Comunicación Universidad Isabel I
Vie, 03/01/2020 - 11:46

programador informatico

Si existe una profesión que tiene mejores cimientos para soportar la inestabilidad y la precariedad esa es la de programador informático. La tecnología domina cada vez más aspectos de nuestras vidas y los buenos programadores se cotizan a precio de oro, en distintos sectores y con distintas vías de aplicación.

Tener talento natural y recibir una formación de calidad en ingeniería informática para ser programador, no obstante, no son ingredientes suficientes para triunfar en esta profesión. O no los únicos, al menos. Quizás debas tener en cuenta otras cualidades complementarias para ser un buen programador, cualidades que desgranamos en este post.

1. Un programador debe tener lógica y saber planificar

La mayor parte de los desarrollos y proyectos que requieren del trabajo de un programador pasan por distintas fases. Todas ellas son importantes, pero casi siempre deben seguir un orden lógico y una jerarquía. Una mente y una actitud donde predominen las dotes lógicas y una forma de trabajar planificada y ordenada son un plus a considerar.

2. Ser buen programador requiere paciencia

Aunque los procesadores actuales pueden trabajar con varias órdenes por cada nanosegundo, la vida fuera de los chips tiene otros tiempos. Y una de las cualidades de un programador más importantes es la de saber trabajar con esas restricciones. Es decir, un buen programador debe ser paciente. Con las fases del proyecto que se atascan, con problemas imprevistos que lo retrasan o con diferentes componentes de un equipo de trabajo que tienen otros tempos y obligaciones.

3. Ser realista y tener los pies en el suelo

Gracias a la tecnología se pueden lograr cosas increíbles. Prácticamente mágicas. Ese es, en parte, uno de los atractivos del trabajo de un programador o ingeniero informático. No obstante, todo buen profesional del sector debe vivir con un ojo en el futuro, pero sin perder de vista el presente. Ser realista, pragmático y consciente de las limitaciones o fronteras -de muchos tipos- que se encontrará ayuda a reducir la frustración y centrarse en obtener buenos resultados con los recursos disponibles.

4. La mente siempre clara

Si tuviéramos que elegir una sola de las cualidades del buen programador esta sería poseer una mente sólida. Su trabajo requerirá muchas veces enfrentarse a problemas y enigmas lógicos, que requerirán de una disposición mental determinada para encontrar la solución. También una resistencia mental especial, para que la presión -autoimpuesta o externa- no dé al traste con todo el trabajo realizado. Tener la cabeza fría en los momentos críticos puede marcar realmente la diferencia.

5. Imaginación y curiosidad al poder

Un buen programador debe ser analítico y frío ante situaciones críticas, es cierto. Pero eso no significa que no pueda ser apasionado, imaginativo y sentir curiosidad por diversos temas. De hecho, es la combinación de estas dos caras de la moneda la que puede hacerlo destacar entre los demás. El hecho de trabajar con código no significa que un programador de talento no pueda explorar las posibilidades que la tecnología puede ofrecer, tenga inquietud por aprender cosas nuevas, tenga dotes artísticas o ponga su imaginación al servicio de sus habilidades.

6. Capacidad de análisis

Otra de las cosas que se necesita para ser buen programador es una elevada capacidad analítica. Antes de acometer cualquier tarea o proyecto debe tener claro de antemano, gracias a su capacidad de análisis, cuál es el problema a resolver, qué camino o solución puede ser la adecuada en ese caso y qué obstáculos puede suponer esa alternativa. Así como qué plan B aplicar, si esa alternativa no resulta exitosa.

7. Un buen programador es flexible y se adapta bien al cambio

Si hay un mundo que cambia rápido ese es el de la tecnología. Forma parte de su esencia. Un buen programador, por tanto, debe ser flexible y estar preparado para la multitud de cambios que experimentará su trabajo en un corto espacio de tiempo. Las soluciones que son válidas hoy puede que no lo sean en tres semanas. Puede que mañana se destape una solución tecnológica desconocida que sea necesario implementar enseguida. Fluir con los cambios y adaptarse bien a ellos sin que tenga efectos negativos en el trabajo es crucial para un programador.

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