María del Mar González Mena Profesora de Periodismo
Mar, 03/06/2025 - 12:32

trinchera del ferrocarrilTrinchera del ferrocarril. Fuente: Fundación Atapuerca.

Serie: 'El Poder de la Palabra' (XXXV)

Hablar en la actualidad de Atapuerca es hacerlo de un proyecto de éxito en muchos sentidos. Pero Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga comenzaron a divulgar Atapuerca mucho antes. Su pasión por la socialización de la ciencia los llevó a compartir su proyecto, sus sueños, con los vecinos de las localidades próximas y los periodistas locales que han visto crecer Atapuerca y, gracias a ellos, lo sienten como algo propio.

José María Bermúdez de Castro, recuerda aquellos orígenes en el reciente libro “Alcanzando el futuro 1999-2024” que celebra los 25 años de la Fundación Atapuerca. (1)

“Éramos unos personajes un tanto excéntricos, con nuestra peculiar indumentaria de campo, que incluía botas acordonadas de media caña, pantalones cortos, chalecos llenos de bolsillos y, en el caso de Eudald, un salacot de tipo francés que destacaba sobremanera entre la indumentaria tradicional de un contexto urbano. Había que tener mucha fe para dar crédito a nuestro entusiasta discurso sobre las excelencias de los yacimientos de fósiles que albergaban las cuevas de la sierra de Atapuerca”.

Consiguieron ganarse la credibilidad a base de trabajo de campo en los yacimientos, científico en los laboratorios y de comunicación con ruedas de prensa y entrevistas en las que, como señala Eva Manrique, directora general de la Fundación Atapuerca, siguieron siempre el mantra de Emiliano Aguirre, primer director de los yacimientos:

“La ley del mosquito: se farda, pero poquito”.

Codirectores Atapuerca

José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga, codirectores de Atapuerca. Foto: Alberto Rodrigo. Diario de Burgos 16/07/2023

Los orígenes

La primera noticia sobre la existencia de fósiles en la sierra de Atapuerca fue recogida en la publicación El Eco Burgalés en 1863 cuando Felipe de Ariño y López y Ramón Inclán presentaron el hallazgo de restos humanos en esta zona. No quedan ejemplares de aquel artículo, que fue transcrito parcialmente en la descripción de la Cueva de Atapuerca que realizaron dos ingenieros en 1868 y donde se recoge que en este espacio había “restos de sepulcros, monedas y hermosos fragmentos”. Así lo recuerdan Ana Isabel Ortega y Miguel Ángel Martín Merino, del Grupo Espeleológico Edelweis, que han reunido diversos documentos relacionados con Atapuerca en la publicación Cubía (2003) como la solicitud a la reina Isabel II de la concesión en propiedad de la cueva de Atapuerca durante sesenta años y el informe favorable emitido a tal efecto en 1863. (2)

En los años 50, el Grupo Espeleológico Edelweiss comienza con el trabajo de catalogación de las cavidades y rellenos de la Sierra de Atapuerca e informan al Museo Provincial de Burgos de los fósiles que asoman al corte de la antigua trinchera del ferrocarril.

Bermúdez de Castro considera que fue en esos años cuando surgió el interés por los yacimientos que comenzaron a tener repercusión en la prensa local. En 1966, Diario de Burgos publicó un artículo “denunciando los expolios que se producían en los yacimientos paleontológicos de la trinchera”. (3) Sin embargo, aunque hubo varios intentos de realizar algún tipo de excavación en la sierra de Atapuerca, no fue hasta 1976 cuando el ingeniero Trinidad de Torres comienza a excavar en Gran Dolina y Galería buscando fósiles para su tesis sobre osos.

En la introducción de Atapuerca, nuestros antecesores (4), Emiliano Aguirre recuerda que, tras las primeras publicaciones y comunicaciones en congresos, entre los años 1977 al 1983, los trabajos de los yacimientos burgaleses comenzaron a ser reconocidos y, a partir de 1985, ya eran “copiosos” los artículos y capítulos de miembros y colaboradores del equipo que se publicaban o participaban en reuniones científicas nacionales.

Visto desde la actualidad, con la cantidad de hallazgos realizados en la sierra de Atapuerca y el interés científico por el trabajo que se realiza en la campaña de excavación, el proyecto presentado por Emiliano Aguirre en 1978 podría considerarse premonitorio pero, en aquel momento, nadie confiaba en las posibilidades de este nuevo yacimiento y su primer director tuvo que poner en 1980 un anuncio en Diario de Burgos para buscar voluntarios que quisieran trabajar en la excavación. Solo dos personas respondieron, Aurora Martín y Carlos Díez, quienes han seguido vinculados a Atapuerca.

Eudald Carbonell recuerda en Atapuerca, perdidos en la colina (3) que por aquellos años oyó hablar por primera vez a Emiliano Aguirre en un programa de radio. Quién le iba a decir entonces que acabaría codirigiendo los yacimientos y concediendo infinidad de entrevistas para explicar el proyecto, los hallazgos sucesivos y su aportación a la teoría de la evolución humana.

De Ibeas al Museo de Ciencias Naturales de Madrid

Durante los primeros años, los codirectores de Atapuerca se citaban con los periodistas en el Restaurante Los Claveles de la localidad de Ibeas de Juarros. En 1991 organizaron la primera jornada de puertas abiertas a los yacimientos durante la campaña de excavación reuniendo a unas 500 personas, y dos años después ya eran más de 3.000. En la actualidad se cuentan por miles las personas que, a lo largo de todo el año, realizan una visita turística a Atapuerca o combinada con el MEH, desde su apertura.

