Aida Revilla García Profesora del Máster en Formación del Profesorado
Mié, 05/10/2022 - 10:59

Joven siendo acosada por redes sociales

Joven siendo acosada por redes sociales.

Serie: 'El reto del Profesor en Formación' (XXXVIII)

Vivimos en una sociedad diversa en la que las diferencias nos hacen únicos. Como seres humanos todos somos iguales y a la vez somos significativamente diferentes física e intelectualmente. Casi por inercia, conceptualizamos todo aquello que nos rodea en base a un pensamiento dicotómico, sin matices. En este sentido la periodista Rosa Montero (2022) reflexiona que se nos educa en un modelo de sociedad dividida entre triunfadores y perdedores y la escuela es un fiel reflejo de ello.

En el contexto educativo, todos hemos compartido aula con la "empollona", el "tonto", el "gafotas", la "ballena", "el rarito", pero pocas veces nos atrevemos a romper con la "ley del silencio", de manera que aquello que no se nombra, no existe.

Naturalizar este silencio cómplice por parte de quienes son testigos es un desacierto, máxime en una sociedad que hace un uso masivo de las redes sociales. En este sentido, un reciente análisis realizado por Unicef (2021) pone en relieve cómo la pandemia Covid-19 parece haber redefinido las "normas del juego", con una creciente ola de suicidios de jóvenes relacionados con el ciberacoso.

La pantalla del móvil, el ordenador, no hace más que enmascarar el perfil de víctima, acosador y testigo, estableciendo una ineludible brecha física, lo que incrementa la complejidad de abordar una problemática en incesante aumento. El ciberacoso tiene lugar lejos de la mirada de familias y docentes, pero la realidad es que si no lo vemos es porque no estamos lo suficientemente presentes en la vida de nuestros hijos y alumnos (Ortegón et al., 2018).

Como variante de acoso escolar, el ciberacoso requiere de una interacción social y como fenómeno grupal, no puede desligarse del entorno en que tiene lugar. El daño es real, aunque se produzca en este caso de forma virtual.

Gráfico de acoso

Infografía sobre el acoso. Fuente: Royo, J. (2021). #NOalCiberbulling. [Fotografía]. SDJ

Abordar el fenómeno del acoso escolar desde un enfoque reduccionista y simplista es un grave error. La figura del docente es clave, promoviendo un vínculo de confianza con los alumnos y desarrollando una escucha activa. Trabajar en las aulas la autoestima y el autoconcepto es fundamental para formar a individuos preparados para el éxito y el fracaso en una sociedad en la que todos tenemos cabida.

Insultos, empujones y burlas no son "cosas de niños". Como docentes debemos tener muy presente que las heridas psicológicas no sangran, pero se infectan y su dolor en gran parte de los casos empuja a un salto al vacío sin paracaídas. Incluso aquellos que logren volatilizar el hostigamiento promovido por sus iguales, tendrán cicatrices socioemocionales y cognitivas para siempre.

Bibliografía

Ortegón, R., Julià, O. y Torrella, L. (2018). Programa PDA BULLING, una propuesta de buenas prácticas para superar el acoso escolar. ÀÁF, 49(3a.época), 115-126. ISSN: 2339-7454.

Unicef. (14 de 12 de 2021). El ciberacoso aumenta durante la pandemia

Montero, R. (18 de septiembre de 2022). Un enigma. El País Semanal. p. 74.

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1859

Burgos, España

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