Samuel López-Lago expone su trayectoria profesional en la tecnología, el arte, el diseño o la escritura

Carátula de la entrevista con Samuel López-Lago.

Entrevistas con Jorge Rafael González (XIX)

Samuel López-Lago es jefe del equipo de Gestión del Conocimiento y Herramientas Colaborativas en la Dirección General de Políticas Regionales y Urbanas de la Comisión Europea. Entrevistado por el profesor Jorge Rafael González detalla su polifacética trayectoria profesional, ya que además de trabajar en la Comisión Europea, es artista, escritor y músico.

Para nuestros lectores, ¿podría explicar brevemente en qué consiste su labor dentro de la Comisión Europea y concretamente en la Dirección General de Políticas Regionales y Urbanas?

Actualmente dirijo al equipo encargado de Gestión del Conocimiento y Herramientas Colaborativas de la Dirección General de Políticas Regionales y Urbanas de la Comisión Europea. Nos dedicamos, principalmente, a desarrollar y mantener aplicaciones que sirven tanto para diseminar información como para asegurar el correcto funcionamiento y la interoperabilidad entre los diferentes agentes implicados en el desarrollo de políticas regionales. Trabajamos con el objetivo de que todos los servidores públicos tengan a su disposición herramientas digitales eficientes que les permitan desarrollar mejor su trabajo, utilizando en algunos casos tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial.

Además de ello, soy coach acreditado por la Comisión Europea, y dedico parte de mi tiempo a acompañar a mis compañeros en sus procesos de transformación personal y profesional.

¿Podría contarnos algo más sobre la Academia Mundial del Arte y la Ciencia, de la cual es miembro desde 2019?

La Academia Mundial de Arte y Ciencia está compuesta por 730 miembros de diversas culturas, nacionalidades y disciplinas intelectuales, elegidos por su eminencia en el arte, las ciencias naturales y sociales y las humanidades. Establecido en 1960 por profesionales preocupados por el impacto del crecimiento explosivo del conocimiento, sus actividades buscan abordar problemas globales relacionados con las consecuencias sociales y las implicaciones políticas del conocimiento.

La Academia sirve como un foro para científicos reflexivos, artistas y académicos para discutir los problemas vitales de la humanidad independientemente de las fronteras o límites políticos, ya sean espirituales o físicos, un foro donde estos problemas pueden discutirse de manera objetiva, científica, global y libre de intereses creados o vínculos regionales, para llegar a soluciones que afirmen los derechos humanos universales y sirvan a los intereses de toda la humanidad.

WAAS se basa en la fe en el poder de las ideas originales y creativas, ideas reales con poder efectivo, para cambiar el mundo. Su lema es "Liderazgo en el pensamiento que lleva a la acción". Todos los miembros compartimos el mensaje que nuestros fundadores establecieron en 1960, de "redescubrir el lenguaje de la comprensión mutua". Entre los miembros pasados destacan personalidades como Albert Einstein, Robert Oppenheimer, Arthur C. Clarke o Buckminster Fuller.

A pesar de poseer un perfil tan polifacético, su trabajo desde hace ya más de siete años tiene mucho que ver con el liderazgo de equipos y proyectos y el sector tecnológico. ¿Podría compartir con nosotros algunos de sus tips?

Por acotar, me gustaría mencionar tres, pero podrían ser cientos.

Comprender las interacciones persona - ordenador, y viceversa: Como jefe de equipo, es importante comprender cómo los miembros del equipo interactúan con la tecnología y cómo esta afecta su bienestar. De manera interna, resulta muy interesante fomentar el uso de herramientas que faciliten la colaboración, la comunicación y el bienestar entre los miembros del equipo. Y por supuesto, que estén alineadas con la misión y el propósito del mismo. Sin duda, las herramientas y la tecnología que utiliza un equipo técnico debería estar al servicio del mismo, y no generar situaciones de dependencia.

