Facultad de Ciencias de la Salud Universidad Isabel I
Vie, 17/02/2023 - 13:00

Alimentación equilibrada y sostenible

Alimentación equilibrada y sostenible

Es un compromiso de todos actuar, optimizando los recursos existentes para no perjudicar más al medio ambiente.

Las perspectivas de futuro alertan de que la demanda de alimentos en el mundo está elevándose a pasos agigantados. La población mundial crece a un paso acelerado y es que de los actuales 8.000 millones de personas se pasará a 9.100 millones en 2050, según datos de la FAO. Sin duda, el avance del progreso económico en los países emergentes está incrementando considerablemente la demanda mundial de alimentos y de dietas diversificadas. Está previsto que la producción alimentaria aumente en un 70 % en el mundo y un 100 % en los países en desarrollo. Por todo esto, buscar una alimentación saludable y sostenible tiene que ser una realidad. 

¿Qué es la alimentación sostenible?

La alimentación sostenible y su definición son abordadas a la perfección por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, que explica que: 

“Las dietas sostenibles son aquellas que generan un impacto ambiental reducido y que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable. Además, protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y asequibles y nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables, y optimizan los recursos naturales y humanos”.

Este tipo de dieta sostenible, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, es responsable, sostenible y ética, tanto a nivel local como global con el entorno y con el resto de seres vivos del planeta.

10 Consejos para una alimentación sostenible

Las características de la alimentación sostenible se pueden dividir en tres pilares, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Desde el punto de vista ambiental y el impacto que se produce sobre el planeta, desde la esfera social y las condiciones en las que se producen esos alimentos y desde el apartado económico, en busca de relaciones equilibradas con los proveedores o el pago justo de impuestos. A continuación, te enumeramos consejos para una alimentación sostenible:

1. Reducir la ingesta de alimentos de origen animal. El consumo de alimentos de origen animal, especialmente el de carne y derivados cárnicos, son los responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, su consumo está por encima de las recomendaciones nutricionales. Una de las acciones más sencillas y sostenibles que podemos implantar en nuestro día a día es la de sustituir alimentos de origen animal por legumbres, ricas en proteínas de alto valor biológico.

2. Comer carne de más calidad. Si se consumen alimentos de origen animal, elegir los que procedan de ganadería extensiva, es decir, de pasto. No sólo son más sostenibles, sino que mejoran la calidad del suelo y favorecen la reducción de la concentración atmosférica de metano.

3. Elegir productos producidos de forma agroecológica. Estos alimentos garantizan un uso responsable del suelo en su producción, libre de pesticidas y fertilizantes.

4. Consumir productos locales. Además de disminuir el impacto ambiental contribuye a mejorar el impacto social y económico en nuestro entorno.

5. Consumir productos de temporada. Comer los productos cercanos y en su mejor momento de calidad y precio.

6. Evitar los alimentos transportados por avión. Este tipo de transporte es el que tiene una huella de carbono mayor por kilo de producto, por lo que conviene evitarlo cuando sea posible.

7. Producto a granel. Disminuyen el impacto del envasado. A granel las caducidades son más cortas y debe conservarse tras la compra de forma adecuada para evitar problemas.

8. Apostar por el comercio justo. Así favorecemos la sostenibilidad social y económica en los países productores.

9. Comprar menos productos procesados. Debemos priorizar productos frescos en nuestra comida sostenible. 

10.  Evitar el desperdicio alimentario. Reducir el desperdicio alimentario en los hogares, va a hacer que se consuman menos alimentos y se evite su huella ambiental. 

Son pequeños detalles que, aunque de forma independiente parecen insignificantes, cuando se engloban en un conjunto conlleva grandes consecuencias para conservar nuestro planeta.

 Si quieres conocer todos los secretos de los alimentos, saber cómo utilizarlos de forma adecuada y dedicarte a ello profesionalmente, lo tuyo es estudiar nutrición.

 

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