure. Psychological Bulletin, 133(1), 65-94.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1816

Burgos, España

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