Fomentar la diversidad e inclusión: Quizás una de las partes más importantes, y también reconfortantes, es ser capaz de crear, de manera colaborativa, un espacio seguro que celebre y empodere la diversidad de opiniones y perspectivas. Los equipos diversos suelen ser más innovadores y creativos, y ayudan a evitar el sesgo en la toma de decisiones. En una frase atribuída a Ray Kroc, se decía que “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos.” y además de estar totalmente de acuerdo, creo que es importante remarcar que cuanto más diversos seamos, mejores seremos.

Encontrar el equilibrio entre las hard skills y las soft skills: La tecnología es una herramienta valiosa, y como su propio nombre indica, de un marcado perfil técnico. Pero en todos los equipos técnicos no deberíamos dejar atrás el uso de habilidades blandas. Del lado del líder deberíamos esperar, entre otros, buenas habilidades de escucha activa, comunicación asertiva, empatía, capacidad de entender los problemas a escala macro y micro y creatividad. Del lado del líder técnico tenemos que añadir también un conocimiento sólido de las tecnologías que maneja, una actitud de aprendizaje constante con cierta voluntad de estar al día, flexibilidad cognitiva para encontrar soluciones creativas a los problemas que aparecerán durante el ciclo de vida del proyecto, entre otros.

Ha mencionado varias veces la creatividad en la entrevista. ¿Qué papel tiene la creatividad en tu estilo de liderazgo?

Creo que es fundamental, especialmente en el ámbito tecnológico. Una gran parte del tiempo de un equipo de desarrolladores está destinada a la búsqueda de soluciones a problemas complejos. Y en un gran número de ocasiones, estos solo encuentran sus soluciones en maneras de pensar poco convencionales. Es por tanto que, el líder técnico, no sólo ha de ser creativo, sino que también tiene que ser un facilitador de procesos creativos para el resto del equipo. John Maeda, vicepresidente de Inteligencia Artificial y Diseño de Microsoft ya en 2009 estableció una interesante tabla sobre las diferencias entre el liderazgo tradicional y el liderazgo creativo que sigue estando muy vigente hoy en día. Y me siento muy identificado cuando leo, en términos de liderazgo, que se puede (o quizás se debe) pensar como un artista, sentirse cómodo con la ambigüedad, ser un símbolo de inspiración o concebir al equipo como una banda de jazz más que como una orquesta.

Para ser creativo también resulta importantísimo ser curioso y no tener miedo de probar. Rick Rubin, una de las figuras fundamentales para entender la cultura musical de nuestro siglo, decía que nunca decidía si una idea es buena o mala hasta que no la probaba, y afortunadamente el sector tecnológico tiene un mindset muy alineado con este hecho. Probar, entender, refinar y repetir hasta que encontremos el resultado idóneo. Creo que ese es el camino.

Ha escrito dos libros que se han convertido en best sellers en muy poco tiempo, lo cual tiene especial mérito tratándose de la Editorial Experimenta, una verdadera referencia en el ámbito de la creatividad y la innovación en el mundo hispanohablante. ¿Podría hablarnos un poco más sobre ellos?

El 'Vademécum de métodos de diseño' surgió de mi necesidad de ordenar y dotar de sentido a las decenas de métodos que había ido recopilando desde que entendí que mi pasión por el diseño trascendía mucho más allá de la epidérmica y llegaba al hecho de entender cómo funcionan las cosas y qué podemos hacer los diseñadores para que las cosas funcionen mejor (en este sentido, una visión desde la teoría de sistemas como la del Profesor Yaneer Bar-Yam, del cual tuve el honor de ser alumno, en su “Making things work” resulta fundamental). Me gusta pensar en el Vademécum como una caja de herramientas que facilita que las ideas puedan llegar a buen puerto.

