María Martín de Vidales - Lun, 18/04/2022 - 13:30
Diversos monumentos ubicados en el mapa del mundo.
Serie: 'Haciendo Historia ' (LXXVIII)
En 1983 la Asamblea General de la UNESCO declaró que cada 18 de abril se celebrase el Día Internacional de los Monumentos y Sitios. Pero, ¿a qué respondía esta decisión? La Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO) posee como uno de sus objetivos principales apostar por la salvaguarda y protección del patrimonio cultural. Para alcanzar dicha premisa, ha considerado siempre fundamental conseguir que la población sea consciente del valor que posee el patrimonio que le rodea y, así, se han diseñado diferentes fórmulas o acciones que han fomentado esta idea, a través de la educación o, por ejemplo, la visibilización del propio patrimonio. Fue el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) quién propuso este día de celebración con el propósito de visibilizar la importancia que posee la herencia cultural.
Logotipo del Día Mundial de los Monumentos y Sitios. Fuente: ICOMOS.
A lo largo de la historia, el patrimonio ha sido un elemento que la sociedad ha utilizado como recurso de poder. Las altas clases sociales han disfrutado del privilegio que poseían al poder “manejar a su antojo” la gestión del patrimonio sin tener en cuenta aspectos que, hoy en día, nos resultan esenciales como su conservación o la consideración de que son bienes que pertenecen al conjunto de la sociedad. De esta manera, existen numerosos ejemplos de monumentos que, aun poseyendo una elevada calidad artística e histórica, han sido modificados y peor aún, ultrajados, a lo largo de los tiempos. La mezquita de Córdoba puede ser un ejemplo de ello al ser transformada en una catedral cristiana, aunque existen numerosos: los numerosos saqueos a las tumbas faraónicas egipcias, el friso del Partenón de Atenas arrancado y transportado a Londres bajo la dirección de Lord Elgin, quemas de libros, añadidos a esculturas clásicas justificando nuevos modelos de belleza y un largo etcétera.
Se debe tener en cuenta que estas acciones, que actualmente rechazaríamos, encajaban a la perfección en el pensamiento cultural y social del momento en el que se produjeron. Y es que no fue hasta el siglo XVIII cuando se proyecta la importancia del patrimonio histórico-artístico en la sociedad, ya no se considerará monumento tan solo lo relativo a la Antigüedad clásica, sino también las manifestaciones artísticas de otros periodos históricos. Según la opinión de Ignacio González-Varas (2008), la definición del concepto moderno de monumento histórico-artístico dependió de varios factores como el desarrollo de la arqueología, el coleccionismo científico, el nacimiento de la Historia del Arte como ciencia, gracias al trabajo de Johann Joachim Winckelmann y Antonio Rafael Mengs, y la naciente concienciación de los diferentes gobiernos de la necesidad de protección del patrimonio. No obstante, habrá que esperar al siglo XIX para que se consagre el término monumento gracias al establecimiento de la base cultural del Romanticismo que ensalzó el mundo medieval y otros ámbitos históricos. Además, fue en este periodo cuando se elaboraron las primeras leyes de protección del patrimonio a nivel nacional.
Portada Recuerdos y bellezas de España: obra destinada para dar a conocer sus monumentos, antiguedades, paysages etc. 1839
Por otro lado, las consecuencias de la I y de la II Guerra Mundial y el peligro que supusieron para la conservación del patrimonio histórico-artístico favorecieron la progresiva creación de instituciones de carácter internacional que pretendían velar por la salvaguarda del patrimonio a lo largo del siglo XX. Así, surgieron instituciones como la Sociedad de Naciones de la cual se crearon la Comisión Internacional de Cooperación Intelectual, la Oficina Internacional de Museos y el Instituto de Cooperación Intelectual. Estas crearon la Conferencia Internacional de Atenas para la Tutela y Conservación del Patrimonio Arquitectónico (1931) de donde surgió la famosa Carta de Atenas en la que ya se hace referencia a la importancia de la educación como herramienta para dar a conocer el significado y valor de los monumentos y, así, evitar que la propia sociedad pueda dañarlos.
Lámina de El Escorial, Recuerdos y bellezas de España: obra destinada para dar a conocer sus monumentos, antiguedades, paysages etc. Fuente: BNE
Tras la II Guerra Mundial nace, como un órgano especializado de la ONU, la UNESCO, de la cual surgieron otros organismos especializados en diferentes aspectos de la conservación del patrimonio cultural. Entre ellos, nos interesa resaltar el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que fue creado en 1964 en Venecia, en el II Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de los Monumentos Históricos que elaboró la Carta de Venecia, documento esencial en la conservación de monumentos y sitios históricos. Uno de los aspectos más importantes de este documento es considerar el patrimonio monumental un bien común, cuya conservación para su disfrute por las generaciones venideras es responsabilidad de todos. No obstante, formuló otras directrices novedosas como la ampliación del concepto de monumento a ambiente monumental o la nueva concepción de restauración por la que se evita alterar el aspecto de la obra.
La catedral de Reims bombardeada durante la II Guerra Mundial. Fuente: Jotdown
A pesar del paso del tiempo y del esfuerzo de estas instituciones, en la actualidad podemos distinguir numerosos ejemplos en los cuales los monumentos y sitios sufren las consecuencias de la intervención antrópica. En algunos casos las amenazas derivan de conflictos bélicos actuales como sucedió con la destrucción de los budas de Bamiyán por los talibanes, la destrucción de la ciudad antigua de Palmira por el Daesh o la situación de riesgo a la que se enfrentan hoy en día los monumentos ucranianos. En otros casos, por accidentes como el incendio de la catedral de Notre Dame de París.
El monumento al duque Richelieu se protege con sacos de arena en el bulevar Prymorskyi (Odesa), en medio de la invasión rusa de Ucrania.
Esta cruel realidad deja clara la necesidad de seguir concienciando a la humanidad para que sean responsables con su herencia cultural. En el año 2022, el tema propuesto para la conmemoración de este día internacional es “Patrimonio y clima” y en torno a ello se han diseñado varias actividades que pretenden hacer partícipes de este concepto a la sociedad.
En conclusión, no podemos obviar el hecho de que, aunque hace ya tiempo que se elaboraron las primeras normativas legislativas en materia de protección cultural y se crearon diferentes instituciones encargadas de velar por el patrimonio, en la actualidad aún se producen situaciones de conflicto que comprometen su salvaguarda. Estas conmemoraciones, como la del día 18 de abril, permiten al menos, seguir concienciando sobre la importancia de la protección y conservación del patrimonio, así como visibilizar las líneas de actuación, criterios y ejemplos.
Feliz 18 de abril de 2022, día Internacional de los Monumentos y Sitios.
Referencias
GONZÁLEZ-VARAS I., (2008), Conservación de bienes culturales. Teoría, historia, principios y normas, Manuales Arte Cátedra.
Editor: Universidad Isabel I
Burgos, España
ISSN: 2659-398X
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