El 29 de mayo de 1997 se presentó el Homo Antecessor en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. esta fue la primera rueda de prensa multitudinaria organizada por el equipo de investigación de Atapuerca que contó con el seguimiento de medios nacionales e internacionales. Los tres codirectores han recordado este momento en distintas ocasiones como un punto de inflexión en la divulgación de los yacimientos, que fue seguido incluso por la CNN y al que asistió el editor en Europa de la revista Science, Brooks Hanson. Al día siguiente, todos los periódicos españoles dedicaron extensos artículos al Homo Antecessor, que ocupó varias portadas, El País le dedicó un editorial y los tres codirectores escribieron artículos de opinión en los periódicos de más tirada –El País, El Mundo y La Vanguardia– explicando la trascendencia de su publicación en Science10. Además, ABC llevó las fotos de la rueda de prensa a su Actualidad Gráfica, y le dedicó dos páginas en la sección de ciencia11

Para Olivier Hochadel (5) esta rueda de prensa “escrupulosamente organizada” es la escenificación de un “cambio de roles” con científicos haciendo de periodistas y una “ilustración inmejorable” de la confluencia del Equipo de Investigación de Atapuerca y los medios de comunicación españoles.

Huesos Fundación Atapuerca

Rueda de prensa de balance de la campaña de excavación 2016 en Atapuerca. Fotógrafo Santi Otero y micrófonos al fondo. Fundación Atapuerca

Y la historia no se quedó ahí. Además de seguir atendiendo a los medios de comunicación a lo largo de todo el año en base a sus propias agendas personales y como equipo, cada verano realizan una rueda de prensa de balance de la campaña a los pies de la Gran Dolina y una visita para periodistas. Esta visita recorre cada uno de los yacimientos donde sus respectivos responsables explican el trabajo de campo, las teorías y los hallazgos de cada campaña. De este modo, los codirectores han ido dando espacio ante los medios, relevancia y experiencia en comunicación a otros investigadores del proyecto. La apuesta por la socialización de la ciencia continúa.

Las claves de comunicación

Analizar la historia de Atapuerca desde el punto de vista de la comunicación y sus apariciones en los medios, nos ofrece claves fundamentales aplicables a cualquier proyecto.

La comunicación no llega con el éxito, comienza desde el inicio. Es un elemento transversal a la actividad que se realice y que debe estar interiorizada por todos los miembros de la organización, comenzando por sus líderes y portavoces. Atapuerca comenzó a comunicarse cuando había que explicar qué era ese nombre. Ahora es una marca vinculada a la evolución humana. Y el camino ha sido un proceso de trabajo científico, pero también de apuesta por la comunicación y socialización de la ciencia.

No hay público pequeño. Los codirectores de Atapuerca han explicado y explican con la misma pasión los yacimientos a un periodista local que en la rueda de prensa en Madrid donde presentaron el Antecessor o, recientemente, el último hallazgo Pink. Todo suma. El medio local que va a seguir ahí campaña tras campaña informando de todo lo que ocurra en el yacimiento y los grandes medios que darán un eco internacional a los grandes hallazgos.

Todo comunica. El hallazgo y su imagen tienen su importancia, pero también la manera de contarlo, la historia que lo explica y enmarca, la presencia de los codirectores que son ya una imagen de marca propia. Atapuerca es la suma de todos esos elementos y crece con cada campaña, presentación, rueda de prensa, reportaje…

Todos comunicamos. Los codirectores de los yacimientos, los directivos de la empresa, pueden ser los portavoces naturales y, en este caso, principales de la comunicación, pero no pueden ser los únicos que se preocupen por este tema. Toda la organización debe entender la importancia de la comunicación tanto para comunicar cuando hace falta como para callar cuando un tema es confidencial y, por ejemplo, todavía no puede anunciarse.

Comunicar hoy Atapuerca, puede parecer sencillo. Detrás hay toda una historia trabajo constante, codirectores implicados y grandes profesionales de la comunicación para tejer todo el entramado de la divulgación, personas, medios, formatos… para conseguir que Atapuerca siga siendo un “modelo de socialización y divulgación de la ciencia”. (6)

Consulta también la primera parte en: Atapuerca, Escuela de Comunicación (I).

Bibliografía:

  1. VVAA. (2025). Fundación Atapuerca. Alcanzando el futuro 1999-2024. Burgos. Fundación Atapuerca
  2. ORTEGA MARTÍNEZ, A.I.; MARTÍN MERINO, M.A. (2003) “Dos documentos inéditos relacionados con la cueva de Atapuerca”. Burgos. Grupo Espeleológico Edelweis. Boletín Cubía número 6. pp. 21-27
  3. CARBONELL, E.; BERMUDEZ DE CASTRO, J.M. (2004) Atapuerca, perdidos en la colina. La historia humana y científica del equipo investigador. Barcelona: Ediciones Destino.
  4. FERNÁNDEZ MORENO, J. J. (coor) y VVAA. (1999) Atapuerca, nuestros antecesores. Salamanca: Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.
  5. HOCHADEL, O. (2013) El mito de Atapuerca. Orígenes, ciencia, divulgación. El espejo y la lámpara. Barcelona: Edicions UAB.
  6. GONZÁLEZ MENA, M. (2015). Atapuerca y los medios de comunicación. Estudio del modelo de divulgación y socialización de la ciencia. Tesis doctoral. Universidad de Burgos

Editor: Universidad Isabel I

ISSN 2792-1786

Burgos, España

trinchera del ferrocarril

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