'Clayfulness. Modela el silencio de tu mente' es un poquito más especial, o quizás por así decirlo, más íntimo. Es el fruto de más de diez años trabajando codo con codo con ceramistas, y al mismo tiempo, más de diez años de práctica habitual de meditación, especialmente de atención plena. La conjunción de ambos mundos ha terminado cristalizando en un volúmen el que me siento muy reflejado. Dedicar nuestra atención a algo tan precioso como el trabajo con arcilla resulta un hecho especialmente revelador, que casi solo puede entenderse cuando se pone en práctica. Es por ello que este libro carece de sentido si no es desde el entendimiento práctico. De poco sirve lo que yo pueda contar. Lo que verdaderamente importa es lo que el lector/actor viva cuando ponga en práctica estos métodos.

En la actualidad nos encontramos trabajando en la versión traducida al inglés de Clayfulness y en tres libros más, esta vez centrados en explicar el diseño y la creatividad a los niños. He descubierto una vía de escritura, la de la literatura infantil, que me hace inmensamente feliz, y pienso seguir trabajándola muchos años más.

¿En qué otros proyectos creativos está trabajando actualmente?

En tanto a las artes visuales, en 2023 terminé la serie Terra Terrae, que actualmente se encuentra expuesta en la Delegación de Extremadura en Bruselas, y cuyas perspectivas de este año incluyen ser exhibida en otras instituciones europeas. Sigo explorando diferentes vías de desarrollo creativo, aprendiendo y disfrutando tanto o más del proceso que del resultado. Terra Terrae me ha permitido volver a fórmulas creativas como el sintetismo o el arte geométrico que ya exploré hace diez años, con mi primera exhibición internacional, que tuvo lugar en Estados Unidos. Se dice pronto, pero una década da para mucho en algunas ocasiones. Mirar la vista atrás y volver a conectar con esos preceptos estéticos pero a su vez hacerlo reconociendo una gran evolución artística y humana me provoca mucha satisfacción.

Además de ello, sigo trabajando en crear música. Después de una remasterización del álbum Camino, de música para meditar y conectar con el interior, lancé Ánima Matérica un trabajo, ambos disponibles en la mayoría de las plataformas digitales, como Spotify o Apple Music.

Con apenas 32 años ya cuenta con varias trayectorias consolidadas en la tecnología, el arte, el diseño, la escritura… Conocer su carrera académica y profesional nos remite, casi de manera automática, a pensar en la figura del hombre del renacimiento, o como se le denomina actualmente, un multipotencial. ¿Qué consejo le daría a alguien que tiene muchos intereses cuando estos son muy diversos?

Que no se crean la patraña decimonónica de la división del conocimiento entre ciencias y letras. Suscribo al cien por cien las palabras de José Pintado, del Instituto de Investigaciones Marinas en Vigo (CSIC), cuando dice “habría que abolir la separación entre ciencia y humanidades”. Los problemas a los que nos enfrentaremos en un futuro requerirán de visiones poliédricas que se muevan entre las fronteras difusas de ciertas áreas del conocimiento, y no queden encorsetadas en los propios límites y los sesgos de aquellas que tradicionalmente han sido sus responsables. No es de extrañar que hayamos pasado del STEM (Science, Technology, Engineering, Math) al STEAM (Science, Technology, Arts, Engineering, Math), un término introducido por Georgette Yakman en 2006[1], donde lo estético y lo creativo juegan un papel fundamental. Así que salgan ahí fuera, estudien ciencias y letras, mézclenlo todo en una coctelera y hagan juego. No tengan miedo a revolverlo todo. Lo que un día les contaron que son fronteras del conocimiento no son más que líneas abstractas que nosotros mismos inventamos, quizás para ocultar nuestra propia ignorancia bajo un manto de cientifismo.

Quizás, en lo esencial, en la forma más pura del conocimiento, en lo que tiene que ver con el orden arquitectónico más profundo de las cosas, (componer una sinfonía, pintar un cuadro, desarrollar una solución de software u operar a corazón abierto) no son tan diferentes. Requieren de verdaderos artistas, en el sentido más amplio de la palabra.