Antonio Sanz Fuentes Profesor del Grado en Criminología
Vie, 25/11/2022 - 09:54

Día contra la violencia de la mujerDía Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Serie: 'Criminología en Serie' (XXIX)

Cuando la población piensa en violencia de género aún persiste la idea esencialista del maltrato físico hacia las mujeres por parte de su pareja o expareja. Sin embargo, este tipo de violencia que se produce debido a la jerarquización opresora ocasionada por la construcción social denominada “género”, va más allá de las relaciones de pareja y no se reduce a lo físico. Esta violencia puede ser psicológica, económica y sexual. Además, puede ser ejercida por desconocidos o instituciones como los medios de comunicación.

Si bien es importante destacar que los medios de comunicación son esenciales para avanzar en la prevención y lucha frente a las violencias de género, lo cierto es que su propio funcionamiento puede suponer un problema a la hora de conseguir dicho objetivo. De hecho, en ocasiones pueden ser causantes y reproductores de violencias de género.

La descontextualización, el lenguaje, el simplismo y el morbo en las noticias son elementos frecuentes que reproducen las violencias de género, pero aplicando la imaginación criminológica se observa una tendencia poco visible y más preocupante. La selección de las noticias sobre violencias de género que se emiten con mayor frecuencia -y de manera más prolongada- son aquellas relacionadas con mujeres que ejercían su libertad (Despentes, 2007).

Los casos de mujeres maltratadas y torturadas durante décadas en sus hogares rara vez producen debates continuos en todos los medios y reciben tanta atención como los de mujeres que fueron agredidas sexualmente mientras estaban borrachas en una fiesta o las de alguna joven que fue asesinada mientras retornaban a sus hogares tras una fiesta.

Esto tiene consecuencias, pues se crea en el imaginario colectivo una situación que debe ser temida a través de mensajes aleccionadores. La decisión de enfocarse en ese tipo de hechos supone una ejemplificación de lo que ocurre cuando las mujeres son libres. El mensaje que impera en la sociedad es que las mujeres que ocupan el espacio público están sujetas a posibles asesinatos o violaciones terribles (Despentes, 2007; Angulo-Egea, 2019). Se crea así un miedo que coarta la libertad de las mujeres y que se reproduce a través de los medios de comunicación.

Manifestación en Madrid

Manifestación del 25N.

Este temor es lo que Nerea Barjola (2018) denomina “Disciplina del terror sexual”. Un conjunto de mensajes emitidos por los medios de comunicación en el que se señalan los riesgos que conllevan ciertos comportamientos realizados por las mujeres y que concluye con opresiones y autolimitaciones. La disciplina del terror sexual es pensar en una calle oscura durante la noche, junto con una luz parpadeante, y un hombre desconocido como escenario más probable para sufrir una agresión sexual. Sin embargo, los lugares y las personas conocidas son los escenarios más probables, como se indica en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del 2019.

No obstante, la imaginación criminológica no solo nos permite ver la reproducción de determinadas violencias a través de actos aparentemente inofensivos, sino que además posibilita la comprensión de posibles consecuencias. La disciplina del terror sexual causada por la emisión de determinados sucesos frente a otros puede fomentar demandas político-criminales poco adecuadas o disminuir la confianza en las instituciones del control social formal (Sanz-Fuentes, 2022).

En definitiva, las violencias de género no solo se producen en las parejas y pueden ser llevadas a cabo por agentes como los medios de comunicación. Asimismo, no siempre están ligadas a la violencia física, sino que también puede ser la construcción de un miedo que afecte a las libertades de las mujeres. De hecho, también son violencias las modificaciones político-criminales simbólicas, las cuales no implican cambios reales para la prevención. Todo ello es poco visible. Necesitamos visibilización para luchar frente a esta lacra social.

Por ello, este 25N demando firmemente hacer uso de la imaginación criminológica. A través de la Criminología, como ciencia multidisciplinar, se dispone de las herramientas necesarias para ser capaces de visibilizar violencias ocultas y, sobre todo, proponer medidas adecuadas para la prevención. Solo contando con criminólogos/as se puede convertir, por ejemplo, a los medios de comunicación en aliados en lugar de agentes reproductores de miedos. Así pues, este 25N pido contar con la criminología para prevenir estas violencias y avanzar de manera decidida en su erradicación.

Bibliografía

Despentes, V. (2007). Teoría King Kong. Melusina.

Ángulo-egea, M. (2019). Subjetividad y violación social: el caso de la manada. Tropelías. Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. 31, 86-96. .

Barjola, N. (2018). Microfísica sexista del poder. El caso Alcàsser y la construcción del terror sexual. Editorial Virus.

Sanz Fuentes, A. (2022). DESPERTANDO ODIOS, PERPETUANDO OPRESIONES: La influencia de los medios de comunicación en la política criminal de las violencias de género. Asparkía. Investigació Feminista, (40), 261-280.

ISSN 2697-1984

Editor: Universidad Isabel I

Burgos, España

Comentarios

Qué interesante el tema del blog. Como comunicadora, nunca había pensando en el papel negativo que los medios pueden ejercer en la difusión de la violencia de genero, contribuyendo para prejuicios hacia las victimas y refuerzo de estereotipos. Enhorabuena por tan buena explanación.

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