María del Pilar López Castilla Profesora del Máster en Divulgación Científica
Mié, 08/03/2023 - 09:59

Divulgación Científica

Serie: 'Un Viaje por la Ciencia' (XL)

Estas últimas semanas estoy viendo una serie de AppleTV, For all Mankind, que me está resultando muy interesante. La historia se centra en una realidad alternativa: la carrera espacial fue ganada inicialmente por los rusos, al conseguir que un cosmonauta fuera el primer hombre en la Luna. Esta victoria soviética deja tal sensación de derrota en Estados Unidos, que provoca una carrera espacial completamente diferente a la que conocemos por las imágenes y los libros de historia. Lejos de acabar en la llegada del hombre a la Luna, el impulso de las inversiones en ciencia, por parte de ambas potencias, conlleva avances científicos como son el establecer bases permanentes en la luna en los años 80 o presentar planes para ir a Marte en 1992. Es una gran muestra de que los avances científicos son directamente proporcionales a la inversión y confianza en la ciencia.   

Sin embargo, lo que me resulta más atrayente de todo lo que se presenta en esa realidad paralela más avanzada en ciencia y en sociedad, es cómo la presión por avanzar tecnológicamente antes que la superpotencia rival provoca también avances en la sociedad; de este modo la serie muestra el axioma ineludible de que cuando la ciencia avanza, la sociedad también. Resulta muy interesante que el primero de los progresos que implica ese impulso científico y social es la inmediata inclusión de las mujeres en los programas espaciales. Lo cierto es que este aspecto, no es del todo ficción y existió en la vida real; la elección de mujeres en la NASA fue contemplada en los años 60 por el programa Mercury 13 que, originalmente, planeaba enviar mujeres al espacio, pero que fue desechado por una terrible discriminación a sus integrantes (y ratificado por el Congreso de Estados Unidos).

En el mundo paralelo televisivo, se les presenta como personajes interesantes y complejos, que tienen que ganarse su lugar en un mundo lleno de prejuicios y machismo, y que saben que, si cometen un error, pueden condenar a todo su género. Avanzan las temporadas, las décadas y en los años 90, ya se nos presentan mujeres en altos cargos, como ser la directora o administradora de la NASA, comandantes y CEOs, que ya desempeñan su trabajo como algo normal. Lo dicho, una realidad paralela y ficticia, en la que los guionistas consideran que, una sociedad con mayores adelantos científicos implicaría necesariamente reconocer el papel y la importancia de la mujer en ellos.

El proyecto Mercury 13 fue cancelado sin que esas mujeres, que habían pasado las mismas pruebas que los hombres, pudieran completar su sueño.

El proyecto Mercury 13 fue cancelado sin que esas mujeres, que habían pasado las mismas pruebas que los hombres, pudieran completar su sueño. Fuente: Expok

Lo cierto es que nombres como Galileo, Newton, Einstein o Copérnico, forman parte de los libros de texto en escuelas; nombres que todos hemos oído alguna vez, que identificamos sin problema como grandes científicos, aunque a veces no sepamos asignarles sus logros. Por otro lado, nombres como Hipatia de Alejandría, Maria Agnesi, Hildegard von Bingen, Trotula de Salerno o Maria Cunitz, pertenecen a científicas desconocidas y desterradas de los libros de texto; mujeres que desde la antigüedad no solo han aportado conocimientos imprescindibles sobre matemáticas, astronomía, medicina, farmacología, etcétera, sino que dejaron su legado altruistamente a esa misma sociedad que les ponía obstáculos. Las mujeres aportan perspectivas únicas y diferentes a la investigación y a la solución de problemas, y su participación en igualdad de condiciones puede ayudar a producir soluciones más innovadoras y efectivas. La falta de diversidad en la ciencia tiene consecuencias negativas, tanto para la ciencia misma como para la sociedad en general. La ciencia es más fuerte y eficaz cuando refleja la diversidad de la población y aborda los problemas desde una variedad de perspectivas. Además, la falta de mujeres en la ciencia significa que no se aprovechan al máximo sus habilidades y talentos, lo que limita el progreso científico y la innovación.

Es necesario continuar trabajando en la eliminación de barreras y prejuicios, y fomentar la inclusión y el empoderamiento de la mujer en el campo científico. Para abordar esta desigualdad, es necesario tomar medidas en todos los niveles, desde la educación primaria hasta la investigación y el lugar de trabajo. Porque, como bien muestra el título de la serie, todos los avances conseguidos son “Para toda la humanidad”.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1808

Burgos, España

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